LOS DONES ESPIRITUALES

LOS DONES ESPIRITUALES

¿Quién necesita saber acerca de los dones espirituales?  

Necesitas saberlo si… 

… eres un cristiano, 

… crees que Jesús es tu Salvador y quieres amarlo y seguirlo de la mejor manera posible, 

… quieres que tu iglesia sea sana, atractiva y muestre el amor de Dios a la comunidad. 

«No quiero que ignoren lo relacionado a los dones espirituales», son las inspiradas palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 12.1 

La Biblia dice que cada cristiano ha recibido —al menos— un don (véase l P 4.10) y que a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho» (l Co 12.7). 
 

Ningún cristiano debe considerar que ha sido dejado de lado en cuanto a la concesión de algún don espiritual. Cada función del Cuerpo de Cristo tiene un «miembro» que la ejecute y cada miembro tiene una función a ejecutar. El «llamado» de una persona y sus dones espirituales están íntimamente relacionados. 

Un don espiritual es un atributo especial que el Espíritu Santo da a cada miembro del Cuerpo de Cristo según la gracia de Dios, para usarlo dentro del contexto de su Cuerpo. 

La frase final en esta definición es «para usarlo dentro del contexto de su Cuerpo». Los cristianos individuales desconectados del Cuerpo no son muy útiles. Los dones espirituales no están planeados para ermitaños. Están designados para miembros del Cuerpo. 

Antes que nada, es importante que agradezcamos a Dios por tratarnos particular e individualmente. No es coincidencia que tengamos el don que tenemos. En 1 Corintios 12.11-18 Pablo declara la importancia de cada función de los dones. Dios se ha involucrado en nuestras vidas en una forma muy particular a fin de prepararnos para cumplir su propósito para nuestras vidas. Es parte de lo que él preparó de antemano para nosotros (Ef 2.10). 

 
Descubre, desarrolla y usa tu don 
 

Si los dones espirituales puestos en acción son tan importantes para Dios y para la iglesia y para los cristianos individualmente, como claramente se enfatiza en la Biblia, deberíamos hacer algo sobre ellos de un modo práctico y personal. 
 

A la luz de esta enseñanza clara de la Palabra de Dios, es claro que uno de los ejercicios espirituales primarios de todo cristiano es descubrir, desarrollar y usar sus dones espirituales. Otros ejercicios espirituales pueden ser también muy importantes: adoración, oración, lectura de la Palabra de Dios, alimentar a los hambrientos, etc. Pero, descubrir, desarrollar y usar los dones espirituales dentro de la comunidad de la iglesia tiene implicancias espirituales sobre cada uno de los que somos parte del Cuerpo de Cristo. 
 

Descubrir, desarrollar y usar los dones espirituales nos ayuda a cada uno de nosotros, pues nos da una clara pauta de qué quiere Dios que hagamos dentro del Cuerpo de Cristo. Dios nos dio nuestros dones con miras a que cumplamos su voluntad. 

Asimismo, conocer los dones espirituales no solo ayuda a los cristianos individualmente, sino que ayuda a la iglesia como conjunto. Efesios 4 nos dice que cuando los dones espirituales están operando, todo el Cuerpo madura. Ayudan al cuerpo a «ser un varón perfecto» no ya «niños fluctuantes» (Ef 4.13-14). 
 

Cuando la iglesia madura, es natural que crezca. Cuando el Cuerpo funciona bien y «concertado y unido… recibe su crecimiento para ir edificándose en amor» (Ef 4.16). Hay una clara relación bíblica entre los dones espirituales y el crecimiento de la iglesia. 

Algo muy importante respecto a los dones espirituales es que el cristiano que conoce sus dones espirituales glorifica a Dios. 1 Pedro 4:10-11, advierte a los cristianos que usen los dones espirituales, y luego da una razón de por qué deben hacerlo: «…para que Dios sea glorificado en todo por medio de Jesucristo, de quien son la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén». ¿Qué puede ser mejor que glorificar a Dios? Este es el «fin principal del hombre» según el Catecismo de Westminster. 
 

La Biblia nos dice clara y directamente que los cristianos son mayordomos de sus dones espirituales (véase 1 P 4.10). 
 

Cada don espiritual es un recurso que debemos usar y del cual tendremos que rendir cuentas en el día del juicio. Algunos tendrán uno, otros dos, otros cinco. La cantidad importa poco. Los mayordomos son responsables ante el dueño por lo que este ha decidido darles. 

Pero, los recursos que tenemos deben ser usados para cumplir los propósitos del dueño. No hay tiempo mejor que ahora para empezar a preparar la respuesta a la pregunta que tarde o temprano oiremos de nuestro Señor: «¿Qué hiciste con el don espiritual que te di?». 

Propósito de los dones espirituales 

  1. Glorificar a Dios en su Iglesia – 1 Pedro 4.10-11 
  1. Edificar el Cuerpo – Efesios 4.12 
  1. Promover la unidad del Cuerpo – Efesios 4.13 
  1. Desarrollar la madurez del Cuerpo – Efesios 4.14 
  1. Promover el crecimiento del Cuerpo – Efesios 4.16 
  1. Promover el bien común del Cuerpo – 1 Corintios 12.7 

Las tres listas claves 
 

La gran mayoría de los dones espirituales mencionados en la Biblia se encuentran en tres capítulos claves: Romanos 12, 1 Corintios 12 y Efesios 4. Es conveniente recordar estas tres referencias bíblicas, porque son esenciales. Hay otros capítulos secundarios que añaden algunos detalles importantes. Estos incluyen principalmente: l Corintios 13-14; l Pedro 4; l Corintios 7 y Efesios 3. 

Tres palabras – 1 Corintios 12.4-6 
 

Carismata – Dones impartidos por el Espíritu (dones
 

Diakonai – Variedades de servicios efectuados en el ministerio de Cristo (ministerios
 

Energemata – Variedad de poder de un Dios que opera en todas las cosas y por medio de ellas (operaciones
 

Tres cosas que los dones no son 

  1. Los dones espirituales no deben confundirse con los talentos naturales – Los talentos naturales pueden ser el patrimonio tanto de cristianos como de no cristianos. No tienen nada que ver con los dones del Espíritu. Alguien puede ser un eximio pianista y no ser cristiano, por ejemplo. 
     
  1. No confundir los dones espirituales con el fruto del Espíritu – El fruto del Espíritu es un requisito para el ejercicio efectivo de los dones espirituales. Los dones sin el fruto es un contrasentido. Los corintios descubrieron esto a su costa. Tenían un grupo ideal de dones, según 1 Corintios 1.7. Estaban ocupados descubriendo, desarrollando y usando sus dones espirituales. Eran tan carismáticos como quizá no lo era ninguna otra iglesia. 

Pero, tenían problemas espirituales; era una de las iglesias en peor desorden de las que leemos en el Nuevo Testamento. Su problema básico no era los dones, era el fruto. Es por esto que Pablo les escribió 1 Corintios 13. 
 

  1. No confundir los dones espirituales con los deberes cristianos – Hay tareas que todo cristiano debe llevar a cabo, aparte de los dones que tenga. Cuando Jesús, por ejemplo, nos dice «sopórtense los unos a los otros», dirige su exhortación a cada uno de nosotros, independientemente del don que tengamos.  
     

¿Cómo descubrir nuestros dones espirituales? 

  1. Explorar las posibilidades – Es difícil que descubramos nuestros dones espirituales si no tenemos idea de qué es lo que buscamos, más o menos, de antemano. El propósito del primer paso es explorar las posibilidades, es decir, familiarizarnos con los dones que Dios ha dado al Cuerpo de Cristo, de modo que, cuando descubramos el nuestro lo reconozcamos por lo que es. ¿Cómo hacer esto? 
     
  1. Estudiar la Biblia. 
  1. Familiarizarnos con la posición de nuestra iglesia. 
  1. Leer intensamente sobre el tema. 
  1. Relacionarnos con personas que sepan cuáles son sus dones, para ver cómo los descubrieron y cómo los utilizan. 
  1. Hacer que los dones sea un tema de conversación. 
     
  1. Experimentemos con tantos como pensemos tener – Miremos a las necesidades de la iglesia, eso nos dará una idea de hacia dónde debemos mirar. 
     
  1. Evaluemos nuestros sentimientos con respecto a ciertos dones – Hay dones que apelarán más a nuestros sentimientos que otros. Experimentemos primero con esos. 
     
  1. Evaluemos nuestra eficacia – Probemos la eficacia de los dones que creemos tener. Si el resultado de usar los dones que creemos tener no muestra claras señales positivas en nuestros hermanos, probablemente se deba a que no tenemos esos dones. 
     
  1. Hay que esperar confirmación del Cuerpo Si creemos que tenemos un don espiritual y estamos tratando de ejercerlo, pero nadie en nuestra iglesia cree que lo tenemos, probablemente no lo tengamos. Lo que falta es confirmarlo. Los dones, de acuerdo con nuestra definición funcional, son dados para ser usados en el contexto del Cuerpo. Es necesario pues, que otros miembros del Cuerpo digan la palabra final para confirmar nuestro don. 

Cuatro pasos para crecer por medio de los dones 

Todas las teorías del mundo acerca de los dones espirituales no dejarán de ser una mera especulación si no se ponen en operación y su dinamismo no se demuestra de modo efectivo en las congregaciones locales. 

  1. Ponerse de acuerdo en una filosofía de ministerio 

Los beneficios que proporcionan a una iglesia local a través de una filosofía del ministerio bien articulada son evidentes. Parte de la filosofía del ministerio tendría que ser una declaración clara sobre lo que la iglesia cree y espera en lo que se refiere a los dones espirituales. Es muy importante que como iglesia dejemos bien en claro cuáles son los dones espirituales, cómo funcionan, qué esperamos de ellos, etc. 
 

  1. Iniciar un proceso de crecimiento 

Descubrir, desarrollar y usar los dones espirituales puede ser un fin en sí mismo y es un buen fin. En algunos casos esto solo bastará para ayudar a la iglesia a crecer. Pero el crecimiento de la iglesia es algo complejo, y la dinámica de los bienes espirituales es solo uno de los varios principios de crecimiento de la iglesia. Por tanto, en la mayoría de los casos, un programa para poner en uso los dones espirituales no será suficiente para estimular al máximo el crecimiento de la iglesia. Cuando los dones han sido descubiertos hay que ofrecer cauces a través de los cuales puedan ser usados de modo efectivo. 
 

  1. Abrir los regalos o sea los dones espirituales 
  1. Motivar a la congregación desde el púlpito – Cuando un pastor habla mucho sobre los dones espirituales hace más fácil que la gente hable sobre el tema. 
  1. Estudiar las enseñanzas bíblicas sobre los dones – No solo debemos escuchar hablar sobre el tema desde el púlpito, sino que también los miembros deben estudiar al respecto. 
  1. Ayudar a los adultos a descubrir sus dones – De acuerdo a la edad y al tiempo de convertidos. Todos los adultos deben ser incentivados a conocer y poner en práctica sus dones. 
  1. Celebrar cursos prácticos sobre los dones – No solo es importante la teoría, hay que poner en práctica lo que se aprende. 
  1. Establecer un sistema de rendición de cuentas – No solo teoría, no solo práctica, también es necesario que alguien siga los pasos de aquellos que están en el proceso de descubrir y utilizar sus dones. 
  1. Continuar la experiencia indefinidamente – No debe ser algo que empieza y termina, sino que debe ser algo estructurado para continuar permanentemente. 
  1. Esperar la bendición del Señor 

La enseñanza de los dones espirituales procede directamente de Dios. Es el camino de Dios para que su pueblo opere con respecto a los otros miembros del cuerpo. Es la manera de hacer la obra de Dios, sea cuidando unos de otros o aprendiendo más acerca de la fe, o celebrando la resurrección de Jesucristo o llevando el mensaje del amor de Dios a los perdidos. Es la manera de conseguir el crecimiento de la iglesia, que edifica la persona entera y el Cuerpo de Cristo entero. 

Por último, debemos enfatizar el rol de la fe, que es clave en todo esto. «Sin fe es imposible agradar a Dios», quien siempre tiene algo mejor para nosotros. Debemos tener la seguridad de que él nos ha dado dones y la expectativa de que nosotros nos sentiremos completos si hacemos su voluntad por medio del uso de estos dones espirituales.  

Que Dios nos ayude a hacerlo, para su gloria y honra. 

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