Amor y comprensión: alivio para pacientes de SIDA

Amor y comprensión: alivio para pacientes de SIDA

«Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro.» (Salmos 71.12)

Amor y comprensión: alivio para pacientes de SIDA
Imagen provista por pexels.com/es-es/@shvetsa

Desde que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) comenzó a propagarse, muchísimos han muerto a causa del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

A pesar de las investigaciones realizadas, todavía nadie ha logrado descubrir una cura para esta enfermedad que afecta a personas de toda etnia y clase social o económica.

Hay muchas maneras de contagiarse, pero tal vez la más común sea la vía sexual. Es decir, cuando los hombres y las mujeres tienen relaciones sexuales con personas infectadas con el virus (VIH).

¿Qué tenemos que hacer frente al SIDA?

En primer lugar, busquemos información seria que nos ayude a conocer de qué se trata esta enfermedad. Así podremos encontrar respuestas y descubrir la verdad acerca de los mitos que existen al respecto.

El amor, la comprensión y el diálogo son el mejor alivio para quienes padecen dicha enfermedad.

Por otro lado, acerquémonos a un hospital y solicitemos que nos hagan un chequeo para confirmar si tenemos o no el VIH. Mediante un análisis confidencial despejaremos toda duda y, en caso positivo, podremos recibir cuanto antes un tratamiento adecuado.

Además, hagamos lo que esté a nuestro alcance para prevenir el contagio. Evitemos inyectarnos droga y compartir las jeringas, no mantengamos relaciones sexuales antes del matrimonio, ante una transfusión de sangre o una operación asegurémonos de que los médicos utilicen material esterilizado y descartable.

Y sobre todo, nunca discriminemos a nadie por ningún motivo, tampoco si está afectado por el SIDA. El amor, la comprensión y el diálogo son el mejor alivio para quienes padecen dicha enfermedad.

Sumérgete: Si descubrimos que estamos infectados con el VIH, no desmayemos ni bajemos los brazos. Ahora, más que nunca, busquemos el auxilio de Dios, quien estará a nuestro lado para sostenernos en cada momento. Además de recibir el tratamiento médico, acerquémonos a una iglesia cristiana, en donde hallaremos afecto, comprensión y apoyo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio