39. MALAQUÍAS

Introducción 

De qué trata: Desde el sacerdocio hasta el pueblo llano, pasando por las altas clases políticas, todo era corrupción y negligencia. El profeta levanta la voz en medio de esta situación y acusa a cada estamento social y religioso. El libro presenta un estilo literario propio, compuesto por una serie de disputas retóricas de orden teológico. En ellas, el profeta habla en nombre de Dios y formula una pregunta que sus interlocutores (sacerdotes, el pueblo en general y la élite socioeconómica y política) responden. Cada serie presenta la misma estructura tripartita:  (1) el profeta hace una afirmación; (2) los sacerdotes o el pueblo dan su respuesta; y (3) el profeta presenta una acusación y una amenaza de castigo.  

Autor: Anónimo. En hebreo, Malaquías significa «mi mensajero» (3.1).  

Fecha de escritura: No es posible dar una fecha exacta, pero  la mayoría de los biblistas piensan que pertenece al período entre que se terminó de reedificar el templo y el 465 a.C., aproximadamente; es decir,  poco antes de las reformas de Esdras y Nehemías.   

Período que abarca: El profeta habla a la comunidad compuesta por los que      regresaron del exilio en Babilonia. Hacía décadas que se habían asentado nuevamente en Jerusalén, y el templo ya había sido restaurado (1.10). El sacerdocio y el culto estaban en funciones (2.3-9), pero las promesas de Hageo y Zacarías no se habían cumplido aún. Por otra parte, debían hacer frente a las dificultades económicas y las hostilidades con los pueblos vecinos. Todo esto contribuía a un desánimo generalizado que hace pensar que Malaquías ministró a finales del siglo VI o a comienzos del V a.C., período intermedio entre la actividad de Hageo y Zacarías (segunda mitad del siglo VI a.C.) y la de Esdras y Nehemías, cerca de un siglo después. 

Ubicación dentro de la historia universal: Por esta misma época, Roma está iniciando el fin de la monarquía, con el reinado de quien será el último rey: Lucio Tarquinio el Soberbio, un período signado por los abusos de poder y la presión impositiva.  

En Atenas, por otra parte, es el tiempo de los tiranos Pisístrato y luego, de su hijo Hipias a quien expulsaron las fuerzas espartanas. En Persia, hacia comienzos del siglo V se produce un hecho importante: el rey Darío proclama el arameo como lengua oficial de la mitad de su imperio. 

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