En primera instancia, la interpretación y traducción de fórmulas, listas y genealogías en la Biblia parecen presentar problemas que no son nada especiales. Después de todo, ¿qué dificultad podría tener la traducción de listas, ya sean de gente, objetos, lugares, o cualquier otra cosa? Tomemos una tipo de lista en particular —genealogías. En comparación con las dificultades que se presentan en la traducción de libros tales como Gálatas y Romanos, la traducción de las numerosas listas de nombres en 1 Crónicas, por ejemplo, parecerían ser bastante sencillas y fáciles. ¡Solo los primeros nueve capítulos de 1 Crónicas consisten casi exclusivamente de genealogías! Los capítulos 23—27 son mayormente enlistados de nombres.1 Pero como suele ser el caso en traducciones, se necesita ir más allá de la superficie textual y desentrañar los aspectos que hacen posible el significado del texto. El número de libros especializados y artículos dedicados al estudio de genealogías bíblicas es considerable.2
Por Roger Omanson
La primera parte de este capítulo estudia el uso de fórmulas en la Biblia. La segunda y tercera parte examina las listas y genealogías, y demostrarán qué tan difícil y complejo puede ser traducir genealogías bíblicas y lo importante que es para el lector tener una traducción que presenta listas y genealogías en formatos claros y legibles.
Fórmulas en la Biblia
Entre los varios tipos de listas en la Biblia están las listas de maldiciones y bendiciones. Las maldiciones eran expresiones de oración o deseos de adversidad o desastre hacia una persona o cosa. Las bendiciones, así como las maldiciones, necesitan ser entendidas dentro del contexto de una declaración de pacto entre aliados o socios. Para entender las listas de maldiciones y bendiciones mejor, es necesario tener cierto conocimiento sobre los tratados en el antiguo Cercano Oriente.
En los últimos cincuenta años, el estudio académico sobre los tratados hititas de la Edad de Bronce tardía (1550-1200 a.C.) ha revelado similitudes importantes entre: (1) los establecidos por un poderoso rey soberano y reyes vasallos menores, y (2) el pacto que Dios hizo con los israelitas en el Sinaí.3 Cerca de cincuenta tratados antiguos de este tipo, entre poderes desiguales, se conocen hoy. La mayoría de ellos son tratados de soberanía, es decir, tratados en los cuales un rey poderoso decide proteger un rey vasallo a cambio de una lealtad exclusiva del rey vasallo al rey poderoso. No todos estos tratados poseen la misma estructura, pero un elemento común es la lista de bendiciones y maldiciones al final del tratado. Las bendiciones son enlistados de las consecuencias de obediencia y las maldiciones son enlistados de las consecuencias de la desobediencia. Los tratados también tenían una lista de testigos, incluyendo deidades y los cielos y la tierra, y las montañas y los ríos. Estos testigos eran responsables de llevar a cabo las recompensas (bendiciones) o castigos (maldiciones) de los tratados. En el caso del pacto de Dios con Israel, fue Dios mismo el que castigaba o recompensaba al pueblo.
Deuteronomio 5—26 expone los estatutos y las ordenanzas que el pueblo de Israel debía obedecer. Los capítulos 27—28 hacen una lista de las bendiciones o maldiciones que caerán sobre el pueblo si es obediente o desobediente. La «Ley de Santidad» (Levítico 17—26) también termina con una lista de bendiciones (26.3-13) y maldiciones (26.14-39). Se han encontrado veintisiete tipos de maldiciones en estos capítulos, abarcando todos los sufrimientos posibles en el mundo antiguo: derrota, enfermedad, desolación, privación, deportación y muerte. Los expertos han descubierto que muchas de las maldiciones específicas que aparecen en la lista en los tratados hititas también se hallan en la lista de maldiciones de Deuteronomio 28, Levítico 26, y en varias partes del Antiguo Testamento.
Otras listas en el Antiguo Testamento
1 Crónicas ya ha sido mencionado como un libro que contiene muchas listas de nombres. Otros libros que contienen listas exhaustivas de varios tipos incluyen a Números, Josué, Esdras y Nehemías.
La narrativa hebrea tiene como característica la repetición. Sin embargo, muchas de las lenguas del mundo occidental consideran que una ingente cantidad de repetición en textos escritos es tediosa y pesada. La narrativa hebrea, por ejemplo, en varias ocasiones muestra verso tras verso que dice: «A fue padre de B. B fue padre de C. C fue padre de D. D fue padre de E, etc.». Nótese que en las siguientes dos traducciones (TLA y VPEE) de 1 Crónicas 6.4-14, TLA evita repetir las palabras «fue padre de» mediante la introducción de las palabras «Los descendientes de…fueron» al principio del versículo 4.
Los descendientes de Eleazar fueron: Finees, Abisúa, Buquí, Uzí, Zeraías, Meraiot, Amarías, Ahitub, Sadoc, Ahimaas, Azarías, Johanán, Azarías, Amarías, Ahitub, Sadoc, Salum, Hilquías, Azarías, Seraías, Josadac.Azarías hijo de Johanán fue sacerdote en el templo que Salomón construyó en Jerusalén. Josadac hijo Seraías fue llevado prisionero cuando Dios hizo que el rey Nabucodonosor de Babilonia se llevara prisioneros a los habitantes de Judá y Jerusalén. (TLA)
4 Eleazar fue padre de Finees, Finees fue padre de Abisúa,5 Abisúa fue padre de Buquí, Buquí fue padre de Uzí,6 Uzí fue padre de Zeraías, Zeraías fue padre de Meraiot,7 Meraiot fue padre de Amarías, Amarías fue padre de Ahitub,8 Ahitub fue padre de Sadoc, Sadoc fue padre de Ahimaas,9 Ahimaas fue padre de Azarías, Azarías fue padre de Johanán, 10Johanán fue padre de Azarías, que fue sacerdote en el templo que Salomón construyó en Jerusalén.11Azarías fue padre de Amarías, Amarías fue padre de Ahitub,12 Ahitub fue padre de Sadoc, Sadoc fue padre de Salum,13 Salum fue padre de Hilquías, Hilquías fue padre de Azarías,14Azarías fue padre de Seraías y Seraías fue padre de Josadac.15 Josadac fue llevado al destierro cuando el Señor desterró a Judá y Jerusalén por medio de Nabucodonosor. (VPEE)
Las traducciones tradicionales casi siempre han usado el formato de párrafo para listas, así como para textos narrativos. Empero, en muchas culturas contemporáneas, los lectores están acostumbrados a tener información en listas presentadas en un formato de columnas. Por esta razón, muchas traducciones funcionales equivalentes emplean formatos de columnas para listas en el idioma receptor.
Cinco ejemplos
(1) Nehemías 12 contiene una lista de sacerdotes y levitas que regresaron del Exilio babilónico con Zorobabel y con Josué. Los versículos 12-21 muestran 21 clanes y el sacerdote que era el jefe de cada clan. Mientras que muchas traducciones, como la VPEE, la cual es citada abajo, presenta esta información en el formato de párrafo, algunas traducciones, como la TLA, la cual también se muestra abajo, emplea columnas.
12En tiempos de Joaquim, los sacerdotes jefes de familia eran: de la familia de Seraías, Meraías; de la de Jeremías, Hananías;13 de la de Esdras, Mesulam; de la de Amarías, Johanán;14 de la de Melicú, Jonatán; de la de Sebanías, José;15 de la de Harim, Adná; de la de Meraiot, Helcai;16 de la de Idó, Zacarías; de la de Guinetón, Mesulam;17 de la de Abías, Zicrí; de la de Miniamín,…f; de la de Moadías, Piltai;18 de la de Bilgá, Samúa; de la de Semaías, Jonatán;19 de la de Joiarib, Matenai; de la de Jedaías, Uzí;20de la de Salai, Calai; de la de Amoc, Éber;2]de la de Hilquías, Hasabías; y de la familia de Jedaías, Natanael. [El nombre del jefe correspondiente no se encuentra en el texto hebreo].
[12-21] En la época de Joacín estos eran los jefes de las familias de los sacerdotes que regresaron:
Jefe | Familia sacerdotal |
Meraías | Seraías |
Hananías | Jeremías |
Mesulam | Esdras |
Johanán | Amarías |
Jonatán | Melicú |
José | Sebanías |
Adná | Harim |
Helcai | Meraiot |
Zacarías | Idó |
Mesulam | Guinetón |
Zicrí | Abías |
Piltai | Moadías |
Samúa | Bilgá |
Jonatán | Semaías |
Matenai | Joiarib |
Uzí | Jedaías |
Calai | Salai |
Éber | Amoc |
Hasabías | Hilquías |
Natanel | Jedaías |
El Antiguo Testamento contiene varias listas similares de tribus y líderes de cada tribu (por ejemplo, Nm 1.5-16; 7.12-83; 13.3-15; 34.19-28; 1 Cr 27.16-22).
(2) Números 7 dice que en el tiempo de Moisés, un líder de cada una de las doce tribus trajo su ofrenda para la dedicación del santuario. Estas ofrendas eran hechas en el transcurso de doce días. La TLA presenta esta información en los versículos 12-83 de la siguiente manera:
12-83 Estas son las ofrendas que los jefes de las doce tribus de Israel presentaron a Dios:
- una bandeja de plata de un kilo y medio,
- una jarra de plata de tres cuartos de kilo,
- una gran cuchara de oro de ciento diez gramos, llena de incienso,
- un ternero,
- un carnero,
- un cordero de un año para quemarlo completamente en honor a Dios,
- un chivo para sacrificarlo como pago por sus pecados,
- dos toros, como ofrenda para hacer la paz con Dios,
- cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año.
Todo eso fue pesado según el peso aprobado en el santuario. La bandeja y la jarra estaban llenas de harina fina amasada con aceite, para preparar una ofrenda de cereales. Todas estas ofrendas las presentaron los doce jefes en el siguiente orden:
- El primer día, Nahasón, de la tribu de Judá,
- El segundo día, Natanael, de la tribu de Isacar,
- El tercer día, Eliab, de la tribu de Zabulón,
- El cuarto día, Elisur, de la tribu de Rubén,
- El quinto día, Selumiel, de la tribu de Simeón,
- El día doce, Ahirá, de la tribu de Neftalí.
La VPEE no emplea este formato tal como lo hace la TLA, pero sí elimina la repetición del hebreo mediante la frase «y ofrendó lo mismo que los anteriores» en vez de repetir todas las cosas que fueron traídas como ofrenda al final de cada de día.
Compárese las traducciones en la VPEE y la TLA con la siguiente traducción en la RVR-95, la cual es una traducción literal del hebreo. Nótese cómo la TLA y la VPEE han reducido la repetición al decir que cada persona trajo ofrendas idénticas.
12 El que presentó su ofrenda el primer día fue Naasón hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.13 Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;14 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;15 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;16 un macho cabrío para la expiación; 17 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Naasón hijo de Aminadab.18 El segundo día presentó su ofrenda Natanael hijo de Zuar, príncipe de Isacar.19 Presentó como su ofrenda un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; 20una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;21un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;22un macho cabrío para la expiación;23 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Natanael hijo de Zuar. 24El tercer día, Eliab hijo de Helón, príncipe de los hijos de Zabulón,25 presentó su ofrenda: un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;26 una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso;27 un becerro, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;28 un macho cabrío para la expiación;29 y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Eliab hijo de Helón… (RVR-95)
(3) Otras listas en el Antiguo Testamento indican los números de integrantes de cada tribu o clan (por ejemplo, Nm 1.20-46; 2.3-9, 10-16, 18-24, 25-31; 4.34-38; Esd 2.3-20, 21-35, 36-39; 40-42; 64-67; Neh 7.8-25; 26-38, 39-42, 43-45). La TLA presenta de nuevo la información en estos versículos en forma de lista, como en Números 1.20-46, el cual está citado aquí:
17-19Entonces Moisés y Aarón reunieron a todos estos jefes que Dios había elegido, y a los varones mayores de veinte años. El resto del pueblo también estaba allí. Entonces los contaron y los anotaron según la tribu de Israel a la que pertenecían. Lo hicieron tal y como Dios se lo había ordenado a Moisés.
[20-46] Este fue el número total de varones capaces de ir a la guerra:
De la tribu de Rubén | cuarenta y seis mil quinientos |
De la tribu de Simeón | cincuenta y nueve mil trescientos |
De la tribu de Gad | cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta |
De la tribu de Judá | setenta y cuatro mil seiscientos cincuenta |
De la tribu de Isacar | cincuenta y cuatro mil cuatrocientos |
De la tribu de Neftalí | cincuenta y tres mil cuatrocientos |
El número total de soldados fue de seiscientos tres mil quinientos cincuenta.
(4) Algunas listas indican objetos tales como los utensilios y obsequios destinados para el templo de Dios (1 R 7.40-45; 2 Cr 4.11-16; Esd 1.9-10; 8.26-27).
(5) Otras listas brindan equivalencias para unidades de medida (por ejemplos, Ez 45.11-15)
El punto que se debe destacar de las listas, como las que se han mencionado o citado anteriormente, es que algunos formatos son más fáciles que otros para la comprensión del lector moderno. En algunos idiomas y culturas, el evitar la repetición hallada en el hebreo ayudará más a la lectura del texto que una traducción literal. Los traductores deberán saber cómo presentar esta información tomando en consideración si un formato será mejor que otro y por qué.
La importancia de las genealogías
La verdad es que a la mayoría de los lectores modernos las genealogías y listas de nombres, fueran del Antiguo o del Nuevo Testamento, les resultan aburridas y sin ningún significado. En cuanto a las genealogías en 1 Crónicas 1—9, por ejemplo, Leslie C. Allen ha escrito: «los primeros nueve capítulos de genealogías son como leones que vigilan la entrada, ahuyentando a los temerosos de los tesoros que guarda en el interior». 4 Un atrevido traductor inglés hasta intentó de ayudar al lector moderno al omitir los numerosos nombres en Mateo 1.1-16 y resumiendo los versículos de la siguiente manera: «La genealogía de Jesucristo se puede remontar hasta Abraham y se divide en cuarenta y dos generaciones hasta José, esposo de María».5
Aunque se quiera resumir la traducción para la comodidad del lector moderno, hay que reconocer que las genealogías tenían importancia literaria y teológica para los escritores y los lectores originales, y deben ser tratadas como partes esenciales del texto. Por ejemplo, el escritor de Crónicas demuestra mediante su explicación en 5.1-2 que tenía un interés particular en colocar a la tribu de Judá al principio de las genealogías de las tribus de Israel. 6 Además, la estructura quiástica de Crónicas (es decir, «a, b, c, b, a») de la lista genealógica para la tribu de Judá coloca al clan de David en el medio, atribuyéndole importancia al papel de David en la historia del Cronista. Las estructuras literarias en las cuales nombres y genealogías son incluidos poseen una importancia teológica.7
Para tomar otro ejemplo, la colocación de Samuel en la tribu de Leví (1 Cr 6.28 = 6.13 TM) en lugar de la tribu de Efraín, como en 1 Samuel 1.1, fue claramente por razones teológicas. Para el autor de Crónicas, si Samuel sirvió en el templo de Silo y fue padre de una orden de cantores del templo, entonces él debió haber sido un levita (1 Cr 6.31-43 = 6.16-28). 8Asimismo, por razones teológicas, el autor de 1 Crónicas coloca a Ahimélec, el hijo de Abiatar, en el linaje de de Itamar (1 Cr 24.3) en vez de en la línea de Eleazar, como en 1 Samuel 22.20. Como plantea Tuell: «Para estar seguro, el Cronista tuvo poca opción en el asunto. Si Abiatar era sacerdote, tal como aseguran sus fuentes, y si solo los aaronitas eran sacerdotas, tal como lo afirma siempre el Cronista, entonces Abiatar debe estar relacionado con Aarón de alguna forma».9
Estas observaciones son importantes. Los intérpretes y traductores quizá quieran consistencia histórica y claridad en los textos bíblicos, pero en Crónicas parece ser evidente que los propósitos del escritor, en general, eran más teológicos que históricos. Por lo tanto, debemos tener cuidado, sea en la interpretación o traducción, de suponer apresuradamente que un pasaje que presenta una contradicción no es lo que el autor escribió en una genealogía o en otros tipos de listas.
El establecimiento de autoridad y legitimidad
Así como han indicado los párrafos anteriores, las genealogías en Crónicas funcionan para legitimar individuos y sus descendientes en el sistema religioso de Israel. Las listas detalladas de genealogías añadían autoridad a aquellos en el liderazgo durante el período posterior al exilio y brindaban un sentido de continuidad, desde los orígenes del pacto con Dios hasta el actual descendiente. Tal como lo plantea Simon J. De Vries, con respecto a la primera sección de 1 Crónicas: «Las entidades de las tribus son un esqueleto que muestra el Israel de aquí y ahora, quién es, dónde vive y cómo funciona».10
*****Busque la segunda parte de este artículo aquí: «Fórmulas, listas y genealogías— Parte 2»
__________
Referencias
[1]De acuerdo con Luis Alonso Schökel, una quinta parte de 1 Crónicas consiste de listas de nombres (Biblia del Peregrino: Antiguo Testamento. Prosa. Edición de Estudio. Tomo I (2aed.; Bilbao: Ediciones Mensajero, 1998), p. 750.
[2]Véase, p. ej., Robert R. Wilson, “The Old Testament Genealogies in Recent Research,” JBL 94 (June, 1975): 169-89; idem, Genealogy and History in the Biblical World (New Haven: Yale University Press, 1977); M.D. Johnson, The Purposes of the Biblical Genealogies(2nded.; Cambridge, 1988); y Robert R. Wilson, “Genealogy, Genealogies,” ABD-2: 929-32.
[3]Véase Edesio Sánchez, “Arqueología Bíblica,” en Descubre la Biblia (ed. Edesio Sánchez; Sociedades Bíblicas Unidas, 1998), p. 115; y Michael L. Barré, “Treaties in the ANE,” ABD6: 653-56.
[4]Leslie C. Allen, “The First and Second Books of Chronicles,” The New Interpreter’s Bible, vol. III (ed. Leander E. Keck; Nashville: Abingdon, 1999), p. 299.
[5]J.B. Phillips, The Gospels Translated into Modern English (New York: MacMillan, 1952).
[6]H.G.M. Williamson, “Sources and Redaction in the Chronicler’s Genealogy of Judah,” JBL 98/3 (1979): 351-59.
[7]Sarah Japhet, I & II Chronicles(Old Testament Library; Louisville: Westminster/John Knox, 1993), p. 68.
[8]Japhet, I & II Chronicles, pp. 155-56; Baruch Halpern, The First Historians: The Hebrew Bible and History(University Park: Penn.: Pennsylvania State University Press, 1996), p. 273; y Luis Alonso Schökel, Biblia del Peregrino: Antiguo Testamento. Prosa. Edición de Estudio. Tomo I, p. 757.
[9]Steven S. Tuell, First and Second Chronicles (Interpretation; Louisville: John Knox, 2001), p. 63.
[10]Simon J. De Vries, 1 and 2 Chronicles(The Forms of the Old Testament Literature, vol. XI; Grand Rapids: Eerdmans, 1989), p. 27.