Introducción
De qué trata: Son cinco poemas de lamento por la caída de Jerusalén y la destrucción del templo (1.12-22), pero en medio de ellos surge también un llamado a la esperanza (3.21-39).
Autor: Anónimo. Una tradición, que parece basarse en 2 Cr 35.25, lo ha atribuido al profeta Jeremías.
Fecha de escritura: No hay acuerdo entre los estudiosos. Algunos hablan del siglo VI a.C. enseguida después de la caída de Jerusalén en manos de Nabucodonosor (587 a.C.); otros lo atribuyen a tiempos posteriores a Nehemías, es decir hacia el siglo V a.C. Finalmente, hay quienes piensan que los acontecimientos tuvieron lugar entre la caída de Jerusalén y la salida de Johanán hacia Egipto (Jer 43.5-7).
Período que abarca: El libro comienza con la descripción de Jerusalén que ha quedado en ruinas y la humillación a que fueron expuestos sus habitantes llevados al exilio; en el tercer poema se llama al pueblo a examinarse y evaluar su manera de vivir, a arrepentirse y volverse a Dios. El último poema es una confesión de pecado y un reconocimiento de la autoridad y soberanía de Dios.
Ubicación dentro de la historia universal: En el año 587 a.C. Nabucodonosor conquistó y destruyó Jerusalén, incluido el templo. Se llevó cautiva a toda la población, excepto a los pobres y débiles, y al llegar a Babilonia mató a los dirigentes; comenzaba así un largo período de cautiverio que llegaría a su fin recién con el decreto de Ciro, del 538 a.C.
Por otra parte, Roma estaba viviendo la última etapa de la monarquía bajo la opresión y los abusos de Lucio Tarquinio el Soberbio.
En Grecia, en 534 a.C. se instituyó el certamen de tragedias en el marco de las celebraciones dionisíacas urbanas.