«En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.»(Salmos 23.2)

Los seres humanos dedicamos gran parte de nuestra vida a soñar con el descanso. «¡Ah! Si yo pudiera irme lejos, a un lugar tranquilo, seguramente encontraría reposo» –exclaman algunos. «¡Cómo quisiera no tener que trabajar tantas horas!» –dicen otros. Miles de personas se preguntan día tras día si alguna vez tendrán un poco de tranquilidad.
Pero «descansar» en realidad no está relacionado solamente con la acción de dormir o el hecho de no hacer ninguna actividad. ¡Es algo mucho más importante! Significa cultivar una actitud de confianza permanente en Dios, lo que sin duda nos ayudará a ser libres de los nervios y la ansiedad.
Es probable que ahora, en la juventud, tengamos un montón de actividades y tareas que atender. ¡Crecer implica asumir nuevas responsabilidades! Es el momento, entonces, para aprender este principio de vida que nos permitirá vivir en plenitud.
Por eso, hablemos con Dios en oración y pidámosle que nos ayude a disfrutar del verdadero reposo para nuestra alma. Aceptemos la realidad, pero a medida que nos esmeramos en progresar y trabajamos por lograr el éxito en todas las áreas de la vida, decidamos confiar en Dios en todo momento y en cada circunstancia.
¡Experimentaremos una vida diferente!
Sumérgete: Es cierto, la vida no es fácil ni sencilla; pero si aprendemos a tomarnos de la mano de nuestro Creador, podremos enfrentar cada situación llenos de paz, esperanza y amor.