«Cada mañana, las calles de Puerto Príncipe están llenas de cadáveres. No es fácil para mí dar un resumen sobre la situación de mi país, ya que hay mucho que decir», comenta Magda Victor, directora de la Sociedad Bíblica Haitiana. Y compartió un poco sobre la situación que prevalece actualmente en la capital de Puerto Príncipe y sus alrededores.
La situación en Haití ha sido tensa desde 2018; sin embargo, el asesinato del presidente Jovenal Moise en julio de 2021 ha hecho que la situación sea aún más catastrófica. A menudo se siente como si todas las fuerzas del mal se hubieran unido contra el pueblo haitiano. Específicamente, las pandillas, los secuestros, los disturbios, los asesinatos y la destrucción de las casas que conduce al desplazamiento de la gente para buscar otros cielos más clementes, solo para mencionar algunas. La mayoría de las veces, las mujeres y los niños son tomados por grupos armados para obtener beneficios económicos. Muchos de mis compatriotas se han desplazado internamente. Los sonidos esporádicos de disparos con armas automáticas se han convertido en la banda sonora de la noche y a veces el día para los residentes de Puerto Príncipe y sus alrededores. Las pandillas armadas han destruido mucha infraestructura importante en el país. Por ejemplo, las pandillas amenazaron a un sanatorio que recibía a pacientes de tuberculosis, lo que provocó que todos los pacientes huyeran, contaminando así a la población en general. De forma similar, las pandillas han dañado los cables de fibra óptica de dos compañías de telecomunicaciones dejando temporalmente a los clientes sin servicio.
La situación se está complicando día a día. Desde Puerto Príncipe, si usted quiere desplazarse hacia el norte o hacia el sur, se convierte en un objetivo para los bandidos armados. De lo contrario, tiene que viajar en avión y encontrar una manera de moverse una vez que llega. Durante varias semanas, ciertos barrios de la capital han sido ocupados por bandidos que están obligando a los residentes a mudarse quemando sus casas. Dos miembros del personal y sus familias se han visto obligados a abandonar sus casas. La proximidad de la Embajada Americana no libró la situación, la cual tuvo que suspender todos los servicios.
La inseguridad generalizada que golpea al país está ahora en el paso de la puerta de la Sociedad Bíblica. Es imprescindible mencionar que nuestras oficinas están ubicadas en un área que casi puede describirse como una zona donde no hay ley. Cada mañana, las calles de Puerto Príncipe están llenas de cadáveres. No sabemos cuándo se detendrá este flujo continuo de sangre, ni sabemos si seremos víctimas de este ciclo interminable de violencia.
Nuestro consuelo permanece en las promesas de nuestro Dios que nunca abandona a quienes confían en Él. Nuestra esperanza está en Él.
Dicho esto, quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi más sincero agradecimiento a todas las Sociedades Bíblicas hermanas por sus oraciones y preocupación durante estos tiempos difíciles que hemos estado experimentando durante varios años. Sus oraciones han impedido que nuestra fe decaiga, armándonos para nuevas batallas. Cada día el campo que debe ser sembrado con la Palabra de Dios se magnifica en este tiempo de angustia sin precedentes.
