En esencia, ser un cristiano significa seguir a Cristo y vivir según sus enseñanzas. La Biblia es la fuente de la verdad y la guía para los cristianos en su camino de fe. En breve, ¿qué elementos deberíamos tener en cuenta para vivir la vida cristiana de acuerdo a la enseñanza bíblica?
1- Ama a Dios por encima de todo
Cuando le preguntaron al Señor Jesús cuál es el gran mandamiento en la ley, respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente» (Mateo 22.37). Para vivir una vida cristiana plena, es esencial que amemos a Dios sobre todas las cosas. Esto significa poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas y hacer todo lo que hacemos para su gloria. Podemos expresar nuestro amor por Dios a través de la oración, la adoración y la obediencia a sus mandamientos. Si bien hay actividades que deben ser hechas en nuestra vida diaria en las que no pensamos que le estemos dando la gloria a Dios, nuestras vidas deben reflejar ese deseo en cada momento, cada tarea, cada actitud.
2- Ama a tu prójimo como a ti mismo
El Señor Jesús, continuó su respuesta sobre el primer mandamiento y añadió: «El segundo es semejante al primero: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”» (Mateo 22.39). Como cristianos, estamos llamados a amar a los demás y a tratarlos con respeto y compasión. Debemos ser generosos y serviciales con los necesitados y trabajar para construir relaciones saludables con los demás. Jesús nos enseñó que todos los mandamientos de la ley se resumen en estos dos mandamientos (Mateo 22.40). Es claro que no siempre podremos hacerlo, pero, como diría Pablo, «en lo que dependa de nosotros», debemos buscar amar a nuestro prójimo y reflejar así, la imagen de Cristo.
3- Sé un seguidor de Cristo
Para vivir la vida cristiana, debemos seguir a Cristo, dicho de manera simple. Jesús dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Juan 14.6). Para seguir a Cristo, debemos tener una relación personal con él y leer su Palabra regularmente a fin de conocer cada vez más la voluntad de Dios, que está expuesta en su Palabra. Debemos tratar de imitar a Cristo en todo lo que hacemos, viviendo una vida de humildad, amor y servicio a los demás.
4- Busca la voluntad de Dios para tu vida
Debemos buscar la voluntad de Dios a través de la oración y el estudio de su Palabra. No debemos olvidar que gran parte de la voluntad de Dios para cada uno de nosotros está claramente expresada en las Escrituras. Sin embargo, la voluntad de Dios para nuestras vidas es específica para cada uno de nosotros y debemos buscarla y cumplirla. Los hermanos en Cristo que son parte de nuestra comunidad de fe son una ayuda importantísima para comprender la voluntad de Dios para nuestra vida. Conocer nuestros dones espirituales será de gran ayuda para conocer la voluntad de Dios, pues hemos recibido esos dones para ayudarnos a cumplir la voluntad de Dios en nuestra comunidad.
5- Sé un discípulo de Cristo
Un discípulo es alguien que sigue a su maestro, aprende de él y busca imitarlo. Como cristianos, somos llamados a ser discípulos de Cristo y aprender de él. Asimismo, debemos ser humildes y estar dispuestos a aprender de los demás. También debemos compartir nuestras experiencias y enseñanzas con otros, para ayudarles en su propio camino de fe.
6- Vive una vida de integridad
La integridad es fundamental para la vida cristiana. Debemos vivir de acuerdo con los valores y principios cristianos, y mantenernos firmes en nuestra fe, incluso en momentos de adversidad. Debemos ser honestos y justos en todas nuestras relaciones y en nuestras acciones.
7- Busca el perdón y el arrepentimiento
Como cristianos, sabemos que todos hemos pecado y necesitamos el perdón de Dios. Debemos buscar el perdón y el arrepentimiento cuando fallamos, reconociendo nuestros errores y pidiendo perdón a Dios y a los demás. La confesión es un paso importante en este proceso y nos permite recibir el perdón y la gracia de Dios. Y siempre debemos estar dispuestos a mostrar frutos dignos de arrepentimiento, si fuera posible.
En conclusión, vivir la vida cristiana implica amar a Dios y a los demás, seguir a Cristo, buscar la voluntad de Dios para nuestras vidas a través de la oración y el estudio de la Palabra, ser discípulos de Cristo, vivir una vida de integridad y buscar el perdón y el arrepentimiento cuando fallamos. Al seguir estos principios y ponerlos en práctica en nuestra vida diaria, podemos vivir una vida plena y satisfactoria en Cristo.