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¡Dios puede cambiar tu lamento en baile!

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«Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.» (Salmos 30.11)

¡Dios puede cambiar tu lamento en baile!
Imagen provista por unsplash.com/@johnnymcclung

Cualquier oportunidad es buena para disfrutar de un tiempo especial de diversión y alegría: cumpleaños, bodas, aniversarios, nacimientos o graduaciones. ¡Las tristezas se quedan afuera al momento de celebrar una fiesta!

Los amigos, las risas, los juegos, la comida y las sorpresas son los ingredientes que están presentes en toda celebración. ¡Cuántas emociones juntas!

A veces nos gustaría vivir de festejo en festejo y no tener que volver a la «realidad». Pues bien, ¡hay una manera!

Dios promete darnos una fiesta continua, una celebración diaria en la que podremos disfrutar…

…el perdón de nuestros pecados,

…una conciencia transparente y libre de culpas,

…la sanidad de nuestro corazón,

…un presente que valga la pena ser vivido,

…un futuro lleno de esperanza,

…la paz en las relaciones interpersonales,

…su ayuda en todo momento y frente a todos los problemas.

Nuestro creador nos invita todos los días a disfrutar de la alegría incomparable que se experimenta al tener a Jesús en el corazón. ¡Él puede transformar nuestras tristezas en baile! ¡Sanar nuestras heridas emocionales con su amor! ¡Cambiar las amarguras y darle sabor a nuestra vida! ¡Un corazón lleno de felicidad desde el momento en que recibimos a Jesús como nuestro Dios y Salvador!

¿Qué esperamos para sumarnos a la fiesta?

Sumérgete: Aunque todo parezca sombrío por los problemas que nos rodean, hoy mismo podemos encontrar en Dios la fortaleza y la seguridad que cambiará nuestra vida para siempre.

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