La felicidad es como nuestra sombra

La felicidad es como nuestra sombra

«Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.» (Juan 8.12).

¡La gente hace de todo para alcanzar la felicidad!

Hay quienes piensan que serán felices si logran encontrar a la persona indicada para compartir el resto de su vida. Otros creen que la religión les dará la paz que tanto anhelan. Están aquellos que buscan la alegría en las riquezas y en los bienes materiales. Y también hay personas que recurren a las drogas, el alcohol y cosas que les dan una sensación pasajera de seguridad y contentamiento.

¿Qué hacemos nosotros para lograr la felicidad?

Años atrás un autor escribió: «La felicidad es como nuestra sombra: si la perseguimos directamente, huye y se nos escapa; en cambio si nos estamos quietos como si no nos importara, se nos acerca por detrás y nos acaricia».*

Es como perseguir nuestra propia sombra…, ¡es imposible alcanzarla porque siempre está adelante! Pero si caminamos hacia la luz, la sombra nos seguirá a dondequiera que vayamos. La Biblia enseña que Jesús es la luz del mundo. Las personas y las cosas solo podrán brindarnos momentos alegres, pero cuando decidimos creer en Jesús y lo seguimos cada día, experimentamos la verdadera satisfacción y la felicidad duradera.

Sumérgete: Felicidad no significa reírse todo el tiempo y no tener problemas. Quiere decir que nuestro corazón tiene la paz del perdón de Dios, que sabemos que él nos ama y controla nuestra
vida.

* Carlos G. Valles, «Estad siempre alegres» © 1999 Sal Terrae, España.

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