Cuidemos lo que hacemos, decimos, escuchamos y pensamos. Vivamos de forma pura, Dios nos dará la fuerza para lograrlo, nuestra vida le pertenece a Jesús.
Quisiera confesar una caída. Lo he mantenido en secreto demasiado tiempo. No puedo negar el traspié; ni puedo desentenderme de la verdad. Caí. Hubo testigos de mi resbalón. Pueden contártelo. Generosamente, no se lo han dicho a nadie. Preocupados por mi reputación, han mantenido el hecho en secreto. Pero ha sido un secreto durante demasiado tiempo. Ha llegado el momento en que debo contar mi falta.
Los seguidores de Jesús servimos a Dios de tres maneras: en nuestra vida cotidiana, mediante el uso de los dones espirituales y compartiendo buenas noticias.
Introducción
Ha existido un número de trabajos elaborados por nuestros colegas de las Sociedades Bíblicas sobre los principios y procedimientos para la elaboración de Biblias...
¿Qué es cultura?
Entre los distintos elementos presentes en todo texto, hay uno que es de suma importancia para la adecuada comprensión del mismo, y...
Observaciones liminares
El bagaje personal
Todo ser humano, quiéralo o no, lleva sobre sí una carga de años —su bagaje personal— que es el resultado del...