«Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.» (Salmos 90.12)

Vivir es amar. Y amar involucra los sentimientos pero también la voluntad. Porque el amor es una decisión. Los sentimientos son gratos pero «visitantes casuales», que van y vienen en el transcurso de nuestra existencia.
Vivir es soñar, ir más allá de los límites de nuestra realidad, de lo que ven nuestros ojos. Es alistar nuestras actitudes, domar los pensamientos, y desarrollar la fe suficiente como para alcanzar lo imposible.
Vivir es perdonar, que es otra forma de «libertad». Liberación del rencor, de los recuerdos amargos y libertad para cambiar.
Vivir es trascender, entender que también somos responsables del legado que heredarán las generaciones siguientes. Saber que nuestro presente determinará nuestro futuro. Comprender, finalmente, que nuestro paso por el mundo es pasajero y que, tarde o temprano, dejaremos esta vida para encontrarnos con Dios.
Marcos Vidal, autor y compositor español, dice en una de sus canciones: «No, no te cortes aún las venas / porque el tiempo rueda y pasa / reconoce tus cadenas, retrocede y vuelve a casa / ven porque aún hay pan y hay agua / hay un Dios y hay una manera / no te canses de su fragua / que la suerte es pasajera.»*
¡Vivamos la vida! ¡Disfrutemos la plenitud que solo Dios puede darnos!
Sumérgete: Algunas personas solo existen: respiran, caminan, trabajan, estudian… pero nunca logran disfrutar de la vida. En cambio, quien habla con Dios cada día y permite que él dirija sus pasos tendrá la alegría de experimentar una vida plena y abundante.
* Marcos Vidal – Canción «Nieve y Agua» – Álbum «Pescador» © 2002 Nuva Music.