«He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.» (Apocalipsis 3.20)

Hay cuatro preguntas que todos nos hacemos alguna vez en la vida con relación a Dios:
- ¿Me ama?
- ¿Puede perdonarme?
- ¿Tiene poder para ayudarme en mi vida diaria?
Las respuestas a estas preguntas están en la persona de Jesús:
- Sabemos que Dios nos ama porque Jesús murió en la cruz por nosotros.
- Sabemos que Dios puede perdonarnos porque allí mismo, en la cruz, Jesús perdonó al ladrón arrepentido.
- Sabemos que Dios tiene poder porque él mismo resucitó a Jesús de entre los muertos… ¡Él está vivo!
¿Y la cuarta pregunta?
Pues bien, la cuarta es la conclusión de las tres anteriores: «¿Qué haremos con Jesucristo, quien nos ama, puede perdonarnos y tiene poder para que vivamos una vida feliz?»
El amor, el perdón y el poder de Dios están disponibles también para cada uno de nosotros, sin importar cuál sea nuestra condición económica, social, familiar o espiritual.
Dejemos a un lado los prejuicios y démonos la oportunidad de conocer a Jesús. ¡Él nos espera con los brazos abiertos!
Sumérgete: Si pudiéramos hacerle una pregunta a Dios y supiéramos que él nos respondería, ¿qué le preguntaríamos? ¡Expresémosle nuestras dudas en oración y leamos la Biblia para hallar las respuestas!