Introducción
De qué trata: Miqueas denuncia la maldad de la clase dirigente (3.1-3), la injusticia de los jueces (3.9-10) y la corrupción de los profetas y de los sacerdotes (3.5-7,11); su mensaje está dirigido tanto a Judá como a Israel y puede organizarse en tres secciones: a) capítulos 1—3: anuncio de un juicio inminente; b) capítulos 4—5: recuerdo de las bendiciones que Dios ha prometido a su pueblo; c) capítulos 6—7: llamado al arrepentimiento.
Autor: Anónimo. La tradición lo atribuye al mismo profeta Miqueas. Más recientemente, algunos postulan la hipótesis de dos autores (ambos del siglo VIII a.C.): uno de Judá, autor de los capítulos 1—5; y otro de Israel, responsable de los capítulos 6—7.
Fecha de escritura: El libro aporta unos pocos datos seguros: de acuerdo con 1.2-7 Samaria sigue siendo la capital de Israel (por lo tanto, es antes del año 722). Por otra parte, la tradición transmitida por Jeremías 26.18 afirma que Miqueas profetizó durante el reinado de Ezequías, lo que da una fecha estimada entre los años 727-701 a.C.
Período que abarca: De acuerdo con 1.1, el ministerio de Miqueas tuvo lugar en el siglo VIII a.C. (es decir, contemporáneo de Isaías, Oseas y Amós) en Judá, pero su mensaje era tanto para el reino del Norte como para el del Sur, y se extendió durante los reinados de Yotán, Ajaz y Ezequías. Hay quienes piensan que su ministerio profético fue de unos 30 años.
Ubicación dentro de la historia universal: El siglo VIII a.C. es un tiempo de crisis nacional e internacional. Tiglat Piléser III de Asiria invadió Siria y Palestina. Desde mediados de siglo, Israel era su vasallo y pagaba tributo. Pero el rey Oseas se rebeló durante el gobierno de Salmanasar V. Como consecuencia, en 722 asediaron y capturaron Samaria y llevaron al pueblo cautivo. Esto marcó el fin del reino del Norte.
Por su parte, en 734 a.C., Judá pidió ayuda a Tiglat Piléser III de Asiria para hacer frente a la guerra siro-efraimita, y a partir de entonces debió pagarle tributo. Luego, durante el reinado de Ezequías, Judá quiso independizarse pero se produjo la invasión de Senaquerib (701 a.C.), una de las mayores catástrofes de Judá.