«Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.» (Romanos 8.22)
El planeta Tierra, nuestro hogar, sufre las consecuencias del maltrato que le damos todos los días y en todas partes. La contaminación del aire y del agua, los cambios climáticos, el derretimiento de los glaciares, la extinción de varias especies de animales, algunas epidemias que afectan a varios países y el agujero en la capa de ozono son algunos de los resultados de nuestro descuido.
Dios espera que los hombres y las mujeres cuidemos el planeta. ¿Cuál es nuestra parte en todo esto?
Aquí van algunas ideas que nos ayudarán a ser más responsables y hacer lo que esté a nuestro alcance para cuidar la creación:
– Hablemos con Dios en oración y pidámosle por el planeta.
– Reemplacemos las bombillas eléctricas comunes por las que ayudan a ahorrar energía.
– Evitemos usar el automóvil y empleemos otras maneras de transporte (bicicleta, caminar, etc.).
– Compremos productos que estén hechos con materiales reciclados.
– Plantemos árboles.
– Separemos los residuos de nuestra casa para que puedan reciclarse.
– No malgastemos el agua.
– Preguntémosles a las autoridades cuál es el plan de acción para cuidar el medio ambiente.
– Hablemos con nuestros amigos y unámonos en el esfuerzo por lograr que todas las personas se den cuenta de la gravedad del asunto y puedan cambiar sus costumbres para proteger al planeta Tierra.
¡Cuidemos nuestro mundo!
Sumérgete: Leamos los primeros capítulos de Génesis y subrayemos los versículos en donde Dios nos da a los seres humanos la responsabilidad de cuidar nuestro planeta.
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