¿Tu vida da vueltas como un carrusel?

¿Tu vida da vueltas como un carrusel?

«No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.» (Filipenses. 3.12)

¿Tu vida da vueltas como un carrusel?
Imagen provista por unsplash.com/@lollod99

Todavía en algunas ciudades los niños se divierten subidos a un carrusel, «calesita» o «tiovivo», como también se lo conoce. Se trata de un dispositivo mecánico lleno de figuras de animales y vehículos en los que los niños montan, que gira sobre su eje a una velocidad intermedia y hace las delicias de pequeños y grandes.

Es obvio que nadie puede pretender llegar a alguna parte arriba del carrusel. Se mueve, es cierto, y sus muñecos suben y bajan al compás de la música. ¡Pero jamás avanza ni cambia de lugar! ¡Desde allí solo se pueden mirar los mismos paisajes una y otra vez!

Hay personas que corren de un lado para el otro, llenas de actividades y compromisos. De la casa al trabajo, del trabajo a la universidad y de allí de regreso al hogar. ¡Y lo tragicómico es que mucha gente ni siquiera sabe hacia dónde va su vida! No por nada el agotamiento y el estrés son las principales enfermedades de esta época.

¿Cómo podemos evitar esa situación y no pasar la vida girando sin llegar a ningún lugar? Tres palabras clave: relación, propósito y sentido.

Cuando Dios está en nuestra vida, le permitimos que nos dirija en cada decisión. Al relacionarnos con él mediante la oración y la lectura de la Biblia, comprendemos que estamos aquí con un propósito. Esa realidad le da sentido a nuestra existencia, de modo que tenemos una dirección clara hacia dónde enfocar nuestros mejores deseos y esfuerzos.

¡Dejemos de dar vueltas y decidámonos a avanzar!

Sumérgete: Durante la vida habrá momentos en los que quizás debamos detener la marcha y también ocasiones en las que todo nos parezca un «sube y baja» continuo de experiencias. ¡Es normal que eso pase! Lo importante es que en todo tiempo aprendamos a buscar a Dios y le pidamos fuerzas para seguir hacia adelante.

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