«La suerte se echa en el regazo; mas de Jehová es la decisión de ella.» (Proverbios 16.33)
¿Quién determina nuestra suerte?

Hay personas que creen que usar amuletos es garantía de éxito. Colgados del cuello, agregados al llavero, pegados en el automóvil o simplemente guardados en el bolsillo, utilizan figuras, símbolos y partes de animales como si fueran talismanes: algo que les dé su ayuda mágica.
También están quienes viven de acuerdo a determinadas cábalas, esas costumbres que supuestamente evitan los males y atraen bienes. Sentarse en el mismo asiento, repetir un gesto cierta cantidad de veces, ponerse ropa de un color especial, decir o no decir tal frase, etc.
Es interesante saber que algunas aerolíneas no tienen la fila de asientos número trece. ¡Pasan de la doce a la catorce! Lo mismo ocurre con algunos edificios, que no tienen piso decimotercero. Y esto sucede porque hay gente que piensa que el número trece trae mala suerte.
¡La superstición está por todas partes!
Los seguidores de Jesús no necesitamos nada de eso para vivir. ¡Nuestra suerte no depende de talismanes, amuletos ni cábalas!
Gracias a nuestra conexión diaria con Dios tendremos la oportunidad de poner en sus manos cada área de nuestra vida. Es allí, en la oración y en la lectura de la Biblia, donde nos brindará la paz de saber que él controla aquellas cosas que nosotros no podemos dominar. Y si aprendemos a tomar decisiones que estén de acuerdo con lo que él enseña, ¡todo será para nuestro bien!
Sumérgete: Evitemos depender de cosas, personas o costumbres para lograr lo que solo se consigue si tomamos buenas decisiones y aprendemos a confiar en Dios.