spot_img

Dios no necesita nuestras migajas

Compártelo:

Dios no necesita nuestras migajas

«Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada.» (2 Samuel 24.24a)

Nadie quiere cosas malas para su vida, ¿no es cierto? A todos nos gusta disfrutar al máximo y tener lo mejor que podamos conseguir. Esto se aplica a lo que compramos como así también a las relaciones, proyectos y tareas que emprendemos.

Ocurre lo mismo en nuestra relación con Dios. ¡Debemos darle lo mejor!

Algunas personas, sin embargo, tratan al Creador y le sirven con mucha mediocridad. Oran de vez en cuando, leen la Biblia solo cuando tienen ganas, asisten a la iglesia cada tanto, ofrendan poquísimo dinero (no porque les falte, sino porque no lo consideran importante), y cuando hacen algo para Dios, lo hacen a medias, justificándose con una frase popular entre los mediocres: «Dios entiende nuestras flaquezas, ¿por qué deberíamos esforzarnos más?»

¡Nada que ver con el verdadero cristianismo! ¡Esa actitud es una «caricatura» de lo que significa seguir a Jesús!

Las personas que confían de veras en Dios, reconocen la importancia de relacionarse con él, y por eso se esfuerzan día tras día por agradar a su Creador y darle siempre lo mejor. Dedican tiempo para orar, leen la Biblia cada día y hacen lo posible por servirle con excelencia. ¡Saben que Jesús dio todo en aquella cruz y por eso le retribuyen con amor, pasión y entrega en todo lo que realizan!

Que nuestra vida se caracterice siempre por dar lo mejor para Dios.

Sumérgete: Jamás practiquemos la mediocridad, y mucho menos en nuestra relación con Dios. ¡Ofrezcámosle siempre lo mejor de nosotros!

Más artículos para crecer en la fe y conocimiento de la Biblia: haz clic aquí

.

━ Popular

22 La astucia de Rebeca

Nuestras madres están interesadas en nuestro bienestar, pero cuando favorecen a un hijo y perjudican a otro, lastiman a la familia.

176 El falso ayuno

A través del profeta Zacarías, Dios le dijo a su pueblo cuál es el verdadero ayuno, y no quiero anticipar nada, pero no tiene que ver con comida.

La fidelidad de los recabitas

En Jeremías 35, leemos sobre los recabitas, y en los versículos 5-8 dice Jeremías: «Y puse delante de los hijos de la familia de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y le dije: “Bebed vino”.

166 Dios reconstruirá a Israel

¡Qué insistencia la de Dios con un pueblo que constantemente era indiferente con él! Aún así, su fidelidad es mayor a nuestra desobediencia.

338 Cristo nos hace amigos de Dios

Antes de que Jesús viniera a la tierra, la distancia entre Dios y nosotros era muuuy larga, imposible de caminarla.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí