En el Antiguo Testamento
Los relatos de vocación se han identificado con bastante claridad tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo. En el Antiguo Testamento estos relatos se han clasificado de diferentes formas. Gregorio del Olmo Lete diferencia entre «relatos de vocación del jefe» y «relatos proféticos de vocación».1 Entre los relatos de vocación del jefe él incluye el llamado de Abraham (Gn 12.1-4a); el pacto con Abraham (Gn17.1-14); el llamado a Moisés (Ex 3.1—4.18; Nm 22.22-35); el llamado a Josué (Dt 31.14-15 y Jos 1.1-11); el llamamiento a Gedeón (Jue 6.11-24); el llamado a Samuel (1 S 3.1—4.1a); el llamado de Elías a Eliseo (1 R 19.19-21 y 1 R 22. 19-23); Del Olmo Lete incluye entre los relatos proféticos de vocación a, por ejemplo, el llamado de Isaías (Is 6.1-13); el llamado de Amós (Am 7. 10 – 15); el llamado de Jeremías (Jer 1. 4-10); el llamado de Ezequiel (Ez 1.4-3.15) y el llamado de Oseas (Os 1. 3).
Por Guillermo Ramírez Muñoz
Introducción
Algunos especialistas han tratado de identificar una estructura o forma literaria básica en estos relatos. 2 Aunque no hay consenso en cuanto a los rasgos particulares de su estructura literaria, un número considerable de los eruditos apuntan a una organización que refleja algunas de las partes que señalamos a continuación:
Ofrece un marco histórico para entender el llamado (Ex 2.23-3.1).3
Presentación inicial del llamado:
En algunos casos esto ocurre en el marco de una teofanía o aparición de Dios a la persona convocada (Ex 3.2- 9). Esta experiencia puede consistir de un tipo de confrontación con la persona convocada. En ocasiones este llamado puede aparecer a través de un mensajero, ángel o representante de Dios.
Reacción o respuesta de parte de la persona que recibe el llamado:
En varios casos la persona convocada inicialmente expresa resistencia o un sentimiento de incapacidad para responder adecuadamente al llamado divino (Ex 3.10; 4.1, 10, 13). Aparece con menos frecuencia.
La Comisión:
Es la parte medular del relato (Ex 3.10-12, 14-22). En esta parte se indica el llamado y su propósito o fin último.
Reafirmación del llamado y conclusión del llamado:
Es una parte muy importante donde aparece la confirmación al llamado y luego termina la narración (Ex 4.2-9, 11, 14-17).
Como dijimos anteriormente, no todos los relatos de vocación reflejan esta estructura. Sin embargo, muchos de los relatos de vocación sí manifiestan algunas de estas secciones que vale la pena explorar si aparecen.
En el Nuevo Testamento
Algunos eruditos han identificado de veinticinco a treinta y siete relatos de vocación en los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles. 4 Algunos de esos relatos los encontramos en Lucas (4.16 -30; 7.16; 7.39; 13.31-33; 24.19) y en Hechos de los Apóstoles (3.22; 7.37). Otros especialistas del Nuevo Testamento identifican los elementos constitutivos de este género como: introducción, confrontación, reacción a la comisión, la comisión, la protesta por la comisión, confirmación y la conclusión.5 No obstante, las características esenciales de este género son la confrontación, la comisión y la confirmación.
En los Evangelios, los relatos de vocación más destacados están asociados con el llamado que hace Jesús mismo a sus discípulos. En estos relatos se resalta y se presupone un aspecto muy importante: el llamado para ser discípulo solamente puede venir de parte de Jesús, y la respuesta deberá ser inmediata (véase el llamado de Jesús a los cuatro pescadores en Mc 1.16–20; llamamiento de Leví en Mc 2.14; llamado al joven rico en Mc 10.17–22; llamado a los pescadores en Lc 5.1–11; llamado a personas que quieren seguir a Jesús en Lc 9.57–62; los primeros discípulos en Jn 1.35–51; llamado de Pablo en Hch 9.19 y Gl 1.15–16).
Veamos un ejemplo de análisis de la estructura literaria de la experiencia vocacional de Pablo en los Hechos de los Apóstoles en 9.1-9. Desde luego, en el caso de Pablo, como sabemos, su llamado se da a través de una sucesión de experiencias (Hch 22.14-16; 11.25; 13.1-3):
I. Introducción (vv. 1-2)
Saulo en camino a Damasco
II. Teofanía y confrontación (vv. 3–4a)
Un resplandor de luz del cielo sobrecoge a Saulo y
una voz se dirige a Saulo formulándole una pregunta
III. Respuesta (v. 5a)
Saulo responde con una pregunta
IV. Comisión (vv. 5b-6)
El Señor se identifica y le ordena a Saulo entrar a la ciudad
V. Descripción del contexto (v. 7)
Sus acompañantes quedan sobrecogidos por la experiencia
VI. Conclusión (vv. 8-9)
Saulo obedece al llamado aún quedando ciego
La estructura de este relato contiene varias de las secciones que caracterizan a este género. La introducción describe la persecución de cristianos de Saulo (Pablo) antes de su llamado (vv. 1-2). La próxima sección, la confrontación (vv. 3-4), indica la dramática experiencia por la cual pasó Saulo (teofanía o aparición de la divinidad o una figura que representa la divinidad). La respuesta a la confrontación en el versículo 5a es breve. No contiene resistencia; es más bien una pregunta: ¿Quién eres, Señor? La segunda parte, los versículos 5b-6, brinda la respuesta de Jesús junto a un juicio y aparece un breve dialogo entre Jesús y Saulo. Aquí la pregunta de Saulo cambia —Señor ¿qué quieres que yo haga?— y recibe la primera parte de la comisión de Jesús: entrar en la ciudad y esperar que alguien le informe lo que debía hacer. La descripción del contexto de la experiencia presenta a los testigos del llamado. Para dramatizar lo extraordinario de la experiencia se nos dice que quedaron atónitos porque escuchaban la voz, pero no veían a nadie. La conclusión es igualmente impresionante pues señala que Saulo quedó ciego y necesitó de la ayuda de las personas que lo acompañaban para entrar en la ciudad. El relato no termina allí. La segunda parte sigue en Hechos 9.10- 20. Aquí encontramos el papel que jugó Ananías como instrumento de Dios para orientar a Saulo. El versículo 20 concluye este relato de vocación describiendo su cambio de actividad: de predicación en lugar de persecución.
Conclusión
El análisis crítico de los relatos de vocación nos facilita más herramientas para conocer las diversas formas que Dios usó para llamar a personas en medio de su pueblo en el Antiguo Testamento y a través de la iglesia cristiana naciente. Dios invitaba a personas especiales a colaborar con él para cumplir su propósito de paz y justicia para toda su creación. Conocer los presupuestos socioculturales que condicionaron y afectaron aquellas vocaciones bíblicas definitivamente nos ayudará a enriquecer los criterios que debemos tener presente al momento de leer, interpretar y traducir el significado de los relatos de vocación para nuestra sociedad contemporánea.
Como observamos en la introducción, todo cristiano y todo ser humano es objeto del llamado de Dios. El propósito de la vocación divina en el texto bíblico no fue para aislar a los «llamados» del resto de la humanidad sino para integrarlos e insertarlos en el servicio a Dios y al prójimo a través de las situaciones concretas donde les tocó vivir. En el Antiguo Testamento y en el Nuevo la comunidad es el marco particular donde se recibe el llamado, pero la misión no se limita a esa misma comunidad sino que trasciende al resto del mundo que Dios creó. En el Nuevo Testamento, la Iglesia es el contexto privilegiado a través del cual Dios llama a sus discípulos, pero siempre nos hace conscientes de que él nunca estará atado a ninguno de esas instancias. La iglesia cristiana debe tener siempre presente que de igual manera que en el Antiguo Testamento con el pueblo de Dios, nunca será un fin en sí misma sino uno de los medios por los cuales Dios obrará en su mundo.
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Notas y referencias
1Del Olmo Lete, pp. 51-132.
2 George W. Coats, Exodus 1-18 (The forms of the Old Testament Literature) vol. IIA (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co.. 1999), pp. 34-42; 174.
3 Se debe también considerar Ex. 6.1-7.1 como otra versión del relato de vocación de Moisés.
4 Terence Y. Mullins, “A New Testament Commission Forms, Especially in Luke-Acts.” Journal of Biblical Literature, 95, 1976, 603-614; Benjamin J. Hubbard, “A Commissioning Stories in Luke – Acts: A Study of Their Antecedents, Form, Content” Semeia 8, 1977, 103 – 126.
5 Terence Y. Mullins, “A New Testament Commission Forms, Especially in Luke-Acts.” Journal of Biblical Literature, 95, 1976, 603-614; Benjamin J. Hubbard, “A Commissioning Stories in Luke – Acts: A Study of Their Antecedents, Form, Content” Semeia 8, 1977, 103 – 126.