17. TITO 

Introducción

De qué se trata: Tito, antiguo colaborador de Pablo, pastoreaba la iglesia en Creta, y el apóstol lo instruye acerca de las cualidades personales que deben tener los creyentes, en especial quienes desempeñan puestos de responsabilidad en la congregación. Le insta a reprender a los falsos maestros, muchos de ellos judaizantes (1.10-14), y también le aconseja sobre cuestiones pastorales y lo anima a ser ejemplo ante todos los creyentes (2.7; cf. 2.1—3.2) y a que se mantenga firme en el gobierno y edificación espiritual de la iglesia (3.1-3,8-11).

Autor: El apóstol Pablo (1.1); sin embargo, algunos biblistas sostienen que se trata de una carta deuteropaulina, escrita por un discípulo del apóstol.

Fecha de escritura: incierta. Algunos piensan que pudo haber sido enviada desde Macedonia, en fecha anterior al último y definitivo encarcelamiento de Pablo, entre los años 63 y 67. Otros sostienen que pertenece a fines del siglo I, alrededor del año 100 d.C.

Período que abarca: Tito se convirtió al cristianismo gracias a la predicación de Pablo en Antioquía de Siria (1.4) y fue su amigo y colaborador. Cuando Pablo le escribió esta carta, Tito era pastor en la iglesia en Creta, donde estaba enfrentando muchos y diversos tipos de hostilidades de parte de falsos maestros y de algunas personas de la comunidad judía (1.5-11).

Ubicación dentro de la historia universal: Creta es la isla más extensa del Egeo y se sabe que estuvo habitada ya desde el Paleolítico; allí floreció la civilización minoica, cuyos imponentes sitios arqueológicos pueden visitarse todavía hoy. En los siglos VIII y VII a.C., la isla vivió un tiempo de esplendor.

En 67 a.C. fue anexada al territorio romano, como parte de la provincia de Cirenaica, situación que se mantuvo hasta el imperio de Diocleciano (284-286 d.C.).

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