Apariciones después de la resurrección
A María Magdalena (Gólgota y Jerusalén)
Marcos 16:9-11 Traducción en lenguaje actual (TLA)
9 El domingo muy temprano, después de que Jesús resucitó, se le apareció a María Magdalena. Tiempo atrás, Jesús había expulsado de ella a siete demonios.
10 Mientras los discípulos estaban tristes y llorando por la muerte de Jesús, llegó ella y les contó que Jesús estaba vivo.
11 Pero ellos no creyeron que Jesús estuviera vivo ni que María lo hubiera visto.
Juan 20:11-18 Traducción en lenguaje actual (TLA)
11 María se quedó afuera de la tumba, llorando. Mientras lloraba, se inclinó para ver dentro de la tumba,
12 y vio a dos ángeles vestidos de blanco. Estaban sentados, uno donde había estado la cabeza de Jesús y el otro donde habían estado sus pies.
13 Los ángeles le preguntaron:
—Mujer, ¿por qué estás llorando? Ella les respondió: —Porque alguien se ha llevado el cuerpo de mi Señor, y no sé dónde lo habrá puesto.
14 Apenas dijo esto, volvió la cara y vio a Jesús allí, pero no sabía que era él.
15 Jesús le dijo: —Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? María pensó que estaba hablando con el que cuidaba el jardín donde estaba la tumba. Por eso le dijo:
—Señor, si usted se ha llevado el cuerpo que estaba en esta tumba, dígame dónde lo puso y yo iré a buscarlo.
16 Jesús le dijo: —María. Ella se volvió y le dijo: —¡Maestro!
17 Jesús le dijo: —No me detengas, pues todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y dile a mis discípulos que voy a reunirme con él, pues también es Padre de ustedes. Él es mi Dios, y también es Dios de ustedes.
18 María Magdalena fue y les dijo a los discípulos que había visto al Señor, y les contó todo lo que él había dicho.
A otras mujeres (Jerusalén) — Mateo 28.9-10
Mateo 28:9-10 Traducción en lenguaje actual (TLA)
9 En eso, Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron a él, le abrazaron los pies y lo adoraron.
10 Entonces Jesús les dijo: «No tengan miedo. Corran a avisarles a mis discípulos, para que vayan a Galilea; allí me verán.»
A dos discípulos (En el camino a Emaús) — Marcos 16.12-13 Lucas 24.13.32
Marcos 16:12-13 Traducción en lenguaje actual (TLA)
12 Después Jesús se les apareció a dos discípulos que iban por el campo.
13 Estos dos discípulos fueron y les avisaron a los demás, pero tampoco les creyeron.
Lucas 24:13-32 Traducción en lenguaje actual (TLA)
13 Ese mismo día, dos de los seguidores de Jesús iban a Emaús, un pueblo a once kilómetros de Jerusalén.
14 Mientras conversaban de todo lo que había pasado,
15 Jesús se les acercó y empezó a caminar con ellos,
16 pero ellos no lo reconocieron.
17 Jesús les preguntó: —¿De qué están hablando por el camino? Los dos discípulos se detuvieron; sus caras se veían tristes,
18 y uno de ellos, llamado Cleofás, le dijo a Jesús: —¿Eres tú el único en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado en estos días?
19 Jesús preguntó: —¿Qué ha pasado? Ellos le respondieron: —¡Lo que le han hecho a Jesús, el profeta de Nazaret! Para Dios y para la gente, Jesús hablaba y actuaba con mucho poder.
20 Pero los sacerdotes principales y nuestros líderes lograron que los romanos lo mataran, clavándolo en una cruz.
21 Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel. Pero ya hace tres días que murió.
22 »Esta mañana, algunas de las mujeres de nuestro grupo nos dieron un gran susto. Ellas fueron muy temprano a la tumba,
23 y nos dijeron que no encontraron el cuerpo de Jesús. También nos contaron que unos ángeles se les aparecieron, y les dijeron que Jesús está vivo.
24 Algunos hombres del grupo fueron a la tumba y encontraron todo tal como las mujeres habían dicho. Pero ellos tampoco vieron a Jesús.
25 Jesús les dijo:—¿Tan tontos son ustedes, que no pueden entender? ¿Por qué son tan lentos para creer todo lo que enseñaron los profetas?
26 ¿No sabían ustedes que el Mesías tenía que sufrir antes de subir al cielo para reinar?
27 Luego Jesús les explicó todo lo que la Biblia decía acerca de él. Empezó con los libros de la ley de Moisés, y siguió con los libros de los profetas.
28 Cuando se acercaron al pueblo de Emaús, Jesús se despidió de ellos.
29 Pero los dos discípulos insistieron: —¡Quédate con nosotros! Ya es muy tarde, y pronto el camino estará oscuro. Jesús se fue a la casa con ellos.
30 Cuando se sentaron a comer, Jesús tomó el pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio a ellos.
31 Entonces los dos discípulos pudieron reconocerlo, pero Jesús desapareció.
32 Los dos se dijeron: «¿No es verdad que, cuando él nos hablaba en el camino y nos explicaba la Biblia, sentíamos como que un fuego ardía en nuestros corazones?»
A diez discípulos reunidos (Jerusalén) — Marcos 16.14 Lucas 24.36-43 Juan 20.19-25
Marcos 16:14 Traducción en lenguaje actual (TLA)
14 Luego, Jesús se les apareció a los once discípulos mientras ellos comían. Los reprendió por su falta de confianza y por su terquedad; ellos no habían creído a los que lo habían visto resucitado.
Lucas 24:36-43 Traducción en lenguaje actual (TLA)
36 Todavía estaban los dos contando su historia, cuando Jesús se presentó en medio de todos y los saludó: «¡Reciban la paz de Dios!»
37 Todos se asustaron muchísimo, porque creyeron que era un fantasma.
38 Pero Jesús les dijo: «¿Por qué están tan asustados? ¿Por qué les cuesta tanto creer?
39 ¡Miren mis manos y mis pies! ¡Soy yo! ¡Tóquenme! ¡Mírenme! ¡Soy yo! Los fantasmas no tienen carne ni huesos, pero yo sí.»
40 Mientras les decía eso, Jesús les mostraba sus manos y sus pies.
41 Pero ellos, entre asustados y contentos, no podían creer lo que estaban viendo. Entonces Jesús les preguntó: «¿Tienen algo de comer?»
42 Ellos le dieron un pedazo de pescado asado,
43 y Jesús se lo comió mientras todos lo miraban.
A los once discípulos (Jerusalén) Juan 20:19-25 Traducción en lenguaje actual (TLA)
19 En la noche de ese mismo domingo, los discípulos se reunieron en una casa. Las puertas de la casa estaban bien cerradas, porque los discípulos tenían miedo de los líderes judíos. Jesús entró, se puso en medio de ellos, y los saludó diciendo: «¡Que Dios los bendiga y les dé paz!»
20 Después les mostró las heridas de sus manos y de su costado, y los discípulos se alegraron de ver al Señor.
21 Jesús los volvió a saludar de la misma manera, y les dijo: «Como mi Padre me envió, así también yo los envío a ustedes.»
22 Luego sopló sobre ellos, y les dijo: «Reciban al Espíritu Santo.
23 Si ustedes perdonan los pecados de alguien, Dios también se los perdonará. Y si no se los perdonan, Dios tampoco se los perdonará.»
24 Tomás, uno de los doce discípulos, al que le decían el Gemelo, no estaba con los otros cuando Jesús se les apareció.
25 Cuando Tomás llegó, los otros discípulos le dijeron: —¡Hemos visto al Señor! Pero él les contestó: —No creeré nada de lo que me dicen, hasta que vea las marcas de los clavos en sus manos y meta mi dedo en ellas, y ponga mi mano en la herida de su costado.
A los once discípulos (Jerusalén) Juan 20:26-31 Traducción en lenguaje actual (TLA)
26 Ocho días después, los discípulos estaban reunidos otra vez en la casa. Tomás estaba con ellos. Las puertas de la casa estaban bien cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos, y los saludó diciendo: «¡Que Dios los bendiga y les dé paz!»
27 Luego le dijo a Tomás: —Mira mis manos y mi costado, y mete tus dedos en las heridas. Y en vez de dudar, debes creer.
28 Tomás contestó: —¡Tú eres mi dueño y mi Dios!
29 Jesús le dijo: —¿Creíste porque me viste? ¡Felices los que confían en mí sin haberme visto!
30 Delante de sus discípulos, Jesús hizo muchas otras cosas que no están escritas en este libro.
31 Pero las cosas que aquí se dicen se escribieron para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que así, por medio de su poder reciban la vida eterna.
A siete discípulos cuando pescaban (Lago de Galilea) — Juan 21.1-25
1 Poco tiempo después, Jesús se apareció a los discípulos a la orilla del lago de Tiberias. Esto fue lo que sucedió:
2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás el Gemelo, Natanael, que era del pueblo de Caná de Galilea, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, y otros dos discípulos de Jesús.
3 Pedro les dijo: —Voy a pescar. —Nosotros vamos contigo —dijeron ellos. Todos subieron a una barca y se fueron a pescar. Pero esa noche no pudieron pescar nada.
4 En la madrugada, Jesús estaba de pie a la orilla del lago, pero los discípulos no sabían que era él.
5 Jesús les preguntó: —Amigos, ¿pescaron algo? —No —respondieron ellos.
6 Jesús les dijo: —Echen la red por el lado derecho de la barca, y pescarán algo. Los discípulos obedecieron, y después no podían sacar la red del agua, pues eran muchos los pescados.
7 Entonces el discípulo favorito de Jesús le dijo a Pedro: «¡Es el Señor Jesús!» Cuando Simón Pedro oyó que se trataba del Señor, se puso la ropa que se había quitado para trabajar, y se tiró al agua.
8 Los otros discípulos llegaron a la orilla en la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban como a cien metros de la playa.
9 Cuando llegaron a tierra firme, vieron una fogata, con un pescado encima, y pan.
10 Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar.»
11 Simón Pedro subió a la barca y arrastró la red hasta la playa. Estaba repleta, pues tenía ciento cincuenta y tres pescados grandes. A pesar de tantos pescados, la red no se rompió.
12 Jesús les dijo: «Vengan a desayunar». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era; ¡bien sabían que era el Señor Jesús!
13 Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio a ellos, y también les dio el pescado.
14 Ésa era la tercera vez que Jesús se aparecía a sus discípulos después de haber resucitado.
15 Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Él le respondió: —Sí, Señor. Tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo: —Entonces cuida de mis seguidores, pues son como corderos.
16 Jesús volvió a preguntarle: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le contestó: —Sí, Señor. Tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo: —Entonces cuida de mis seguidores, pues son como ovejas.
17 Por tercera vez le dijo: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se puso muy triste de que tres veces le había preguntado si lo quería. Entonces le contestó:
—Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas.
18 Cuando eras joven, te vestías e ibas a donde querías. Pero te aseguro que, cuando seas viejo, extenderás los brazos y otra persona te vestirá, y te llevará a donde no quieras ir.
19 Jesús se refería a cómo iba a morir Pedro, y cómo de esa manera iba a honrar a Dios.
Después le dijo a Pedro: —Sígueme.
20 El discípulo preferido de Jesús estaba siguiendo a Jesús y a Pedro. Ese discípulo era el mismo que había estado cerca de Jesús en la cena de la Pascua, antes de que Jesús fuera clavado en la cruz, y era también el que le había preguntado a Jesús quién lo iba a traicionar.
21 Cuando Pedro lo vio, le preguntó a Jesús: —Señor, ¿qué va a pasar con éste?
22 Jesús le contestó: —Si yo quiero que él viva hasta que yo regrese, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme.
23 Por eso, entre los seguidores de Jesús corrió el rumor de que este discípulo no iba a morir. Pero eso no fue lo que dijo Jesús. Lo que dijo fue: «Si quiero que él viva hasta que yo regrese, ¿qué te importa a ti?»
24 Éste es el mismo discípulo que ha dicho todas estas cosas. Él las escribió, y sabemos que lo que dice es verdad.
25 Jesús hizo muchas otras cosas, tantas que, si se escribiera cada una de ellas, creo que no cabrían en el mundo todos los libros que serían escritos.
1 Corintios 15:5 Traducción en lenguaje actual (TLA)
5 Primero se le apareció a Pedro, y después a los doce apóstoles.
A los Once en Galilea (Una montaña de Galilea) —Mateo 28.16-20 Marcos 16.15-18 1 Corintios 15.6
Mateo 28:16-20 Traducción en lenguaje actual (TLA)
A los once en Galilea (una montaña de Galilea) Mateo 28.16-20 Traducción en lenguaje actual (TLA)
16 Los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado.
17 Cuando se encontraron con él, lo adoraron, aunque algunos de ellos todavía dudaban de que realmente fuera Jesús.
18 Pero él se acercó y les dijo: «Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo.
19 Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
20 Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»
Marcos 16:15-18 Traducción en lenguaje actual (TLA)
15 Jesús les dijo: «Vayan por todos los países del mundo y anuncien las buenas noticias a todo el mundo.
16 Los que crean en mí y se bauticen, serán salvos. Pero a los que no crean en mí, yo los voy a rechazar.
17 Los que confíen en mí y usen mi nombre podrán hacer cosas maravillosas: Podrán expulsar demonios; podrán hablar idiomas nuevos y extraños;
18 podrán agarrar serpientes o beber algo venenoso, y nada les pasará. Además, pondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán.»
1 Corintios 15:6 Traducción en lenguaje actual (TLA)
6 Luego se les apareció a más de quinientos de sus seguidores a la vez. Algunos de ellos todavía viven, y otros ya murieron.
A Jacobo su hermano 1 Corintios 15:7 Traducción en lenguaje actual (TLA)
7 Más tarde se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles.
A los discípulos (En Jerusalén) — Lucas 24.44-49 Hechos 1.2-8
Lucas 24:44-49 Traducción en lenguaje actual (TLA)
44 Después les dijo: «Recuerden lo que les dije cuando estaba con ustedes: “Tenía que cumplirse todo lo que dice la Biblia acerca de mí.”»
45 Entonces les explicó la Biblia con palabras fáciles, para que pudieran entenderla:
46 «La Biblia dice que el Mesías tenía que morir y resucitar después de tres días.
47 También dice que en todas las naciones se hablará de mí, para que todos se vuelvan a Dios y él los perdone. »Ustedes deben hablar en Jerusalén
48 de todo esto que han visto.
49 Ahora quédense en la ciudad, porque muy pronto les enviaré a quien mi Padre prometió. No se vayan a ningún otro lado, hasta que reciban el poder que Dios les enviará.»
Hechos 1:2-8 Traducción en lenguaje actual (TLA)
2-4 hasta el día en que subió al cielo. Jesús murió en una cruz, pero resucitó y luego se apareció a los apóstoles que había elegido. Durante cuarenta días les demostró que realmente estaba vivo, y siguió hablándoles del reino de Dios.
Un día en que estaban todos juntos, Jesús, con el poder del Espíritu Santo, les ordenó: «No salgan de Jerusalén. Esperen aquí, hasta que Dios mi Padre cumpla su promesa, de la cual yo les hablé.
5 Juan bautizaba con agua, pero dentro de poco tiempo Dios los bautizará con el Espíritu Santo.»
6 Cierto día en que estaban reunidos los apóstoles, le preguntaron a Jesús: —Señor, ¿no crees que éste es un buen momento para que les des a los israelitas su propio rey?[a]
7 Jesús les respondió: —Sólo Dios decide cuándo llevar a cabo lo que piensa hacer.
8 Pero quiero que sepan que el Espíritu Santo vendrá sobre ustedes, y que recibirán poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaria, y también en los lugares más lejanos del mundo.
Notas:
Hechos 1:6 Otra posible traducción: ¿Es ahora cuando te convertirás en rey de Israel?
Bendición final y ascensión (desde Jerusalén hacia el monte de los Olivos y hacia Betania) —Marcos 16.19-20 Lucas 24.50-53 Hechos 1.9-12
Marcos 16:19-20 Traducción en lenguaje actual (TLA)
19 Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con sus discípulos, Dios lo subió al cielo. Allí, Jesús se sentó en el lugar de honor, al lado derecho de Dios.
20 Y los discípulos, por su parte, salieron a anunciar por todas partes las buenas noticias del reino. El Señor Jesús los acompañaba y los ayudaba por medio de señales milagrosas, y así Dios demostraba que los discípulos predicaban el mensaje verdadero. Amén.
Lucas 24:50-53 Traducción en lenguaje actual (TLA)
50 Jesús fue con sus discípulos hasta Betania. Allí, levantó sus manos y los bendijo.
51 Y en ese mismo instante fue llevado al cielo,
52 mientras ellos lo adoraban. Después de esto, los discípulos regresaron muy contentos a Jerusalén,
53 y todos los días iban al templo para adorar a Dios.
Hechos 1:9-13 Traducción en lenguaje actual (TLA)
9 Después de esto, los apóstoles vieron cómo Jesús era llevado al cielo, hasta que una nube lo cubrió y ya no volvieron a verlo. 10 Mientras tanto, dos hombres se aparecieron junto a los apóstoles. Estaban vestidos con ropas muy blancas, pero los apóstoles no los vieron porque estaban mirando al cielo.
11 Entonces aquellos dos les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿qué hacen ahí, mirando al cielo? Acaban de ver que Jesús fue llevado al cielo, pero así como se ha ido, un día volverá.»
12-13 Los apóstoles que vieron a Jesús subir al cielo eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago el hijo de Alfeo, Simón el Celote y Judas el hijo de Santiago. Todos ellos se alejaron del Monte de los Olivos y caminaron como un kilómetro, hasta llegar de nuevo a Jerusalén. Cuando llegaron a la casa donde se estaban quedando, subieron a su cuarto.
Muchas gracias por toda la información escrituras claves
para fue impactante e;l estudio y el orden sobre la resurreccion de cristo