Introducción
Cuando Jesús ya estaba por volver al Padre, les dio a sus discípulos lo que conocemos como la Gran Comisión: «Hagan discípulos en todas las naciones… enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado» (Mt 28.19-20). Hay otras palabras para definir a los seguidores de Cristo, pero Jesús eligió una que expresa su voluntad para que iglesia propague el mensaje de salvación: discípulo.
Es interesante notar que la palabra discípulo aparece 269 veces en el Nuevo Testamento, mientras que creyente aparece solo 20 veces y cristiano solo 3 veces.
(Image by Eugenio Albrecht from Pixabay)
No siempre resaltamos, como iglesia, la importancia de hacer discípulos a todas las naciones. Lo declaramos, sí, pero poco se practica.
¿Qué es un discípulo? Un discípulo es aquel que recibe todo de su maestro, para llegar a ser igual a él y, a la vez, comunicar a otros esa misma enseñanza. Pablo lo deja muy en claro en 2 Timoteo 2.2: «Lo que has oído de mí ante muchos testigos, encárgaselo a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros». Aquí Pablo identifica 4 generaciones de discípulos: Pablo, Timoteo, hombres fieles y otros.
¿Pero qué es en definitiva el discipulado? ¿Una disciplina? ¿Un estudio? ¿Una vida? ¡Claro que sí!, todo eso y mucho más. Es una disciplina, porque implica horarios, método, compromiso. Es estudio, porque implica un aprendizaje. Es vida, la del maestro que se refleja en la vida del discípulo.
1. El llamamiento al discipulado – Marcos 3.14-15: «A doce de ellos los designó para que estuvieran con él, para enviarlos a predicar, y para que tuvieran el poder de expulsar demonios». En este pasaje hay tres elementos claramente identificados:
a. Que estuvieran con él – Aquí se resalta la importancia de la comunión. El discipulado siempre incluirá la comunión entre el maestro y su discípulo.
b. Que predicaran como él – Aquí se resalta la importancia de la comisión. Una tarea encomendada por el maestro.
c. Que tuvieran la autoridad de él – Aquí se resalta la importancia de las credenciales. No es nuestra autoridad, sino la de Jesús.
2. La gran comisión – Hay cinco versiones de la Gran Comisión, y todas enfatizan un aspecto diferente de la misma.
a. Mateo 28.18-20 – Aquí tenemos la AUTORIDAD de la Gran Comisión: «Toda potestad me ha sido dada… por tanto vayan». Su autoridad en nosotros para cumplir su mandato.
b. Marcos 16.15-18 – Aquí tenemos la UNIVERSALIDAD de la Gran Comisión: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio de toda criatura».
c. Lucas 24.44-49 – Aquí tenemos el MENSAJE de la Gran Comisión: «…y que en su nombre se predicara el arrepentimiento y el perdón de pecados…».
d. Juan 20.19-23 – Aquí tenemos el MODELO de la Gran Comisión: «Así como el Padre me envió, también yo los envío a ustedes». De la misma manera, él nos envía como a su vez fue enviado por su Padre.
e. Hechos 1.8 – Aquí tenemos el PODER y el PROGRAMA de la Gran Comisión: «Pero cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán poder… serán testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra».
3. La reproducción del discípulo – Un discípulo nunca debe dejar de reproducirse en otros discípulos.
Lamentablemente, muchas veces la iglesia ha caminado un sendero diferente (púlpito – programa – proselitismo edificio: vengan a la iglesia), pero ha olvidado que el llamado es a reproducirnos en otros discípulos. Uno a uno; persona a persona.
El discipulado no es evangelismo, aunque lo incluye. Debemos evangelizar, tal como nos ordena el Señor, pero luego debemos discipular a quienes hemos evangelizado para ayudarlos a crecer y fortalecerse.
• El discípulo debe hacer discípulos
• El pastor debe hacer discípulos
• El misionero debe hacer discípulos
• Todos los cristianos deben hacer discípulos
4. El manual del discípulo – No podemos dejar el tema sin indicar que la Palabra de Dios es el manual del discipulado. Es nuestra base de enseñanza y de vida. Esto nos indica que para discipular, nosotros mismos debemos buscar cada día la guía de la Palabra de Dios. Para conocer más a Dios a través de la revelación de la Palabra.
Conclusión
Debemos tener el claro que el discipulado tiene un costo. Implica compromiso, dedicación, disciplina, conocimiento. Seguimiento, y mucha oración. Pero este trabajo tiene resultados eternos.
En definitiva, podríamos definir al discipulado como una TRANSFERENCIA. El maestro transfiere lo que es… sea espíritu o carne. Es nuestra responsabilidad crecer en santidad para que transfiramos santidad, ejemplo. Es importante que nos reproduzcamos en discípulos que evangelicen y haga discípulos en una cadena permanente de crecimiento y fe.
Quisiera terminar con palabras de Pablo que reflejan qué era el discipulado para él:
«Pero tú has seguido MI doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia…» (2 Timoteo 3.10). Como dijimos arriba, eso es el discipulado, una transferencia de lo que somos en alguien más.
Gracias por la guía de este discipulado ya que me ayuda cómo líder a reaprender,recordar y así enseñar a los creyentes a ser discípulos.
Es muy bueno tener este tipo de medio, para poder tener mas conocimiento de la palabra de Dios
Muchas Bendiciones
Excelente, me encanto el énfasis en el discipulado, debemos evangelizar, pero no debemos olvidar el seguimiento para que las personas lleguen a ser como Cristo. Además el discipulado es mucho mas que transmisión de conocimiento bíblico, es la transferencia de la vida de Dios que esta en nosotros.
Dios les bendiga