spot_img

¿Insignificantes?

Compártelo:

«…sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es.» (1 Corintios 1.27-28b)

¿Insignificantes?
Imagen provista por
pexels.com/es-es/@sherlocked124578

¿Qué pasaría si Dios se dejara llevar por la apariencia de la gente? ¡Tal vez hoy no tendríamos gran parte de la Biblia! ¡Quizás no se hubieran realizado algunas de las proezas más grandes de la historia! Nosotros, los seres humanos, vemos lo que tenemos delante de nuestros ojos, pero nuestro Creador ve más allá: pone su atención en el corazón de la gente, es decir, en las intenciones y la disposición que cada persona demuestra.

Pensemos por unos minutos y tratemos de recordar los nombres de las mujeres y los hombres que aparecen en los libros de la Biblia. ¿Cómo eran quienes realizaron sorprendentes hazañas con la ayuda de Dios? ¿A qué se dedicaban?

Noé y Gedeón eran campesinos. Abraham y David eran pastores de ovejas y cabras. José había sido despreciado por sus hermanos. Moisés era una persona con dificultades para hablar. Elías tenía muchos temores. Nehemías era copero. Jeremías estaba lleno de complejos de inferioridad. Pedro, Juan y Jacobo eran pescadores.

La historia bíblica está llena de personas que, para el resto, no significaban gran cosa, pero que para Dios fueron de suma importancia en el desarrollo de sus propósitos.

¿Cómo somos nosotros?

¡Esforcémonos por desarrollar nuestros talentos y convertirnos cada día en mejores personas! Pero siempre recordemos tener una actitud humilde, un corazón dispuesto y una voluntad decidida a seguir a Jesús y obedecer sus enseñanzas.

¡Dios se complace en utilizar y bendecir a quienes viven con humildad!

Sumérgete: ¿Cómo vivimos? ¿Qué pensamos? ¿Cómo está nuestro corazón? ¡Confiemos siempre en Dios y entreguémosle cada área de nuestra vida! Escuchemos sus enseñanzas y permitámosle dirigir nuestros pasos.

.

━ Popular

277 El error de Pedro

Pedro creía que jamás negaría a Jesús, pero cuando estuvo en un momento complicado y sentía miedo de lo que iba a pasar, hizo aquello que jamás imaginó.

«No oigo nada» ─ Biblia, Atahualpa y contexto — Parte 1

Con la Biblia en la mano izquierda y el crucifijo en la otra, el sacerdote Vicente de Valverde espeta al soberano inca: «Aquí está...

Necesitamos una transformación total

Para vivir una verdadera transformación, debemos tener a Jesús en nuestro corazón, obrar bien, y permitir que Dios controle nuestra vida.

Misericordia

Tener misericordia es mucho más que palabras, debe demostrarse con acciones siguiendo el ejemplo de nuestro Creador.

No confundamos la independencia con rebeldía

«Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la ley y el consejo.» (Proverbios 3.21) En la vida de toda persona llega...
Artículo anterior
Artículo siguiente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí