¿A quién acudimos cuando vivimos en angustia y desasosiego? El salmista se sintió como muchos de nosotros nos hemos sentido cuando el dolor toca a nuestra puerta. Muchas veces cuando agotamos todos los recursos humanos que buscamos, es que nos damos cuenta que estábamos buscando en la fuente equivocada. Olvidamos que el Señor tiene contados hasta el último de nuestros cabellos. Él nos ha prometido que estará siempre a nuestro lado. ¡Confía en su promesa!
«Le pedí a Dios que me ayudara, y su respuesta fue positiva: ¡me libró del miedo que tenía!» Salmos 34:4 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Dios es quien me tiene en este mundo, a El es quien le debo mi vida, a quien ire sino a El en momentos de angustia de necesidad y en momentos de alegría. El es todo en mi vida, mi prioridad, mi razón de ser.