«Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.» (Josué 1.8)
¿Por qué estudiar la Biblia? A veces la palabra «estudiar» asusta un poco, ¿no es cierto? Las tareas, los proyectos, los trabajos grupales, los exámenes, ¡cuántos temas para leer, intentar comprender y recordar!
El estudio de la Biblia es diferente del que realizamos para la escuela o la universidad. No es solo aprender cierta cantidad de datos e información. Se trata de incorporar a nuestra vida los consejos y las instrucciones de Dios, quien desea enseñarnos a vivir una vida plena.
Éstas pueden ser algunas ideas que nos ayudarán a estudiar la Biblia con éxito:
- Tiempo. Cada día separemos el mismo horario para leer la Biblia. Podemos establecer veinte minutos en la tarde o en la noche, antes de acostarnos. Intentemos encontrar un lugar en el que no haya distracciones.
- Material. Utilicemos una versión de la Biblia que nos ayude a comprender mejor el texto. La Traducción en Lenguaje Actual (edición para jóvenes, «Biblia H2O») es una de las mejores. También puede ser útil tener un cuaderno y un bolígrafo para tomar notas durante la lectura.
- Organización. Decidamos qué libro de la Biblia comenzaremos a estudiar. ¿Está en el Antiguo o en el Nuevo Testamento? ¿A qué género literario pertenece? Tener un plan nos ayudará a entender mejor cada pasaje bíblico y así progresar en el estudio.
Apartar un tiempo diario, tener el material disponible y organizarnos son los primeros pasos para estudiar la Biblia y conocer todo lo que Dios desea enseñarnos. ¡Preparémonos para la aventura!
Sumérgete: Cada día descubriremos un aspecto nuevo de la fe en Jesús. Para seguir sus pasos y crecer en la vida, separar el mismo horario todos los días nos ayudará a progresar en el estudio y el conocimiento de la Biblia.