21. PRIMERA PEDRO 

Introducción 

De qué se trata: Esta carta se propone alentar a sus lectores a mantener una conducta y un comportamiento que fueran dignos de los creyentes (1.6-7; 2.12; 3.17; 4.1,4,12-16,19), en medio de las dificultades y persecuciones que estaban padeciendo.  

La carta puede organizarse, por su contenido, en tres secciones: a) los padecimientos actuales y la herencia futura (1.1-25); b) el sufrimiento del creyente y los padecimientos de Cristo (2—4.6); c) los padecimientos del creyente y el regreso del Señor.  

Autor: El apóstol Pedro (1.1), aunque en 5.12 se dice que escribe «por medio de Silvano», lo cual puede significar que Pedro contó con un secretario. 

Fecha de escritura: No hay precisiones, pero se cree que fue en torno del año 64, en Roma, en años cercanos a la gran persecución de Nerón contra los cristianos de aquella ciudad. 

Período que abarca: El escrito está dirigido a los «expatriados y dispersos en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia» (1.1), en alusión probablemente a pequeños grupos cristianos de origen judío y que formaban parte de la «diáspora» o «dispersión», y, en muchos casos, debían su conversión a la obra misionera de Pablo y sus colaboradores (1.14,18; 2.9-10; 4.3). 

Ubicación en la historia universal: En 5.13 Pedro saluda a la «iglesia que está en Babilonia», en probable alusión a Roma. Parece que los judíos comenzaron a identificar a la capital del imperio con Babilonia, a partir del año 63 a.C., cuando el general romano Pompeyo conquistó Jerusalén. Para los judíos, la antigua Babilonia era sinónimo de un mundo pagano, blasfemo, corrupto, y opresor (Is 14), lo mismo que luego fue para ellos Roma. 

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