Las leyes del Antiguo Testamento – Parte 2

Las leyes del Antiguo Testamento – Parte 2

Leyes apodícticas

La principal característica de las leyes apodícticas es que están redactadas en forma incondicional. Pueden incluir mandatos, es decir prescripciones positivas [«haz/hagan esto…»]:

  • Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahvé, tu Dios, te va a dar (Ex 20.12).
  • Constrúyeme un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. En cualquier lugar donde conmemore mi nombre, vendré a ti y te bendeciré (Ex 20.24).

Por José E. Ramírez-Kidd

O prohibiciones, es decir prescripciones negativas [«No hagas/hagan esto…»]:

  • No matarás (Ex 20.13).
  • No robarás (Ex 20.15).

Las leyes del Antiguo Testamento – Parte 2

 

Pueden, además, estar formuladas en segunda o en tercera persona:

  • [2 pers.]: Recuerda el día del sábado para santificarlo (Ex 20.8).
  • [3 pers.]: En el lugar donde inmolan el holocausto inmolarán la víctima de reparación, y su sangre se derramará sobre todos los lados del altar (Lv 7.2).

También se consideran formas apodícticas, las declaratorias de muerte

  • Si un hombre cualquiera de entre los israelitas o de los forasteros que residen en Israel entrega uno de sus hijos a Mólec, morirá sin remedio; el pueblo de la tierra lo apedreará (Lv 20.2).
  • Quien blasfeme el Nombre de Yahvé, será muerto; toda la comunidad lo apedreará. Sea forastero o nativo, si blasfema el Nombre, morirá (Lv 24.16).
  • El que mate un animal, indemnizará por él; más el que mate a un hombre, morirá(Lv 24.21).

Las maldiciones que aparecen en códigos legales

  • Maldito quien desprecie a su padre o a su madre. Y todo el pueblo dirá: Amén.
  • Maldito quien desplace el mojón de su prójimo. Y todo el pueblo dirá: Amén.
  • Maldito quien desvíe a un ciego en el camino. Y todo el pueblo dirá: Amén (Dt 15.16-18).

Y la ley del Talión

  • Si se produjeran otros daños, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal (Ex 21.23-25).[1]

Existen, además, otros rasgos formales que distinguen las leyes. Algunas leyes, como las de la columna de la izquierda en el cuadro que sigue, indican solamente la conducta prohibida (código legal). Otras, como las de la columna de la derecha, indican las sanciones o penas respectivas (código penal).

 

Código legal Código penal
No descubrirás la desnudez de tu padre ni la desnudez de tu madre (Lv 18.7). Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, serán castigados con la muerte: el adúltero y la adúltera (Lv 20.10).
No descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o fuera de ella (Lv 18.9). Si un varón se acuesta con otro varón, como se hace con una mujer, ambos han cometido una abominación: han de morir; su sangre sobre ellos (Lv 20.13).
No descubrirás la desnudez de la hija de tu hijo o de la hija de tu hija: es tu propia desnudez (Lv 18.10). Al que se una con bestia, se le dará muerte. Mataréis también a la bestia (Lv 20.15).
No descubrirás la desnudez de la hija de tu hijo o de la hija de tu hija: es tu propia desnudez (Lv 18.10). Si uno toma por esposas a una mujer y a su madre, es un crimen. Serán quemados tanto él como ellas, para que no se dé tal crimen entre ustedes (Lv 20.14).
No te acostarás con la mujer de tu pójimo, contaminándote con ella (Lv 18.21).

La sanción era importante porque otorgaba a la ley un cierto grado de obligatoriedad. Se ha dicho que «de nada vale toda la sabiduría de las leyes sin una espada que las haga cumplir».  Pues bien, esto era exactamente lo que pasaba con muchas leyes del Antiguo Testamento: prescribían una conducta, sin indicar la sanción correspondiente en caso de incumplimiento. Una norma del código deuteronómico estipula: Si ves caído en el camino el asno o el buey de tu hermano, no te desentenderás de ellos: le ayudarás a levantarlos (Dt 22.4). Pero, ¿qué pasaba si una persona, a pesar de todo, se desentendía del animal de su prójimo y seguía su camino? Pues, en principio, no sucedía nada. Este hecho debilitaba las leyes, ya que la convertía en una especie de recomendación o apelo a la buena consciencia de quien las escuchaba, pero nada más. Es por ello que los profetas se levantaban como una voz de la consciencia para recordar a los israelitas aquellos deberes suyos que estaban estipulados en la ley, pero que ellos fácilmente ignoraban. En su famoso sermón sobre el templo, Jeremías confronta a los israelitas con las siguientes palabras:

Las leyes del Antiguo Testamento – Parte 2

 

  • Porque si mejoran realmente su conducta y obras, si realmente hacen justicia mutua y no oprimen al forastero, al huérfano y a la viuda (y no vierten sangre inocente en este lugar), ni andan en pos de otros dioses para daño de ustedes, entonces yo me quedaré con ustedes en este lugar, en la tierra que di a sus padres desde siempre hasta siempre. Pero resulta que ustedes confían en palabras engañosas que de nada sirven, para robar, matar, adulterar, jurar en falso, incensar a Baal y seguir a otros dioses que no conocían (Jer 7.5-9).

Detrás de este texto se pueden percibir fácilmente varias leyes del Pentateuco como Deuteronomio 24.17-18;  Éxodo 20.13-16. Algo similar sucede cuando comparamos las exhortaciones de Ezequiel (cap. 18) con las prescripciones del código de la santidad (Lv 19):

Ezequiel 18       Levítico 19
6: no come en los montes ni alza sus ojos a las basuras de Israel, no contamina a la mujer de su prójimo,ni se acerca a una mujer en impureza, 4: No se vuelvan hacia los ídolos…
7: no oprime a nadie,  no comete rapiñas, da su pan al hambriento… 26: No practiquen la adivinación ni la magia
8: no presta con usura…aparta su mano de la injusticia,  dicta un juicio honrado entre personas 20: Si un hombre se acuesta con una mujer que es…
  13: No oprimirás a tu prójimo, ni lo explotarás
11: No hurtarán; no mentirán; no se engañarán
9: Cuando cosechen… no harás rebusco de tu viña
35: No cometan injusticia ni en los juicios
15: no hagas injusticia, ni por pobre ni rico…

Lentamente vamos encontrando, en el Antiguo Testamento, leyes que van acompañadas de frases que intentan darles mayor obligatoriedad. Así, en Deuteronomio 24.17-18, por ejemplo, se apela a la gratitud. El israelita debe recordar lo que el Señor ha hecho por él, en retorno está comprometido a obedecer:

  • No torcerás el derecho del forastero ni del huérfano, ni tomarás en prenda el vestido de la viuda. Te acordarás de que fuiste esclavo en el país de Egipto y que Yahvé tu Dios te rescató de allí. Por eso te mando hacer esto.

Otras leyes, dadas en beneficio de las personas débiles de la comunidad, se fundamentan en una promesa de bendición:

  • Si haces a tu prójimo un préstamo cualquiera, no entrarás en su casa para recobrar la prenda. Te quedarás fuera, y el hombre a quien has hecho el préstamo te sacará la prenda afuera. Y si es un pobre, no te acostarás sobre su prenda; se la devolverás a la puesta del sol, para que pueda acostarse en su manto. Así te bendecirá y tendrás un mérito a los ojos de Yahvé tu Dios (Dt 24.10-13).
  • Cada tres años apartarás todo el diezmo de tu cosecha de ese año y lo depositarás a tus puertas. Así vendrán el levita, ya que él no tiene parte ni heredad contigo, el forastero, el huérfano y la viuda que viven en tus ciudades, y comerán y se hartarán, para que Yahvé tu Dios te bendiga en todas las obras que emprendas (Dt 14.28-29).

Un paso más adelante encontramos la obligación a la que nos referíamos anteriormente cuando las víctimas de un abuso apelan directamente a Yahvé como instancia jurídica final:

  • No explotarás al jornalero humilde y pobre, ya sea uno de tus hermanos o un forastero que residen en tu tierra, en tus ciudades. El mismo día le darás su salario, y el sol no se pondrá sobre esta deuda; porque es pobre, y de ese salario depende su vida. Así no clamará contra ti a Yahvé, y no te cargarás con un pecado (Dt 24.14-15).
  • No maltratarás al forastero, ni lo oprimirás, pues forasteros fueron ustedes en el país de Egipto. No vejarás a viuda alguna ni a huérfano. Si los vejas y claman a mí, yo escucharé su clamor, se encenderá mi ira y los mataré a espada; sus mujeres quedarán viudas y sus hijos huérfanos (Ex 22.20-23).

 

Las leyes del Antiguo Testamento – Parte 2

 

Hemos hablado en la introducción acerca de tres códigos legislativos en el Antiguo Testamento. Una característica de las leyes del código de la santidad (Lv 17—26) es que a diferencia del código de la alianza (Ex 20.23—23.33) y del código deuteronómico (Dt 12—26), muchas de las leyes que encontramos en Levítico 17—26 contienen sanciones. Veamos tres distintos ejemplos de sanciones:

  • Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, que ofrezca holocausto o sacrificio de comunión y no lo traiga a la entrada de la Tienda del Encuentro para sacrificarlo en honor de Yahvé, será excluido de su parentela (Lv 17.8).
  • Todo nativo o forastero que coma carne de bestia muerta o destrozada lavará sus vestidos, se bañará y quedará impuro hasta la tarde; después será puro. Si no los lava ni baña su cuerpo, cargará con su falta (Lv 17.15).
  • Quien blasfeme el nombre de Yahvé, será muerto; toda la comunidad lo apedreará. Sea forastero o nativo, si blasfema el Nombre, morirá (Lv 24.16).

Un elemento común en todas estas leyes del código de la santidad es, precisamente, su preocupación fundamental por el tema de la santidad. Un interesante elemento formal común a estas leyes consiste en que todas ellas están dirigidas a una doble audiencia. Por una parte, se dirigen a «cualquier hombre de la casa de Israel» a «todo nativo»; por otra parte, se dirigen a «los forasteros que residen entre ellos». Lo que sugiere que la comunidad israelita estaba compuesta en aquel momento por dos tipos de integrantes: uno nativo y otro foráneo. Más  interesante aún es notar que solo algunas leyes del código de la santidad se refieren a estas dos alas de la comunidad. Otras leyes, por el contrario, se dirigen solo a uno de estos sectores:

  • Cuando cosechen la mies de su tierra, no siegues hasta el mismo orillo de tu campo, ni espigues los restos de tu mies. No harás rebusco de tu viña, ni recogerás de tu huerto los frutos caídos; los dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahvé, vuestro Dios(Lv 19.9-10).
  • Cuando un forastero resida entre ustedes, en su tierra, no lo opriman. Al forastero que reside entre ustedes, lo mirarán como a uno de su pueblo y lo amarás como a ti mismo; pues también ustedes fueron forasteros en la tierra de Egipto (Lv 19.33-34).

Como puede verse, aunque estas leyes mencionan a las mismas personas (israelitas y forasteros), en realidad tenemos aquí dos tipos distintos de leyes. Unas leyes se dirigen tanto al israelita como al forastero —y están relacionadas con el tema de la santidad—; otras leyes se dirigen únicamente al israelita. En estas leyes el forastero es mencionado solo en calidad de beneficiario de dicha ley, no como responsable de la misma.

Así pues, cuando las leyes tratan asuntos relacionados con la preservación de la santidad de la comunidad, estas se dirigen tanto al israelita nativo como al forastero. Este es el caso de las leyes que tiene que ver, por ejemplo, con:

  • el sacrificio de animales (Lv 17.10, 12).
  • la presentación de sacrificios (Lv 17.8; 18).
  • el culto a Mólec (Lv 20.2).
  • las relaciones sexuales (Lv 18.26).
  • la blasfemia (Lv 24.16).

En estos casos las leyes incluyen tanto la conducta que se prohíbe como las sanciones respectivas en caso de desobediencia. La definición de la audiencia y la transgresión respectiva se formulan en la prótasis, y la definición del castigo correspondiente se estipula en la apódosis. Veamos:

 

Prótasis Apódosis
Audiencia Transgresión castigo
Lv 17.10  Si un hombre cualquiera de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos come cualquier clase de sangre lo excluiré de su pueblo.
Lv 20.2 Si un hombre cualquiera de entre los israelitas o de los forasteros que residen en Israel

 

entrega uno de sus hijos a Mólec morirá sin remedio.
Lv 24.16 Cualquier… sea forastero o nativo si blasfema el nombre de Yahvé será muerto.

 

*****Busque la tercera parte de este artículo aquí: «Las leyes del Antiguo Testamento – Parte 3»

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Notas y referencias

[1]Cf. Otto Kaiser, Introduction to the Old Testament: A Presentation of its Results and Problems, Traducido del alemán por John Sturdy (Minneapolis: Ausburg Publishing House, 1975), pp. 52-65.

1 comentario en “Las leyes del Antiguo Testamento – Parte 2”

  1. cristian suarez

    Buenas tardes

    Quisiera saber¿ cuales leyes, estatutos, preceptos, ordenazas y mandamientos son para nosotros hoy? ¿Cuales no y por que?

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