«Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra.» (Isaías 12.4-5).
La Biblia habla muchas veces acerca de la necesidad de recordar el pasado. Pero no en el sentido negativo, como quienes vuelven una y otra vez a los recuerdos tristes y no logran alcanzar la verdadera libertad. ¡Al contrario! Nos invita a pensar en las cosas que beneficiarán nuestra vida presente y futura.
Dios desea que en todo momento recordemos …
…quién nos ha creado. Lejos de las teorías que se inventan para explicar el origen del ser humano, nosotros sabemos que no estamos aquí por casualidad, sino que fuimos diseñados por un creador amoroso que formó el universo, la Tierra y todo lo que hay en ella. ¡Somos una preciosa creación de Dios!;
…de dónde hemos salido. Somos parte de una cultura, una familia y una historia personal que tiene mucho que ver con nuestra identidad. Recordar lo que otros han hecho por nosotros y la herencia que hemos recibido es una actitud de humildad que nos llevará a valorar lo que tenemos y aprender de la experiencia de otros;
…qué bendiciones hemos recibido. Jamás olvidemos lo que Dios ha hecho por nosotros en cuanto al perdón de pecados, la libertad de los vicios y las adicciones, los milagros que hemos experimentado, la paz que gozamos, en fin, toda bendición, grande o pequeña, que disfrutamos y celebramos cada día.
¡Tomemos fuerzas para seguir adelante al recordar nuestro pasado y destacar la presencia de Dios en cada situación!
Sumérgete: Sobre todo, recordemos el amor de Jesús al morir en la cruz por nosotros, para darnos salvación y vida eterna. ¡Que nuestro corazón se llene de felicidad al pensar en la gran compasión de Dios por la humanidad!