En esta tercera entrega, seguiremos analizando los Diez Mandamientos, a partir del cuarto.
4. Te acordarás del día de reposo, y lo santificarás
Somos proclives a olvidar la santidad de este día, por eso el Señor nos dice: «Te acordarás». Pero, algunas personas lo tienen muy presente. Una famosa película que ganó cuatro premios Óscar, y otros premios en distintos festivales, es «Carrozas de fuego», que cuenta la historia de cuando Eric Liddell, hijo de misioneros escoceses, se negó a correr en una carrera muy importante en las Olimpíadas de 1924, debido a que se debía correr en domingo, el día del Señor.
¿Cuáles son los elementos que debemos resaltar en este mandamiento?
- Día de reposo: el mandamiento establece la importancia de guardar un día especial de descanso, conocido como el día de reposo o sábado. Este día es designado para apartarlo del trabajo y dedicarlo a la adoración, la comunión con Dios, y el descanso físico y espiritual. Es un día sagrado en el cual los creyentes deben enfocarse en su relación con Dios, su adoración y su descanso. La santificación del sábado consiste en dos cosas, en descansar de nuestras propias obras y en el cumplimiento consciente de nuestros deberes religiosos.
- El día de reposo es tanto un tiempo de descanso como de adoración. Descanso físico, para utilizar un tiempo para conectarnos con lo espiritual. Los creyentes debemos dedicar este día a adorar a Dios, estudiar su Palabra, congregarnos con otros creyentes y encontrar renovación y fortaleza espiritual. Dios no solo designó el séptimo día, sino que lo bendijo. No es solo un día de honor para Dios, sino un día de bendición para nosotros. No es solo un día en el que adoramos a Dios, sino un día en el que él nos da gracia. Este día, observado religiosamente, implica una bendición para nuestras almas, nuestro estado presente y nuestra posteridad.
- El mandamiento establece que el día de reposo es para todos, es de obligación universal, incluyendo no solo a los creyentes, sino también a los hijos, los siervos, las criadas y hasta los animales. Nadie debe trabajar en este día, permitiendo que todos tengan un tiempo de descanso y acercamiento a Dios.
- Se fundamenta en la creación, pues se menciona que Dios estableció el día de reposo como parte de la creación misma. En el relato de la creación, Dios descansó en el séptimo día y lo bendijo, estableciendo así un patrón para la humanidad.
Ahora bien, debemos decir que el antiguo día de reposo del séptimo día, que era el día de reposo judío, queda abrogado, y en su lugar sucede el primer día de la semana, que es el día de reposo cristiano. Consideramos que la moralidad o sustancia del cuarto mandamiento no radica en guardar el séptimo día con precisión, sino en guardar un día de cada siete, que es lo que Dios ha designado. La observancia del primer día era la práctica de los apóstoles. «El primer día de la semana los discípulos se reunieron para partir el pan» (Hechos 20.27; véase también 1 Corintios16.2).En definitiva, el cuarto mandamiento destaca la importancia de guardar un día de reposo dedicado a la adoración y el descanso. Es un recordatorio de la importancia de equilibrar el trabajo y el descanso, y de mantener una conexión regular con Dios en medio de nuestras ocupaciones diarias.
Una clara división
Hasta aquí, los mandamientos miran hacia Dios; a partir de aquí, los restantes mandamientos miran hacia el prójimo. Los primeros cuatro mandamientos se refieren a Dios y nuestro amor y consideración hacia él. Los últimos seis mandamientos tienen como objeto nuestro prójimo. Esta quizá sea la razón por la que Jesús dijo que toda la ley se resume en dos elementos: Primero, «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente» (Jesús resume los primeros cuatro mandamientos de esta manera).Y continúa diciendo: «Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo».(En esta parte, Jesús resume los últimos seis mandamientos).
En evangelista Billy Graham dijo: «Los Mandamientos nos recuerdan que no estamos hechos para vivir de acuerdo con nuestros propios deseos egoístas, sino para vivir en comunión con Dios[primer mandamiento] y en servicio a los demás[segundo mandamiento]».
Sigamos ahora con el análisis de los restantes 6 mandamientos.
5. Honrarás a tu padre y a tu madre
Teniendo en cuenta la división que acabamos de mencionar, es necesario decir que, respecto a este mandamiento, es un deber tan necesario, que Filón el judío colocó el quinto mandamiento en la primera parte, como sino hubiéramos cumplido con todo nuestro deber para con Dios hasta que hubiéramos pagado esta deuda de honor con nuestros padres biológicos. Pablo llama a este mandamiento «el primer mandamiento con promesa», y termina la idea diciendo: «para que te vaya bien, y tengas una larga vida sobre la tierra» (Efesios 6.2). Y esto agrada a Dios (véase Colosenses 3.20);de tal manera esto es así que el Señor promete una bendición especial. La palabra hebrea para «honrar» (kabád) quiere decir: darle peso a; estimar altamente; reverenciar.
Veamos los puntos sobresalientes:
- Honrar a los padres: el mandamiento enfatiza la importancia de honrar y mostrar respeto hacia los padres. Esto implica reconocer su autoridad, valorar su crianza y cuidado, y tratarlos con amor y respeto. El mandamiento destaca la importancia de las relaciones familiares y establece el principio de honrar a los padres como un fundamento parala unidad y armonía familiar. Se debe mostrar reverencia a los padres externamente, tanto en palabras como en gestos.
- Obligación de cuidado: el mandamiento implica la responsabilidad delos hijos de cuidar y apoyar a sus padres en su vejez o necesidades, así como de responder a su crianza y enseñanzas de manera positiva.
- Recompensa prometida: se promete una bendición y larga vida en la tierra a aquellos que honran a sus padres. Esto indica que el respeto y el honor a los padres tienen beneficios tanto terrenales como espirituales.
- Ampliación del principio: aunque el mandamiento específicamente menciona a los padres, se considera que se aplica a todas las figuras de autoridad legítima, como abuelos, tutores o aquellos que están a cargo de la crianza y el cuidado.
El quinto mandamiento fomenta el amor, el respeto y la unidad familiar, y promete bendiciones a aquellos que lo obedecen.
6. No matarás
En este mandamiento hay un pecado prohibido, el asesinato, «no matarás», y un deber implícito, preservar nuestra propia vida y la vida de los demás. Debemos remarcar, que la traducción más apropiada es «No asesinarás», que se refiere a matar de manera ilegal. En hebreo, así como en español, existen dos palabras con diferentes con notaciones: Harag, palabra que se utiliza en la Biblia para describir el acto general de matar, y puede referirse tanto al acto de asesinar intencionalmente como al acto de mataren el contexto de una guerra o ejecución legal. Y ratzáj, que se refiere al asesinato u homicidio intencional de una persona. Esta última palabra aparece en el mandamiento que estamos analizando y en varios otros pasajes bíblicos donde se condena el acto de quitar la vida de otro ser humano de manera injusta.
- Valor y respeto por la vida: el mandamiento prohíbe el acto de quitar la vida de otro ser humano. Destaca el valor sagrado y la dignidad inherente de la vida humana, llamando a respetarla y protegerla.
- Prohibición del asesinato: el mandamiento se enfoca específicamente en la prohibición del asesinato intencional y premeditado de una persona. Se establece que quitar la vida de otro ser humano sin justificación es contrario a la voluntad de Dios.
- Resolución pacífica de conflictos: el mandamiento promueve la resolución pacífica de conflictos y la búsqueda de soluciones novio lentas. Insta a los creyentes a buscar la reconciliación, la justicia y el amor en lugar de recurrir a la violencia y al asesinato.
- Ampliación del significado: el mandamiento también es interpretado en un sentido más amplio, que abarca el respeto y la protección de la vida en todas sus etapas y formas. Esto incluye el rechazo al aborto, la eutanasia y cualquier acto que atente contra la vida humana.
- Llamado al amor y la compasión: el sexto mandamiento nos llama a amar y mostrar compasión hacia nuestros semejantes, tratando a los demás con dignidad y respeto. Implica la responsabilidad de preservar y promover la vida en todas sus manifestaciones.
En resumen, el sexto mandamiento prohíbe el asesinato y destaca el valor sagrado de la vida humana. Nos llama a promover la paz, buscar la justicia y mostrar amor y compasión hacia los demás. Es un recordatorio de la importancia de tratar a todos los seres humanos con dignidad y respeto. El último libro de la Biblia habla de los asesinos, y dice: «Los homicidas…tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda» (Apocalipsis 21.8).
7. No cometerás adulterio
Dios es un ser puro y santo, y está en contra de toda impureza. La enseñanza de este mandamiento es la preservación de la pureza corporal. La fuente de este pecado es la lujuria. Desde la caída, el amor matrimonial ha degenerado en lujuria, que es la fiebre del alma. Podríamos decir que la Biblia habla de la posibilidad de un adulterio doble: el adulterio físico, que es adulterar físicamente con otra persona, y el adulterio mental, como bien nos enseñó Jesús cuando dijo: «Cualquiera que mira con deseos a una mujer, ya adulteró con ella en su corazón» (Mateo 5.28), lo que nos recuerda el compromiso que el justo Job hubo hecho: «Hice un compromiso con mis ojos de no poner la mirada en ninguna doncella» (Job 31.1).¿Por qué es este mandamiento tan contundente? Porque quebrantarlo es el incumplimiento del juramento matrimonial, que es cuando las personas que se unen en matrimonio y se comprometen, en la presencia de Dios, a ser verdaderas y fieles en la relación matrimonial. La falta de castidad rompe este solemne juramento; y por eso el adulterio es peor que la fornicación, porque es una ruptura del vínculo matrimonial entre los cónyuges y ante Dios.
- Fidelidad conyugal: el mandamiento prohíbe el adulterio, que se refiere a tener relaciones sexuales ilícitas fuera de un matrimonio constituido. Se establece la importancia de la fidelidad conyugal y el respeto hacia el vínculo matrimonial. Los deberes del matrimonio son el amor, el respeto y la fidelidad. Todos son esenciales.
- Santidad y pureza sexual: el mandamiento promueve la pureza y la santidad en las relaciones sexuales, reservándolas exclusivamente para el matrimonio, pues destaca la importancia de mantener relaciones sexuales dentro de los límites establecidos por Dios.
- Protección del matrimonio y la familia: el mandamiento busca protegerla institución del matrimonio y la estabilidad familiar. Insta a los creyentes a mantener la fidelidad en el matrimonio como un medio para preservar la unidad y el amor dentro de la familia.
- Respeto y dignidad de las personas: el séptimo mandamiento nos llama a respetar la dignidad y el valor de cada persona, evitando cualquier acción que cause daño o sufrimiento a otros a través de la infidelidad y las relaciones extramatrimoniales.
- Pureza del corazón: además de la prohibición del adulterio físico, el mandamiento también hace un llamado a mantener la pureza del corazón y evitar pensamientos y deseos impuros que puedan llevar a la infidelidad y la violación del compromiso matrimonial. Aun involucrarse de cualquier modo y en cualquier nivel con la pornografía está incluido respecto a mantener la pureza del corazón
En resumen, el séptimo mandamiento prohíbe el adulterio y promueve la fidelidad y la pureza en las relaciones matrimoniales. Destaca la importancia de proteger el matrimonio y la familia, y nos llama a respetarla dignidad de las personas y mantener la pureza en nuestros corazones y acciones. El escritor de Hebreos dice: «Todos ustedes deben honrar su matrimonio, y ser fieles a sus cónyuges; pero a los inmorales sexuales y a los adúlteros los juzgará Dios» (Hebreos 13.4). Ningún pecado es pequeño ante los ojos de Dios, pero el adulterio tendrá un trato especial de parte de Dios. En la siguiente y última entrega, comenzaremos a estudiar el octavo mandamiento y terminaremos el análisis de los Diez Mandamientos.