Aprendamos de las águilas

Aprendamos de las águilas

«Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.» (Isaías 40.31).

A lo largo de sus páginas, la Biblia menciona una gran cantidad de animales. Leones, serpientes, caballos, ovejas, becerros, cabras, búfalos y muchos más ocupan un lugar importante en las enseñanzas acerca de la fe y el crecimiento espiritual.

El águila es uno de los que se menciona con frecuencia. Los investigadores han descubierto cuatro características importantes:

  • Su visión le permite enfocarse en cosas que se encuentran a gran distancia, y eso la ayuda a conseguir su presa y a adelantarse a los peligros. Dios renueva nuestra manera de ver la vida y, a través de la fe, podemos mirar hacia adelante y alcanzar todo lo que él desea para nosotros.
  • Sus alas le permite alcanzar las alturas y, desde allí, puede tener otra perspectiva de cada situación. La presencia de Dios en nosotros hace posible que miremos la vida de una manera diferente. ¡Podemos mantenernos en lo alto a pesar de los problemas y las dificultades!
  • Su dieta es muy estricta: solo come aquello que la hará más fuerte. La Biblia es nuestro alimento espiritual diario que nos ayuda a crecer sanos y fortalece nuestro compromiso con
    Dios.

Estas tres cualidades se complementan con la manera en que desarrolla su vida: en comunidad, junto a otras águilas. La fe, la superación de los problemas y el crecimiento en nuestra devoción se desarrollan a pleno cuando formamos parte de una comunidad cristiana. ¡Cuántas lecciones aprendemos de las águilas!

Sumérgete: ¡Abramos las alas y comencemos a volar! Desarrollemos la fe en Jesús y lancémonos hacia una vida de éxito.

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