Todos llevamos heridas, tanto físicas como en el corazón. Nos traen recuerdos que entristecen y a veces decepcionan. Dios desea que busquemos su ayuda y trabajar en nosotros para cicatrizar nuestras heridas. En este episodio escuchemos cómo Dios puede acompañarnos durante este proceso.
Reto de la semana: Mostremos al señor las heridas que nos duelen y pidamos que las cicatrice.