¡Dios está contigo!

¡Dios está contigo!

«Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.» (Salmos 27.10)

Cuando su padre abandonó la casa, Cristian y Ezequiel sintieron que todo se venía abajo. ¡Y no era para menos! Los juegos en familia, los paseos con sus padres, las charlas en la mesa luego de la cena… ¡cuántas situaciones que ya no volverían a vivir!

¡Dios está contigo!
Photo by Brooke Cagle on Unsplash

Con los años, la niñez dejó paso a la adolescencia y ésta a la juventud, y Cristian y Ezequiel fueron creciendo sin la figura paterna a su lado. Su papá no estuvo cuando Ezequiel se lastimó y su mamá debió llevarlo de urgencia al hospital. No estuvo cuando Cristian terminó la escuela ni cuando ganó aquel campeonato de basket. No estuvo cuando ellos tuvieron dudas acerca del sexo, el noviazgo, las amistades. ¡No estuvo cuando más lo necesitaban!

Sin embargo, en las circunstancias más difíciles, ambos descubrieron una relación que cambió sus vidas para siempre: conocieron a Dios en forma personal y pudieron experimentar su amor y protección como Padre.

Si nuestros padres nos han abandonado, o si sentimos que están lejos, podemos descubrir a Dios como Padre! ¡Él nunca nos abandonará y siempre estará a nuestro lado!

Sumérgete: Dios es nuestro Padre, nos ama y jamás nos abandonará. ¡Descubramos su amor cada día!

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