Romanos 3.9-24
Introducción
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Jn 3.16). Así es. Para que todo aquel que en él cree no se pierda. Esa es la intención y la búsqueda de Dios; él quiere llegar a todos y bendecirlos.
Pero antes tiene que ubicarlos en el lugar correcto. Si no sabes dónde estás, nunca podrás llegar al lugar correcto… aunque lo intentes.

Romanos es el libro del hombre. Dios lo lleva desde la miseria total hasta la bendición total. Un círculo que encierra a todos.
Todos igualados en culpabilidad – versículo 9: «¿Entonces, qué? ¿Somos nosotros mejores que ellos? ¡De ninguna manera! Porque ya hemos demostrado que todos, judíos y no judíos, están bajo el pecado».
No hay personas mejores que otras. No hay una raza privilegiada. Todos estamos bajo el pecado. Ninguno tiene la solución en sí mismo. ¿Entonces, qué?
Todos enjuiciados delante de Dios – versículos 10-18
No hay… ningún corazón justo – versículo 10: «¡No hay ni siquiera uno que sea justo!».
No hay… ninguna mente sana – versículo 11: «No hay quien entienda».
No hay… ninguna voluntad sana – versículo 11: «No hay quien busque a Dios».
No hay… una moral pura – versículo 12: «Todos se desviaron, a una se han corrompido. No hay quien haga lo bueno, ¡no hay ni siquiera uno!».
No hay… vida espiritual – versículo 18: «No hay temor de Dios delante de sus ojos».
Pero aunque esta situación sea terrible, la cosa se pone peor… al menos por ahora.
Todos impotentes frente a Dios – versículos 19-20: «Nadie será justificado delante de Dios por hacer las cosas que la ley exige».
Todo el mundo bajo el juicio de Dios
Ningún ser humano puede justificarse por medio de leyes, rituales o prácticas. Pero siempre hay luz suficiente como para ser responsables moralmente.
Aun las altas demandas éticas nos llevan a pecar. La frustración que produce la impotencia de no poder estar a la altura de las demandas, nos incita a romper aquellos principios que no podemos respetar.
Todos condenados – versículo 23: «Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios».
Así estamos, desnudos de gloria; buscando remplazas la gloria, pero interiormente vencidos y sin esperanza.
¿Entonces, qué? ¿No hay salida y estamos condenados a seguir en el círculo descendiente hasta nuestra condenación eterna? ¡Claro que no! Todos podemos ser transformados y ser vencedores junto con Cristo.
Todos transformados por su gracia – versículo 24: «Pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que proveyó Cristo Jesús»
Y cuando todo parece perdido, Dios, nuevamente, llega a nuestras vidas para rescatarnos de nuestra vana manera de vivir.
Este es el salto imprevisto. Dios cierra el círculo que nos condena, proveyendo una salida de amor y gracia para aquellos que en él creen.
Cristo no solo es la puerta, también es el guía. Nos saca de ese círculo descendente sin solución a la vista y que nos lleva inexorablemente a la condenación eterna, y nos lleva al espacio infinito de la absoluta liberación.
Conclusión
Nada podemos hacer por nuestros propios medios para acercarnos a Dios y ganar su favor. El círculo que nos oprime no se detiene por ningún otro medio que no sea la gracia de Dios. Ante él podemos clamar y pedirle que nos salve. Dios siempre está a nuestro alcance para que podamos, a través del sacrificio de Cristo en la cruz, acercarnos a él y gozar de la bendición que, finalmente, encierra a todos los que a él se acercan.
Hola buenas noches Dios los bendiga hermanos Yo quisiera ser hijo de Dios si conosco el evangelio de echo tengo asisto a una iglesia pero ya tiene mas de un Año y no e podido creser en los caminos de Dios de echo e Abusado de la misericordia de Dios e pecado y pedido perdon a Dios y luego lo mismo A veces pienso que soy un llamado pero no escogido por Dios Sinto que no meresco perdon de Dios A veces me da miedo que Jesus venga por su iglesia y se olvide de mi por pecador y abusar de su gracia y no poner de mi parte me desespero por favor que ago Ayudenme por favor pidanle a Dios por mi