«…y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.» (Colosenses 3.10)

El conformismo es uno de los mayores peligros de nuestro tiempo. Quedarnos en la situación en la que estamos, sin ánimos de cambiar, sin mayores perspectivas que la de mantenernos dentro del círculo de nuestra comodidad.
¡Cuánto debemos luchar contra el conformismo a nivel personal!
Sucede cuando el estudiante se alegra por aprobar con la nota justa; cuando el empleado se contenta solo con saber hacer su trabajo, sin interesarse por conocer otras áreas de la empresa; cuando el matrimonio se amolda a la rutina diaria.
La vida está llena de oportunidades para crecer y desarrollar nuestra personalidad. ¡No detengamos nuestros sueños! ¡Avancemos! ¡No nos conformemos!
Entonces, ¿qué podríamos hacer para triunfar? Intentemos seguir estos consejos:
– Busquemos la guía y la ayuda de Dios en todo momento.
– Reflexionemos acerca de la manera en que vivimos.
– Entreguémosle a Dios nuestros proyectos y pidámosle que dirija nuestros pasos.
– Renovemos nuestra mente de modo que esté abierta a los cambios que debamos realizar.
– Comencemos de nuevo cuando sea necesario. ¡No le demos lugar a la terquedad!
Cada semana tratemos de examinar nuestra vida y mantengámonos alerta a cualquier señal de conformismo. ¡Seamos personas que disfrutan de la renovación continua de su ser!
Sumérgete: Dediquemos unos minutos diarios para explorar las maravillas de Dios. Jamás nos cansaremos de conocer su amor y menos de leer lo que nos enseña en la Biblia.
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