15. PRIMERA DE Timoteo

Introducción 

De qué se trata: Pablo instruye a Timoteo acerca de cuestiones doctrinales, como las enseñanzas erróneas que se estaban exponiendo en la congregación de Éfeso (4.1-5; 6.3-5), y también sobre temas prácticos tales como las comidas, el matrimonio, la vestimenta y la autoridad eclesiástica. Por otra parte, se abordan asuntos como la necesidad de la oración y el buen orden en la comunidad (2.1-15), la eficiente organización de la iglesia (3.1-13), y el cuidado en la administración de la congregación y en el ejercicio del pastorado (3.14-15; 5.1—6.2). 

Autor: El apóstol Pablo (1.1), quien había fundado esta iglesia durante su segundo viaje misionero (Hch 17—18). Sin embargo, desde el siglo XVIII se especula con que fue un discípulo del apóstol. 

Fecha de escritura:  Quienes la atribuyen a Pablo, la fechan en 63, aproximadamente, después de que fuera liberado de prisión. Por otra parte, algunos biblistas que sostienen la autoría deuteropaulina la ubican hacia fines del primer siglo, en torno al 95 d.C. 

Período que abarca: En Éfeso habían surgido ciertos inconvenientes doctrinales y teológicos. Es por ello que Pablo le escribe a Timoteo para alentarlo y guiarlo en su tarea de confrontar a agitadores como Himeneo y Alejandro.  

Por 1.4 sabemos que al parecer ciertas ideas gnósticas se estaban infiltrando en la enseñanza doctrinal; esto junto con el hecho de que la iglesia estaba volviéndose jerárquica y ya no era una comunidad de iguales, sino de autoridad vertical, ha llevado a los estudiosos a pensar que el escrito es deuteropaulino y de finales del siglo I. 

Ubicación dentro de la historia universal: Si se toma por cierta la fecha del 63, entonces coincide con el gobierno de Nerón (54-68 d.C.); en tanto que, si se considera de fines del primer siglo, habría que pensar en Domiciano, emperador de Roma entre 81 y 96 d.C., quien ejerció de modo autocrático y absolutista. Su crueldad iba en aumento permanente hasta que fue asesinado, víctima de un complot encabezado por su propia esposa. Tras su muerte, fue condenado a la damnatio memoriae, práctica común en Roma con los enemigos del Estado, consistente en borrar su nombre de todos los documentos o edificios públicos y vandalizar los bustos o estatuas erigidos en su honor. 

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