La gramática griega y la traducción del NT
Las construcciones con «de». Con frecuencia, dos sustantivos se relacionan entre sí, en lo que se conoce como una construcción «genitiva». Esto significa que uno de los dos sustantivos está en la construcción gramatical conocida como «caso genitivo». En la traducción al español, el segundo sustantivo se une al primero por medio de la palabra «de». En frases como «siervo de Jesucristo», las palabras «de Jesucristo» son, en griego, una única palabra en caso genitivo. En la frase «evangelio de Dios», las palabras «de Dios» son, en griego, una única palabra en caso genitivo. Igualmente, en la frase «la justicia de Dios», «de Dios» son una única palabra en genitivo.
Por Roger L. Omanson
La relación entre la palabra en genitivo y el sustantivo con el cual se vincula puede expresar ideas muy diversas, como muestran los siguientes ejemplos. Por lo general, el contexto aporta las pistas necesarias, pero a veces es demasiado ambiguo y, en esos casos, los traductores deben decidir si usar, en el texto, uno de los significados posibles, y colocar los demás significados en una nota de pie de página.
1. Descripción
La palabra en genitivo puede funcionar como un adjetivo que describe a otro sustantivo. Pablo escribe «el cuerpo del pecado» (Ro 6.6). El término «pecado» está en genitivo y describe al sustantivo «cuerpo». DHH traduce esto como «nuestra naturaleza pecadora».
2. Propiedad o posesión
El sustantivo en genitivo puede señalar al poseedor del sustantivo con el que está relacionado. Lucas 5.3 habla de «una barca de Simón». «Simón» está en genitivo y es el dueño de «la barca».
3. Relación
El sustantivo en genitivo puede expresar relación. Hechos 13.22 hace referencia a «David de Isaí». Casi todas las traducciones al español explicitan la relación entre David e Isaí añadiendo «hijo de Isaí». Juan 6.71 hace referencia a «Judas de Simón Iscariote». Como Mateo 26.14 habla de «Judas Iscariote» es claro que Judas es el hijo de Simón Iscariote. Casi todas las traducciones al español de Juan 6.71 aclaran esto diciendo: «Judas Iscariote, hijo de Simón» (RVR) o «Judas, hijo de Simón Iscariote» (DHH, BA, BLA, TLA).

Sin embargo, a veces la relación no queda clara a partir del contexto. Los lectores originales sabrían cuál era la relación, pero hoy día esta solo se puede suponer. Hechos 1.13 hace referencia a «Judas de Jacobo». ¿Cuál es la relación? RVR y BL hablan de «Judas, hermano de Jacobo/Santiago» pero DHH dice: «Judas, el hijo de Santiago». En 1 Corintios 1.11 Pablo se refiere a ciertas personas de Corinto como «los de Cloé». RVR BA y BLA mantienen la forma y la ambigüedad del griego, y usan «los de Cloé», pero DHH, TLA y NVI afirman: «los de la familia de Cloé». NBE está menos segura de que «de Cloé» exprese una relación familiar y por eso afirma: «la gente de Cloé». BL dice: «gente de la casa de Cloé», para sugerir que quizá estas personas fueran sirvientes o esclavos.
4. Sustantivos de acción
El sustantivo en genitivo indica el sujeto o el objeto de la acción insinuada en el significado del primer sustantivo. Las ambigüedades de este uso del genitivo se cuentan entre los problemas más difíciles que enfrentan los traductores. A veces es casi imposible saber si el sustantivo en genitivo funciona como el sujeto que realiza una acción, o si es el objeto que recibe la acción. Unos cuantos ejemplos lo aclararán.
Los primeros dos ejemplos, Romanos 8.35 y 2 Corintios 5.14, muestran un sustantivo en genitivo que funciona como sujeto del sustantivo de acción. Los siguientes dos ejemplos, Mateo 12.31 y 1 Corintios 1.6, muestran un sustantivo en genitivo que funciona como objeto del sustantivo de acción.
4.1. Romanos 8.35. Pablo lanza la pregunta «¿Quién nos separará del amor de Cristo?» El sustantivo «amor» es un sustantivo de acción, es decir, hace referencia a la acción de amar. En el texto griego, las palabras «de Cristo» son la traducción de un único sustantivo en caso genitivo. Entonces, las palabras «de Cristo» se pueden entender, gramaticalmente, de dos maneras. Si Cristo es el sujeto del sustantivo de acción, el significado será: «del amor que Cristo tiene por nosotros». Pero si Cristo es el sujeto del sustantivo de acción, el significado será: «del amor que tenemos por Cristo». En el contexto, queda claro que Pablo se está refiriendo al amor que Cristo tiene por los cristianos.
4.2. 2 Corintios 5.14. Pablo afirma: «Porque el amor de Cristo nos constriñe», lo cual significa que el amor que Cristo tiene por nosotros nos constriñe o «se ha apoderado de nosotros».
4.3. Mateo 12.31. Jesús dice: «La blasfemia del Espíritu no les será perdonada». El contexto indica claramente que las palabras en genitivo «del Espíritu» son el objeto del sustantivo de acción «blasfemia». Ni siquiera las traducciones literales, como RVR y BLA, traducen esto en forma literal. Ambas traducen correctamente: «la blasfemia [por parte de seres humanos] contra el Espíritu».
4.4. 1 Corintios 1.6. Pablo dice: «El testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros». Es claro que Pablo no está afirmando que Cristo haya sido el que les dio el mensaje a los cristianos de Corinto. Por el contrario, el sujeto del sustantivo de acción «testimonio» es Pablo, quien predicó de Cristo a los corintios; Cristo es el objeto de la predicación. Además, ni RVR ni BLA traducen esto en forma literal. Ambas afirman correctamente: «el testimonio acerca de Cristo».
Sin embargo, en muchos pasajes es muy difícil decidir si el sustantivo en genitivo funciona como sujeto (ejemplos a y b) o como objeto (ejemplos c y d). Los dos ejemplos a continuación, Colosenses 2.18 y Romanos 3.26, muestran cuán diferentes pueden ser las traducciones, dependiendo de cómo entienda el traductor el uso del genitivo.
4.5. Colosenses 2.18. Los falsos maestros entre los cristianos de Colosas estaban demandando que los creyentes adoptaran ciertas prácticas que Pablo describe como «mandatos y enseñanzas de hombres» (2.22). Entre estas prácticas estaba el «culto de ángeles». En griego, las palabras «de ángeles» están en genitivo.
Si «de ángeles» se comprende como el objeto del sustantivo de acción «culto», el sentido es que los falsos maestros demandan que los cristianos adoren ángeles. DHH toma esa interpretación: «No dejen que los condenen esos que se hacen pasar por muy humildes y que adoran a los ángeles…». Véase también BL: «No dejen que se lo quiten aquellos que proponen una religión muy temerosa y que sirven a los ángeles».
Otros traductores, sin embargo, creen que «de ángeles» es el sujeto del sustantivo de acción «culto». En lugar de adorar ángeles, los falsos maestros afirman que en sus visiones han ascendido al cielo y han visto la adoración que le ofrecen los ángeles a Dios.
4.6. Romanos 3.26. En varias ocasiones, Pablo usa en sus cartas las palabras «la fe de Jesús» (Ro 3.26; Gl 2.16, 20; 3.22; Flp 3.9). Entre los eruditos contemporáneos del NT se ha debatido mucho si las palabras «de Jesús» son el sujeto o el objeto del sustantivo de acción «fe». En otras palabras, ¿está Pablo refiriéndose a (a) la fe que Jesús tenía en Dios (genitivo sujeto) o (b) la fe que las personas tienen en Jesús (genitivo objeto)? La traducción de RVR indica que Pablo está hablando de la fe que tenía Jesús: «…y el que justifica al que es de la fe de Jesús». Pero BL muestra claramente una comprensión opuesta: «…y hace justo y santo a todo el que cree en Cristo Jesús». BLA, igualmente, dice: «…al que tiene fe en Jesús», y afirma luego en una nota que el griego dice literalmente: «es de la fe de Jesús». NRSV (1991) traduce «la fe de Jesús» como «fe en Jesús» en el texto, y luego pone en una nota la traducción alternativa: «el que tiene la fe de Jesús».
5. Aposición
El sustantivo en genitivo se refiere al mismo sustantivo al que acompaña. Por ejemplo, Juan 2.21 dice: «Él hablaba del templo de su cuerpo». La palabra griega en genitivo que se traduce como «de su cuerpo», se refiere a «el templo» mismo. DHH dice correctamente: «Pero el templo al que Jesús se refería era su propio cuerpo».
5.1. 2 Corintios 1.22. Pablo escribe que Dios «nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones». Las palabras «del Espíritu» no significan que el Espíritu haya dado «las arras». Al contrario, «las arras» son «el Espíritu». Noten cómo DHH muestra claramente esta relación entre «arras» y «Espíritu»: «…y ha puesto en nuestro corazón el Espíritu Santo como garantía de lo que vamos a recibir».
5.2. Efesios 4.9. (Véase la siguiente sección titulada «Parte de un todo», 6.2.)
6. Parte de un todo
El sustantivo en genitivo indica el todo de algo, y el sustantivo ligado a este se refiere a una parte de ese todo.
6.1. Mateo 15.24. Jesús dice: «No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel». Las palabras «de la casa de Israel» están en genitivo y hacen referencia al todo. Las «ovejas perdidas» son parte de la «casa de Israel».
6.2. Efesios 4.9. Pablo escribe que Cristo «también descendió a las partes más bajas de la tierra». Las palabras «de la tierra» están en forma genitiva. ¿Cómo deben entenderse esas palabras?
6.2 1. Si «partes» es una parte del todo, es decir, parte de la tierra, el significado es que Cristo descendió al lugar de los muertos, entendido este como la parte más profunda de la tierra. LPD refleja esta comprensión: «Descendió a las regiones inferiores de la tierra». Una nota en LPD aclara: «Las regiones inferiores de la tierra son las regiones subterráneas donde los antiguos situaban la morada de los muertos. Allí bajó Cristo antes de su resurrección». La lectura alternativa de DHH también refleja esta comprensión: «Bajó a lo más bajo de la tierra». (Véase también BL: «Había bajado con los muertos al mundo inferior»).
6.2.2. Muchos traductores, sin embargo, creen que las palabras «de la tierra» son una aposición (véase el punto 5 anterior) de la palabra «partes». «Las partes más bajas» son «la tierra». El significado será entonces que Cristo descendió a un lugar mucho más bajo que los cielos, que es la tierra misma. Pablo está haciendo referencia a la encarnación de Jesús. DHH comprende el genitivo «de la tierra» en esta segunda manera y lo traduce: «bajó a esta tierra».

Hay otros usos del caso genitivo que no se han mencionado aquí. Los ejemplos anteriores bastan para demostrar que traducir la simple palabra «de» puede ser ciertamente algo muy difícil, y un problema especial para los traductores.
El vocabulario y la traducción del NT
Hay por lo menos cuatro clases de problemas a la hora de traducir ciertas palabras del NT. Un problema es que algunas palabras tienen diferentes significados, según el contexto en el que se utilicen. Las traducciones tradicionales usan la misma palabra en el idioma receptor cada vez que aparece el mismo término en el griego (véanse más adelante los puntos 1 [carne] y 2 [gloria]. Un segundo problema es que las palabras se emplean a veces con un sentido figurado, es decir, un sentido que no es literal, por lo cual, si se traducen literalmente, casi siempre confundirán a los lectores (véase más adelante el punto 3 [bautismo]). Un tercer problema es que los significados precisos de algunas palabras y expresiones no se conocen con certeza (véase más adelante el punto 4 [vaso]). Un cuarto problema es que algunas palabras no tienen un equivalente en los idiomas receptores (véanse más adelante los puntos 5 [filacteria] y 6).
1. Carne
La palabra «carne» se emplea en el NT Griego con una diversidad de significados. Aunque en español la palabra «carne» tiene un significado equivalente en algunos pasajes, en otros no lo tiene. Los traductores deben determinar cuándo la palabra «carne» es el equivalente natural en el idioma receptor y cuándo no lo es. Obsérvense las traducciones al español de la palabra griega para «carne» en los siguientes ejemplos, tomados de RVR y DHH:
(a) un espíritu no tiene carne ni huesos (RVR)
un espíritu no tiene carne ni huesos (DHH)
(Lc 24.39)
(b) y aquel Verbo fue hecho carne (RVR)
Aquel que es la Palabra se hizo hombre (DHH)
(Jn 1.14)
(c) ningún reposo tuvo nuestro cuerpo (RVR)
no hemos tenido ningún descanso (DHH)
(2 Co 7.5)
(d) no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios (RVR)
nadie es hijo de Dios solamente por pertenecer a cierta raza (DHH)
(Ro 9.8)
(e) no sois muchos sabios según la carne (RVR)
pocos de ustedes son sabios según los criterios humanos (DHH)
(1 Co 1.26)
2. Gloria
Al igual que con la palabra «carne», la palabra griega que se traduce como «gloria» tiene diferentes significados en español, dependiendo del contexto. Algunas veces significa «esplendor» o «brillantez» (véase «a») mientras que otras veces significa «fama» u «honor» (véanse «b» y «c»). En muchos idiomas, si se utiliza la misma palabra en todos los contextos para traducir este término griego, el significado no quedará claro. Obsérvense las traducciones al español de la palabra «gloria» en los siguientes ejemplos.
(a) Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz (RVR)
Como me había cegado el resplandor de aquella luz (BL)
(Hch 22.11)
(b) ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros,
y no buscáis la gloria que viene del Dios único?» (RVR)
¿Cómo os va a ser posible creer, a vosotros que os dedicáis al intercambio de honores y no buscáis el honor que viene solo de Dios? (NBE)
(Jn 5.44)
(c) Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es (RVR)
Si yo me honro a mí mismo, mi honra no vale nada (DHH)
(Jn 8.54)
3. Bautismo/bautizar

La mayoría de las veces, los términos «bautismo» y «bautizar» tienen el significado literal de «sumergir en agua» (véanse, p.ej., Mt 3.6, 7; 21.25; Hch 1.5; 1 Co 1.13). El NT también usa estos términos en el sentido figurado de «sufrimiento» o «martirio», como es el caso de Marcos 10.38: ¿Podéis…ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Muchos lectores no se percatan aquí de que Jesús está empleando la imagen del bautismo en un sentido figurado; creen que está hablando literalmente de ser bautizados en agua. Por esta razón, se aconseja que los traductores añadan el significado figurado a la imagen del bautismo, para que exprese el significado correcto. TLA dice: ¿Están dispuestos a sufrir todo lo malo que va a pasarme?
4. Vaso
Una traducción literal de la exhortación de Pablo en 1 Tesalonicenses 4.4 reza: que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor (BLA). Según este sentido literal, el término hace referencia en forma general a cualquier instrumento que sirva para cualquier fin, lo cual incluye las vasijas y las tinajas. En el contexto de 1 Tesalonicenses 4, Pablo ciertamente no está utilizando el término en un sentido literal, el cual tiene al menos tres significados figurados: (1) el cuerpo humano; (2) la propia esposa, o (3) el órgano sexual masculino. Los tres significados figurados tienen sentido, y los dos primeros son utilizados por varias traducciones.
(a) que cada uno sepa usar su cuerpo con santidad y respeto
(NBE, LPD, NVI, NBJ).
(b) y que cada uno sepa portarse con su propia esposa en forma santa y respetuosa (DHH, véase también RVR, BL, TLA).
5. Filacteria
La palabra «filacteria» es un buen ejemplo de una palabra que no tiene un equivalente en muchos idiomas. En culturas donde hay una fuerte presencia del Islam, la lengua receptora suele tener un término equivalente bien conocido. En idiomas como el español y el inglés, la palabra «filacteria» existe dentro del vocabulario, aunque no se usa ampliamente ni es conocida por muchas personas. En el caso de palabras como esta, los traductores deben buscar una expresión que transmita todos los componentes esenciales del significado. Si bien RVR y NVI solo emplean tres palabras en Mateo 23.5 («ensanchan sus filacterias»), DHH utiliza dieciocho palabras: «Les gusta llevar en la frente y en los brazos porciones de las Escrituras escritas en anchas tiras» (TLA tiene una traducción similar). NVI utiliza «filacterias» en el texto, pero hace una descripción bastante larga en una nota: «Es decir, pequeñas cajas en las que llevaban textos de las Escrituras en la frente y en los brazos» (véase la descripción aún más detallada de «filacterias» que aparece en la nota de Mt 23.5, LPD).
Además de la palabra «filacteria», hay muchas otras palabras en el NT que no tienen un equivalente exacto en muchas lenguas receptoras, como por ejemplo: «ángel», «apóstol», «circuncidar», «fariseo», «pacto», «profeta», «sacerdote», «saduceo», «sinagoga» y «templo». En años pasados, los traductores misioneros tomaron prestados términos de la lengua europea dominante en la región para traducir palabras «religiosas» tales como «sacerdote», «sinagoga» y «templo».
En algunas de las antiguas colonias británicas de África, uno encuentra traducciones de principios de este siglo con términos como isinigagi e itempili. Hoy día, se insta a los traductores a no tomar prestadas de esta manera palabras extranjeras, ya que las mismas no tienen ningún significado para los hablantes de la lengua receptora. En vez de ello, se les motiva a que empleen términos de la lengua receptora. La palabra «templo» se traduce a veces como «la casa de sacrificios de los judíos» y se abrevia a «casa de sacrificios». Otros traductores utilizan expresiones como «la casa de Dios» o «la casa de oración de los judíos». La palabra «sinagoga» se puede traducir como «la casa de reunión de los judíos». La palabra «profeta» se puede traducir como «el que habla en nombre de Dios», y «sacerdote» como «el que habla con Dios [en nombre del pueblo]» o «la persona de los sacrificios».
En algunos idiomas hay términos autóctonos locales para palabras como «sacerdote», pero en el pasado los misioneros se negaban muchas veces a utilizar palabras que fueran parte de las prácticas de la adoración pagana. Hoy día se emplean frecuentemente esos términos autóctonos. Las funciones de un sacerdote en el NT quizá no sean exactamente las mismas de un sacerdote en la cultura del idioma receptor, pero es mejor emplear una palabra que ya tenga significado y dejar que el contexto del NT explique su significado. Además, se insta a los traductores a crear una lista de términos difíciles o desconocidos conforme vayan haciendo la traducción, y que luego los incluyan con explicaciones en un glosario al final del NT.
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