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¡Encontrar el amor!

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«Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duros como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.» (Cantares 8.6)

¡Encontrar el amor!
Imagen provista por unsplash.com/@dyuha

Muchas cosas pasan por nuestra mente cuando pensamos en el noviazgo. «¿Cómo hallaré a la persona perfecta para mí?» «¿Qué cualidades quiero encontrar en ella?» «¿Hay límites para las caricias, los besos y abrazos?» «¿Cuándo debo comenzar a pensar en el casamiento?» «¿Qué errores debería evitar?»

Preguntas y más preguntas que surgen en nuestra mente cuando deseamos hacer las cosas bien, cuando queremos agradar a Dios con nuestra vida y seguir sus enseñanzas para una vida feliz, sin darle lugar al fracaso y la frustración.

Comencemos por el principio. ¿Cómo hallar a la persona perfecta?

Antes que todo debemos pensar en nosotros. ¿Somos «la persona perfecta»? Más que «perfecta» deberíamos decir «adecuada», «correcta», «lo que Dios quiere para mi vida». Pues bien, empecemos «por casa»: ¿cómo somos? ¿Cuáles son nuestros valores y principios? ¿Qué pensamos acerca de la vida? ¿Tenemos proyectos para el futuro o dejamos que la vida pase sin mayores preocupaciones?

Muchos noviazgos empiezan mal enfocados. El muchacho o la chica cree que lo primero es pensar en el otro: que tenga belleza física y espiritual, que sepa hacer esto o aquello, que no le falte simpatía, que tenga sueños… ¡Pero ése es el segundo paso para iniciar una relación! La mejor manera de comenzar la búsqueda es separar un tiempo para reflexionar acerca de nuestra propia vida y pensar qué tenemos para ofrecer. No tanto en lo material, aunque más adelante hablaremos de ello, sino en cuanto al tipo de persona que somos y el amor que estamos dispuesto a dar. ¡Pensémoslo!

Sumérgete: Hagamos una lista que nos describa como personas: lo que pensamos acerca de Dios, de las relaciones sexuales, del manejo del dinero, del casamiento, de los hijos, del plan que tenemos para nuestra vida. Reflexionemos sobre lo que deberíamos mejorar y tomemos decisiones firmes.

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