«Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.» (Eclesiastés 12.1).
A veces corremos el peligro de olvidarnos de Dios, nuestro creador. Al decir «acuérdate» el escritor bíblico no se refiere solo a nuestra mente, a lo que sabemos acerca de la Biblia y de las historias que hemos escuchado acerca de Moisés, David o los discípulos de Jesús. ¡Nos invita a recordar de manera activa!
En otras palabras, «acuérdate de tu creador»…
…cuando nos enfrentemos con la tentación de hacer algo que no le agrada a Dios. ¡Porque él está a nuestro lado y quiere ayudarnos a decirle «no» al error o a lo malo!
….cuando tengamos pensamientos de inferioridad, creamos que no valemos nada y que nadie nos quiere. ¡Porque Dios nos abrazará como padre y nos dirá cuánto valemos para él!
…cuando tengamos que decidir si vamos o no a determinadas actividades, o si asistimos a ciertos eventos. ¡Porque él quiere lo mejor para cada uno de nosotros!
…ahora, durante la adolescencia y juventud, antes de que la vida se vuelva más complicada.
¡Porque Dios quiere ser lo más importante en nuestra vida y enseñarnos cómo ser personas de éxito!
Acordarnos de nuestro Creador es tenerlo en cuenta en todos los aspectos de la vida. Es hablar con él en oración, leer lo que dice a través de la Biblia y decidir vivir como él nos enseña. ¡Dios presente en cada cosa que hacemos y decimos!
Sumérgete: En su famoso libro «En sus pasos» Carlos Sheldon recomienda hacernos esta pregunta para tomar decisiones que agraden a Dios: «¿Qué haría Jesús en mi lugar?» ¡Llenemos nuestra mente con versículos de la Biblia que nos ayuden a «acordarnos de nuestro creador» durante toda la vida!