Matrimonio: un pacto para toda la vida

Matrimonio: un pacto para toda la vida

«Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.» (Hebreos 13.4)

Matrimonio: un pacto para toda la vida
Imagen provista por unsplash.com/@luis_tosta

Cuando un hombre y una mujer deciden comprometer su amor y expresarlo con mayor amplitud en el matrimonio, no es un asunto que deba tomarse a la ligera. ¡Se trata de un pacto para toda la vida!

Establecer un «pacto» es mucho más que decir palabras bonitas y apreciar a la persona que tenemos a nuestro lado. Involucra todo nuestro ser, de manera que disponemos nuestro espíritu, alma y cuerpo para lograr el bienestar de la persona que amamos y alcanzar la felicidad en una sana relación de pareja.

Gran parte de los problemas sociales surge a partir de matrimonios que no comprenden la importancia que Dios le da a la familia. Su compromiso es tan débil que cuando llegan los desacuerdos y las discusiones, en seguida piensan en la separación y el divorcio.

Prestemos atención:

  • No importa cuál haya sido la experiencia de nuestros padres ni tampoco lo que diga o practique la sociedad. Pidámosle a Dios que nos ayude a tomar buenas decisiones, nos permita conocer a la persona adecuada y que podamos tener la valentía y las fuerzas necesarias para desarrollar un hermoso noviazgo que se concrete en un matrimonio feliz.

¡Casarse es una de las experiencias más maravillosas de la vida! Cuando llegue el momento, decidamos alimentar la relación con amor, dedicación y la guía de Dios en cada etapa.

Sumérgete: Un buen matrimonio es el resultado de un buen noviazgo. Es allí, durante ese tiempo previo, donde comienzan a ponerse en práctica los principios que nos llevarán al éxito y a la realización como pareja.

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