¿Qué hay en el Nombre y cómo traducirlo?
Las traducciones actuales.
Para quienes hemos nacido en la tradición evangélica y pertenecemos a las generaciones que crecieron con la Reina-Valera 1909 o 1960, leer o decir «Jehová» para referirnos al nombre especial y singular del Dios del AT es algo normal.
Edesio Sánchez Cetina
Sin embargo, a partir de la década de los setenta, con la aparición de nuevas traducciones y versiones castellanas, los lectores de la Biblia han descubierto, unas veces con inquietud y otras con sorpresa, que «Jehová»1 no es la única manera de escribir ese nombre especial de Dios.
Tomemos como ejemplo cuatro versiones modernas de la Biblia: NBJ (1998), BL (1995), NVI (1999) y DHH (también conocida como Versión Popular; 1994).
NBJ, siguiendo el ejemplo establecido por la versión francesa original, usa la siguiente forma del nombre especial de Dios: «Yahvé»:
Dios habló a Moisés y le dijo: «Yo soy Yahvé. Me aparecí a Abrahán, a Isaac y a Jacob como El Sadday; pero mi nombre de Yahvé no se lo di a conocer» (Ex 6.2-3).
Lo mismo hace BL, solo que en este caso usa una forma más castiza; es decir, evita incluir la «h» intermedia del nombre, y escribe «Yavé»:
Dios habló a Moisés, le dijo: «¡Yo soy Yavé! Me di a conocer a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios de las Alturas, pues no quise revelarles ese nombre mío: Yavé».
Es importante indicar que ambas versiones son publicadas por editoriales católicas.
La DHH sigue el ejemplo establecido por la LXX. Esta versión, hecha por judíos para judíos, evitó escribir el sacrosanto nombre de Dios y en su lugar usó la palabra griega kyrios, que a su vez traducía la palabra hebrea Adonay. Ambas tienen el sentido castellano de «Señor». Así, DHH dice en Éxodo 6.2-3:
Dios se dirigió a Moisés y le dijo:
—Yo soy EL SEÑOR. Me manifesté a Abraham, Isaac y Jacob con el nombre de Dios todopoderoso, pero no me di a conocer a ellos con mi verdadero nombre: EL SEÑOR.
En la mayoría de lugares donde se cita este nombre de Dios, Dios Habla Hoy escribe «Señor». En Ex 6.2-3 pone el nombre con todas las letras mayúsculas por lo especial del pasaje. La NVI se coloca en la misma tradición, y se une a la mayoría de versiones modernas para usar el título «Señor» en lugar del nombre sacrosanto. Nótese que en esta versión el título aparece en letras mayúsculas pequeñas (y no incluye el artículo con este tipo de letra):2
En otra ocasión, Dios habló con Moisés y le dijo: «Yo soy el Señor. Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob bajo el nombre de Dios Todopoderoso, pero no les revelé mi verdadero nombre, que es el Señor».
La mayoría de las versiones castellanas usa, para referirse al nombre especial de Dios, las tres indicadas en los párrafos precedentes: «Jehová» (o «Jehovah»), «Yahvé» (o «Yavé») y «Señor» (o «Señor»). La versión portuguesa BLH (1988) había preferido usar la expresión «Dios Eterno»:
Deus disse a Moisés:
—Eu sou o Deus Eterno. Eu apareci a Abraão, a Isaque e a Jacó como o Deus Todo-Poderoso, porém não deixei que me conhecessem pelo meu nome de o Deus Eterno.
Sin embargo, en la revisión de esa versión, que lleva el nombre de Bíblia Sagrada. Nova Tradução na Linguagem de Hoje (2000) se abandona la expresión «Deus Eterno» y se prefiere «SENHOR». Recientemente, la TLA —debido a la audiencia que se tiene en mente— ha evitado usar el nombre propio YHVH, en cualquiera de sus formas, así como el título alterno de «Señor». En su lugar, y dependiendo de cada contexto particular, usa la expresión «Dios de Israel» o el nombre Dios acompañado de algún pronombre personal: «nuestro Dios», «mi Dios», etc. Solo en Éxodo 3.14-16 y 6.3, por ser los textos donde se habla de la revelación del nombre sacrosanto de Dios, se traduce el nombre por «YO SOY» (así en mayúsculas).
¿Por qué tales diferencias? Para responder a esta pregunta será necesario retroceder varios milenios. Debemos encontrar las razones que han llevado a traductores y exégetas a usar una o más de las posibilidades antes expuestas.
¿Cuál es la ortografía original y qué significa?
Empecemos con la explicación que da a la palabra «Jehová» la RVR, en su glosario:
JEHOVÁ. Nombre personal de Dios en el AT. En el hebreo primitivo, que carecía de vocales escritas, las consonantes son YHVH. Por respeto, dejó de pronunciarse, y en su lugar se leía «Adonay» (el Señor). Para recordar esto al lector, los rabinos le pusieron las vocales e, o y a, solo como contraseña, cuando inventaron un sistema de vocales escritas para el hebreo. En los medios cristianos empezó a leerse desde fines de la Edad Media con esas vocales y así resultó la forma latinizada «Jehovah», de donde viene «Jehová». Los hebraístas han llegado al acuerdo general de que la pronunciación original debe de haber sido Yahveh. Su significado se asocia con la idea de Ser o Existencia.
En esta explicación, resumida pero muy completa, encontramos todos los elementos necesarios para entender por qué algunas versiones usan «Jehová» (o «Jehovah»), «Yahvé» (o «Yavé»), «Señor» (o «Señor»).
El «tetragrámaton» YHVH
Las cuatro consonantes que componen el nombre especial de Dios forman, en el AT, el nombre divino que más se usa para referirse al Dios de Israel (unas 6800 veces). Las cuatro consonantes hebreas (hwhy)3 suelen transliterarse, con grafía castellana, de la siguiente manera: YHWH o YHVH.
Sin embargo, no está del todo claro, aun en el día de hoy, si, en efecto, fueron cuatro las consonantes que formaban parte, desde el principio, del nombre especial de Dios. En el AT encontramos dos formas cortas del nombre: yh (hy, Ex 15.2) y yhv (why), que aparece sobre todo como parte de nombres propios. La presencia de estas formas cortas en documentos extrabíblicos anteriores a Moisés, lleva a pensar que podrían ser las formas más antiguas del nombre. Sin embargo, al decir de Walter Eichrodt y otros, la forma larga, YHVH, es la apropiada para el nombre especial de Dios, y está directamente unida a la revelación divina a Moisés.4 Es importante señalar, al respecto, que la forma larga del nombre divino se encuentra presente en la «Estela de Mesa» o «Estela moabita», documento extrabíblico del siglo 9 a.C. Esa forma larga de cuatro consonantes proviene, según el consenso general de los biblistas, de hvy/hvh, raíz semítica del noroeste, empleada en el imperfecto del tema verbal simple, qal.5
Un problema todavía mayor tiene que ver con la pronunciación original y el significado de la palabra, si es que lo tenía. Tal como se dice en el glosario de la Reina-Valera 60, el consenso entre los biblistas es que «Yahveh» («Yahvé» o «Yavé») fue, posiblemente, la pronunciación de la palabra. Varios textos griegos provenientes del período patrístico corroboran tal pronunciación: Iabe (Iabé), como la transcribía Teodoreto de Ciro o Iaoue (Iaoué), como la transcribía Clemente de Alejandría. Además, la forma «Yavé» responde de mejor manera a las reglas gramaticales del hebreo bíblico. A esto debe añadirse que esa secuencia fonética aparece en un buen número de nombres amorreos.6
En relación con el significado, aunque se han ensayado varias propuestas, el texto bíblico (de manera especial Ex 3.14; véase también Os 1.9), y los estudios filológicos en general apuntan hacia una forma del verbo «ser» en hebreo. El verbo hebreo, a diferencia del verbo castellano, tiene lo que en gramática se llama «temas verbales». En el caso específico del nombre divino, Yahvé, los biblistas han señalado que el nombre podría ser una forma del imperfecto del tema verbal simple llamado qal o una forma del imperfecto del tema verbal causativo «hifil».
La escuela norteamericana, iniciada por William Albright, se inclina más por el causativo y da al nombre divino el sentido de «el que causa la existencia» o «el que crea». Aunque este sentido ha gozado de gran aceptación, en las últimas décadas ha sido objeto de importantes objeciones.
De acuerdo con Tryggve N. D. Mettinger,7 «YHVH» (o «Yahvé») significa simplemente «Él es». Esto se deduce como consecuencia lógica de la forma verbal en primera persona que aparece en Éxodo 3.14: hy<Ðh]a² (ehyeh) «Yo soy». Si Dios dice de sí mismo: «Yo soy», el pueblo dice de Dios: «Él es». Esta es la postura que actualmente goza de mayor aceptación. Véase como ejemplo la afirmación al respecto de E. Jenni:8
…parece que debemos limitarnos prácticamente al modo qal «él es, se manifiesta actuante» […] Esta explicación etimológica del nombre de Yahvé, que es la más comúnmente aceptada entre los autores modernos, se parece mucho a la presentada en Éxodo 3.14.
Hasta aquí podemos decir que versiones como NBJ y BL responden correctamente a las conclusiones alcanzadas por la mayoría de los biblistas. El uso del nombre «Yahvé» o «Yavé» para referirse al nombre especial de Dios es, en efecto, correcto. Sin embargo, todavía falta responder la siguiente pregunta: ¿por qué la mayoría de las versiones castellanas (o inglesas, francesas, portuguesas, alemanas) no sigue este consenso?
…si blasfemare el Nombre, que muera (Lv 24.16, RVR)
Existen muchos testimonios, tanto en la literatura bíblica como en la extrabíblica, que demuestran lo sacrosanto que llegó a considerarse el nombre «Yahvé». La cita de Levítico, así como el tercer mandamiento del decálogo, son dos ejemplos importantes al respecto. A menudo leemos o escuchamos del cuidado con el que los copistas judíos de la antigüedad transmitieron con profunda reverencia los documentos que contenían el nombre de Dios. Se cuenta de varios escribas que dejaban en blanco el espacio donde se debía escribir el nombre de Dios, y solo lo completaban después de una serie de ritos especiales de purificación. En otros casos, el nombre se sustituía por cuatro puntos o se escribía con una grafía especial, a menudo más antigua.
Aunque no se sabe la fecha exacta en la que se abandonó el uso del nombre en los textos bíblicos, la mayoría de los especialistas considera que eso debió de haber sucedido en algún momento de la época posexílica. Tanto la LXX como los documentos procedentes del judaísmo rabínico (adyacente a las sinagogas) indican que, para la lectura pública, cada vez que se llegaba a un texto que contenía las consonantes YHVH, sustituían estas, especialmente, por la palabra hebrea Adonay. En la LXX, la palabra griega correspondiente es Kyrios. Varios libros bíblicos muestran que la palabra Elohim («Dios») también sustituyó el nombre YHVH. Además de las dos palabras ya mencionadas, se recurrió, también, a las expresiones «el Nombre» y «el cielo». Este último ejemplo se nota sobre todo en casos como el de Lucas 15.21 donde el «hijo perdido» le dice a su padre que había ofendido al «cielo», sustituyendo así el uso del nombre sacrosanto.
¿Por qué «Jehová» y no «Yahvé» en la RVR y en la RVR-95?
Cuando los masoretas (grupo de eruditos judíos de la Edad Media) decidieron agregarle al texto bíblico hebreo la puntuación vocálica, con el fin de evitar la pérdida de la pronunciación correcta de las Sagradas Escrituras, trataron de manera muy especial el nombre divino. A las cuatro consonantes del nombre sagrado, YHVH, le agregaron los signos vocálicos correspondientes a la palabra hebrea Adonay, creando así lo que los especialistas llaman el qerê perpetuum; es decir, aunque las consonantes permanecen a la vista, la verdadera pronunciación del nombre quedó por siempre perdida. La combinación de las dos palabras (consonantes del nombre original y vocales del nombre sustituto) dio como resultado el nombre híbrido Yehovah.9 Para la mayoría de los lectores de este texto hebreo acompañado de signos vocálicos (que hoy conocemos como «Texto Masorético») no hubo problema alguno: cada vez que aparecía el nombre compuesto, su mirada se centraba en las vocales, no en las consonantes. Por ello, en la lectura pública jamás se pronunciaban las consonantes.
El problema vino cuando los lectores y traductores cristianos empezaron a leer el nombre híbrido. Sea por ignorancia o uso consciente, el caso es que para el año 1100 d.C. ya aparecía en las traducciones y lecturas públicas de la iglesia el nombre «Jehová». Los biblistas de la Ilustración y la Reforma no objetaron el uso de «Jehová». No fue sino hasta el siglo 19 cuando los biblistas empezaron a poner resistencia al uso del nombre híbrido.
El hecho de que tal nombre aparezca en varias versiones antiguas conocidas, como la Reina-Valera y la King James (inglés), muestra que la fuerza de la tradición perduró en ellas. Los traductores y revisores de esas versiones, sobre todo en la antigüedad, lo tomaron del latín y lo transcribieron a sus respectivas versiones. Muchos himnos en la tradición evangélica castellana muestran ser también herederos de esa tradición.
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Notas y comentarios
1La versión RVA escribe el nombre de Dios de la siguiente manera: «Jehovah», como intento de reproducir las cuatro consonantes (o tetragrámaton) del nombre hebreo.
2Lo mismo hace La Biblia de las Américas.
3Recuérdese que el hebreo se lee de derecha a izquierda.
4Walter Eichrodt, Teología del Antiguo Testamento I, p. 173.
5Roland De Vaux, Historia antigua de Israel I, p. 336 y 339.
6De Vaux, p. 332.
7Buscando a Dios. Significado y mensaje de los nombres divinos en la Biblia, p. 45-51.
8«Yhwh Yahvé», Diccionario teológico manual del Antiguo Testamento I, p. 969-970.
9Algunos se preguntarán por qué si Adonay empieza con la vocal «A», la palabra «Jehová» tiene como primera vocal la «e». La explicación es esta: en el hebreo existe una semivocal llamada «shevá» que normalmente se translitera como una «e» volada (e). El sonido de esta semivocal se acerca más al de la «e»; sin embargo, cuando acompaña a ciertas consonantes hebreas especiales, su sonido y grafía varían un poco. De allí que la semivocal en la palabra yn:Þdoa’ se transcriba como «a» y no como «e».
Saludos Sociedades Bíblicas Unidas. Es admirable ver cómo el hombre se ha preocupado de que la palabra de Dios sea traducida de sus idiomas originales a los diferentes idiomas modernos. El problema consiste en que no siempre hay una traducción equivalente y muchas veces exacta para el idioma en el se está traduciendo, pero por supuesto, el cuidado que Dios tiene para que nos llegue a todos su palabra ha hecho que existan hoy en día muchas diferentes versiones de la biblia, la pregunta es, tuvo y ha tenido Dios el cuidado de preservar su nombre en su palabra? Por supuesto que sí y aunque no todos lleguen a un consenso sobre este tema, Dios sí tiene cuidado de su palabra y de algo tan importante como lo es su nombre en su palabra, de ahí que su soberanía ha permitido que al día de hoy, muchos intentando con tantas injustificables excusas, traten de eliminar el nombre de Dios de su palabra. Al día de hoy, y por supuesto, durante muchos siglos más, lo que Dios en su soberanía permitió que hicieran los masoretas judíos al colocar las vocales e, o, a, a su nombre y que todavía hoy con tantos eruditos y personas intentando, con tantas tontas excusas, eliminar su nombre, sigue entre los creyentes de habla hispana y por supuesto, en la biblia más usada, que su nombre quede preservado. Lo que hicieron esos eruditos antiguos del idioma hebreo al colocar esas vocales fue preservar su nombre y Dios mismo ha cuidado de que así sea. Todavía hoy año 2020, la biblia más usada entre los cristianos de habla hispana conserva su nombre, tal y como Dios en su soberanía ha permitido que lo conozcamos.
He terminado de leer con detenimiento lo relacionado con los nombres de Dios, el porque de uno y el porque del otro, Yo en lo personal escuche en algunas ocaciones a los testigos de Jehova que defienden de una manera muy particular el nombre de Dios que para ellos es Jehova…..En su momento se me hizo un tema difícil de digerir ya que eso de alguna manera implicaba el pertenecer a ellos dado a esto de que ellos son la religión correcta, pero no me sentí atraído a ellos por lo común que se sabe de ellos, y segui la vida sin interesarme por saber si era Jehova, Yave,Yahve y/o Señor, yo tengo otros problemas mas mundanos que me gustaría que realmente desaparecieran ¡ pero ya !. Asi de que el nombre de Dios de momento no me intereso, tengo una hermana que no se exactamente a que corriente se metio, y muchas de sus pronunsaciones son raras, y le da muchas gracias ( a esa pronunciación que hace que según esto es hebreo antiguo o del sanstcrito o no se de donde) El caso es que ella esta muy agradecida porque finalmente ya conoce el verdadero nombre de Dios que para mi me resulta dificilísimo de pronunciar…..pero ahora con todo lo que acabo de leer ( o sea la parte 1) veo que hay demaciada complejidad para realmente pronunciar el nombre de Dios….He leído en la biblia donde el mismo Jesus dice; nadie me puede decir señor si el espíritu no se lo revela ( de momento no me cuerdo con exactitud el texto)…entonces si Dios asi lo desea el va a autorizar el pronunciar su nombre con santidad y exactitud y sobre todo con su real significado….en cuanto a historia hay demaciada información y es perderse en un mundo de datos….Escribiendo esto me llega a la mente el pasaje del genesisi donde el Señor dice, no es bueno que el hombre este solo…….y mando llamar a todos los animales para que adan les pusiera nombre…..Yo me pregunto, ¿Cómo los mando llamar si aun no tenían nombre?….bueno de momento no es el punto, el punto es que Dios puso frente a adan a todos los animales creados por El…..para que le pusiera nombre…..Basandome en esto y otros textos, el nombre es de mucha relevancia, por otro lado la escritura también dice que me debo de gozar de saber que mi nombre este escrito en el libro de la vida…..bueno hay mucho que hablar sobre esto, pero en cuanto a su información del punto que cito renglones atrás es muy, pero muy interesante y a la vez preocupante dado de que no debes tomar el nombre de Dios a la ligera pues con todos los títulos que hay en veces se confunden con nombres , y por si fuera poco se nos escapa el respeto y el tamaño del nombre glorioso de Dios y se diluye en formas mas superficiales sin respeto, sin adoracion, sin ese interés de saber realmente quien es…..Disculpen tanto rollo….pero fue fluyendo sin saberlo yo….Gracias por toda esta enseñanzas que me llevan a tener mas conocimiento histórico asi como bíblico….Gracias de nuevo
Quiero opinar sobre el uso en el hebreo de algunos modismos atribuibles solo a Dios. Un profesor de hebreo nos explicaba que en ese idioma existen algunas palabras o modos verbales, que fueron creadas únicamente para el uso Divino; dos ejemplos muy evidentes de ese criterio son las dos formas: el pronombre «yo» y el verbo «bará», por lo cual solo el Eterno puede decir «Y soy» y solo Él puede crear de la nada (bará). Esto cuesta entenderlo en nuestra cultura, en la cual se nos dice chistosamente que jugamos de yoyo sin darnos cuenta. Es notorio y muy evidente al leer los evangelios, que cuando el Maestro Jesús decía «Yo Soy» los fariseos y doctores de la ley, se rasgaban sus vestiduras y lo acusaban de blasfemo. Si una persona en la actualidad le pregunta a un hebreo por su nacionalidad, le contestará: de mí (aní) israelí, nunca le dirá yo soy israelí. Aprovecho para saludar al Dr. Conrado Umaña de Costa Rica, excelente profesor. Dios les bendiga.
Saludos y bendiciones….ultimamente podido observar que las mas recientes verciones biblicas en español an eliminado por completo el nombre de nuestro Dios jehova yahve y veo una maliciosa forma de generalizacion
Buenas tardes para todos. Estoy de acuerdo y lo triste es que «eruditos» tratan de hacernos aceptar el uso del nombre «Yahweh» o «Señor» donde incluso los mismos autores bíblicos usaban combinaciones del nombre de Dios con lugares y personas de acuerdo a la grafía (eoa) resultando nombres como: Yehowah-yire, nada que ver con Yahweh-yire. Por qué si los mismos autes bíblicos usan una forma más cercana del nombre divino (YHVH) que por supuesto en ese entonces no tenía vocales, pero no utilizaron una forma (ae) sino, (eoa) combinadas, por qué esos «eruditos» quiere hacernos creer que debe ser el nombre de Dios cuando ni Dios mismo permitió que se tradujera Y-a-h-w-eh con esas vocales sino, Y-e-h-o-v-a-h de donde viene el nombre en hebreo: JESUS, Jerusalem, Jerico y tantos otros nombres con esa grafía????