¿Qué es la verdad?

¿Qué es la verdad?

En Juan 18.38, el evangelista registra que Pilato le hace una pregunta a Jesús que, aparentemente, queda sin respuesta: «¿Qué es la verdad?». Busquemos responderla.

La filosofía ha estado explorando el concepto de la verdad durante siglos, y hay varias teorías y enfoques que pueden ayudarnos a entender qué es la verdad, desde ese punto de vista.

Una teoría importante es la teoría de la correspondencia, que sostiene que una proposición es verdadera si corresponde a los hechos o a la realidad. Es decir, si decimos «el cielo es azul» y comprobamos que el cielo es efectivamente azul, entonces esta proposición es verdadera. Esta teoría enfatiza la relación entre la proposición y la realidad que representa.

Otra teoría es la teoría de la coherencia, que sostiene que una proposición es verdadera si está en coherencia con otras proposiciones, que ya se consideran verdaderas. En otras palabras, una proposición es verdadera si se ajusta a un conjunto coherente y consistente de creencias.

Una tercera teoría es la teoría pragmática de la verdad, que sostiene que una proposición es verdadera si es útil o funcional en un contexto práctico específico. Es decir, una proposición es verdadera si tiene un valor práctico o funciona bien en una determinada situación.

Y así podríamos seguir analizando lo que los filósofos han dicho respecto a qué es la verdad. La filosofía nos ha proporcionado varias teorías y enfoques que pueden ayudarnos a profundizar en nuestra comprensión de la verdad y cómo se relaciona con nuestro mundo y nuestras creencias. Como cristianos, sin embargo, debemos buscar la verdad en la Palabra de Dios y en la persona de Jesucristo, y estar dispuestos a defenderla en un mundo que a menudo cuestiona y rechaza la verdad absoluta y objetiva.

El diálogo registrado en Juan 18.38 entre Pilato y Jesús es corto pero intenso. Pilato le pregunta a Jesús: «¿Qué es la verdad?», pero Jesús no le responde. Aun así, la pregunta de Pilato sigue siendo relevante hoy en día. ¿Qué es la verdad? ¿Cómo podemos descubrirla? ¿Cómo podemos entenderla? 

En primer lugar, la Biblia enseña que Jesús mismo se había identificado como la verdad: «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Juan 14.6). Jesús no solo es el camino y la vida, sino que también es la verdad. Él es la encarnación de la verdad. En Juan 1.14 se nos dice: «Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria (la gloria que corresponde al unigénito del Padre), en plenitud de gracia y de verdad». Jesús es la verdad hecha carne. Él es la expresión de la verdad de Dios.

En segundo lugar, la Biblia enseña que la verdad es objetiva. En Juan 17.17, Jesús ora al Padre y le dice: «Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad». Aquí, Jesús está orando por sus discípulos, pidiéndole a Dios que los santifique en la verdad. Y esa verdad es objetiva, es la Palabra de Dios. Dicho de otra manera, la verdad no es algo que nosotros creamos o que decidimos que es la verdad, sino que es algo que Dios ha revelado en su Palabra y que es objetiva. Ya en los primeros libros de la Biblia aprendemos que Dios es la fuente de la verdad: «Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectos; Dios de verdad y sin injusticia, justo y recto es él» (Dt 32.4). En los salmos también leemos algo similar: «Tu palabra es verdad desde el principio» (Sal 119.160).

En tercer lugar, la Biblia enseña que la verdad es liberadora. Jesús dijo en Juan 8.32: «Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres». Aquí, Jesús está hablando de la libertad que viene de conocer la verdad. Cuando conocemos la verdad de Dios, somos liberados de la esclavitud del pecado y de la mentira.

En cuarto lugar, la Biblia enseña que la verdad es importante y que debemos practicarla. En Efesios 4.25, Pablo escribe: «Por eso cada uno de ustedes debe desechar la mentira y hablar la verdad con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros». Aquí, Pablo está exhortando a los efesios a hablar la verdad y dejar la mentira. La razón por la que es importante hablar la verdad es porque somos miembros los unos de los otros. Nuestras acciones tienen consecuencias en la comunidad en la que vivimos, por lo que es vital que hablemos la verdad. Esa Verdad que Dios nos ha dado debe ser un faro que ilumine nuestro camino y que debemos seguir cada día.

En quinto lugar, la Biblia enseña que la verdad debe ser perseguida. En Proverbios 23.23 leemos: «La verdad y la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia, son algo que debes comprar y nunca vender». Aquí, se nos dice que debemos buscar la verdad con determinación y no renunciar a ella. La verdad es esencial para una vida justa. Como cristianos tenemos el compromiso de perseguir la verdad, aunque a veces pueda ser difícil o incómodo.

En conclusión, la pregunta de Pilato «¿Qué es la verdad?» sigue siendo relevante hoy en día. A través de la Biblia, hemos visto que Dios es la verdad, que la verdad es objetiva, liberadora, importante y debe ser perseguida. Conocer la verdad es esencial para nuestra vida y para nuestra comunidad. Podemos encontrar la verdad en la Palabra de Dios y en la persona de Jesucristo, quien es la encarnación de la verdad. Por lo tanto, es importante que busquemos la verdad y la vivamos en nuestras vidas diarias.

En nuestra sociedad actual, la verdad a menudo se considera relativa y subjetiva. Sin embargo, como cristianos, debemos defender la verdad objetiva y absoluta de Dios, incluso si esto va en contra de la opinión popular. Debemos hablar la verdad en amor y seguir el ejemplo de Jesús, quien siempre habló la verdad, incluso cuando era incómodo o impopular.

En resumen, la pregunta de Pilato «¿qué es la verdad?» no quedó sin respuesta, sino que se responde a lo largo de las Escrituras, y es una pregunta fundamental que debemos responder como cristianos. La verdad es la Palabra de Dios; la verdad es la persona de Jesucristo. Debemos buscar la verdad con determinación, vivirla en nuestras vidas diarias y compartirla con los demás en amor. Como seguidores de Cristo, debemos comprometernos a seguir la verdad y defender la verdad en un mundo que a menudo la cuestiona y rechaza.

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