Si algo tenemos claro los cristianos, es que nuestra fe y amor por Jesucristo no nos libra de las pruebas que producen dolor y sufrimiento. Jesús mismo nos advirtió: « Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo». Juan 16.33 (RVC)
«Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo se va gastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza. 17 Las dificultades que tenemos son pequeñas, y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de la gloria que dura para siempre: una gloria grande y maravillosa. 18 Porque nosotros no nos preocupamos por lo que nos pasa en esta vida, que pronto acabará. Al contrario, nos preocupamos por lo que nos pasará en la vida que tendremos en el cielo. Ahora no sabemos cómo será esa vida. Lo que sí sabemos es que será eterna». 2 Corintios 4.16-18 (TLA)
Gracias… Estas palabras caen en un momento difícil de mi vida y me dan esperanza de que las cosas se van a aclarar y todo mejorará. Siempre llevando conmigo la presencia de Cristo.