Introducción
Muchos de los rostros que vemos reflejan una sensación de desencanto y tristeza. La pandemia y subsecuentes cuarentenas han llevado a muchas personas a profundas depresiones. Las drogas, las luchas raciales, las guerras y otros muchos casos similares han agravado esa sensación de que hemos sido abandonados a nuestra suerte.
Si tuviéramos que describir la condición general de esta generación, sería usando las palabras de moda en labios de psicoanalistas: depresión, inseguridad, temor y tristeza.
Por otro lado, la Biblia dice:
Me mostrarás la senda de la vida;
En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre(Salmos 16.11).
O esto es puro romance, o hay algo que investigar.
¿Qué dice la experiencia de la vida…?
I. Que el hombre equivocó su camino
- Salimos a vivir una vida con buenas intenciones, pero llegamos a donde no queríamos
Hay camino que al hombre le parece derecho;
Pero su fin es camino de muerte (Proverbios 14.12).
- Esto ocurre en política, economía, religión, educación, matrimonio – El Salmo 16 dice: «Me mostrarás la senda de la vida».
No podemos regresar atrás, pero podemos cambiar de nuevo. A eso vino Jesús. Juan 14.6 dice: «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí».
II. Todo el mundo quiere ser feliz
- No es malo querer ser feliz, pero equivocamos la receta, los medios y el orden.
- Nos olvidamos de Dios y todo resulta amargo en nuestras vidas. El Salmo 16 dice: «En tu presencia hay plenitud de gozo».
¿Dónde está la fuente permanente de gozo…? En la presencia de Dios, y el secreto es mantenerla.
III. Que el hombre está solo
- Hay una soledad interior que no desaparece: Ni la muchedumbre ni el aturdimiento puede acompañarnos.
- La realidad es que vivimos en un mundo caído, y nos relacionamos con muchas personas que no han entregado sus vidas a Dios. A veces nuestras vidas parecen empantanadas; sin embargo, podemos aferrarnos a las palabras del Salmo 16, que dice…
«Delicias a tu lado para siempre»
¡Este es el secreto…!
¡Toma la mano de Dios y tendrás delicias a su lado para siempre!