«Mi alma también está muy turbada; y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.» (Salmos 6.3-4) [Leer más…] acerca deNo dejes que las emociones dirijan tus pensamientos
Vívela
Reflexiones y devocionales inspirados en la Biblia para poner en práctica la palabra de Dios.
¿Cómo alimentas tu cuerpo, alma y espíritu?
«Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.» (1 Tesalonicenses 5.23) [Leer más…] acerca de¿Cómo alimentas tu cuerpo, alma y espíritu?
¿Cómo enfrentas tus batallas?
«Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; salvador mío; de violencia me libraste.» (2 Samuel 22.3) [Leer más…] acerca de¿Cómo enfrentas tus batallas?
¿Sientes un vacío que no has podido llenar?
«El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.» (Juan 7.38) [Leer más…] acerca de¿Sientes un vacío que no has podido llenar?
Gracia para los lectores de la Biblia
Encontrar un camino para seguir en tus hábitos de lectura de la Biblia.
Moisés escribió la historia de los antepasados de Israel en prosa, pero después de guiar a la gente a través del Mar Rojo —una maravilla que quedó en su memoria— irrumpió en una canción de triunfo en alabanza a Dios cuando vio al rey Faraón ahogado junto con sus fuerzas. Su genio se elevó a un nivel superior para igualar un logro más allá de sus propios poderes.
¡Optimismo! Clave esencial para alcanzar nuestros sueños
«Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos». (Números 13.30) [Leer más…] acerca de¡Optimismo! Clave esencial para alcanzar nuestros sueños
Honrar al anciano: un mandato de Dios
«Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor.» (Levítico 19.32)
[Leer más…] acerca deHonrar al anciano: un mandato de DiosTodo tiene su tiempo de espera
«Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza.» (Hebreos 6.11)

Esa tarde había demasiada gente en el consultorio. Para colmo el aparato de aire acondicionado no funcionaba bien, así que el calor era insoportable. Gabriel esperaba su turno y sabía que no podía irse porque necesitaba hacerle una consulta al médico. Pero, ¡qué ganas tenía de escapar de allí!
Al cabo de una interminable hora y media de espera, el especialista abrió la puerta y anunció el nombre de Gabriel. ¡Al fin había llegado su momento!
Todos hemos vivido alguna vez una experiencia como la de Gabriel.
Los campesinos tienen que esperar un tiempo entre la siembra y la cosecha. El diploma de la universidad llegará luego de algunos años de estudio. La «dulce espera» se toma casi nueve meses y entonces nace un bebé. El avión recorre kilómetros antes de llegar a destino.
Tener amigos, formar una buena familia, ahorrar dinero, desarrollar un talento, aprender cosas nuevas… los aspectos más importantes de la vida requieren tiempo y dedicación para convertirse en realidad.
Recibir respuestas a las oraciones, mejorar la manera de hablar, cambiar los aspectos feos de nuestro carácter, parecernos cada día más a Jesús… las cosas que Dios quiere desarrollar en cada uno de nosotros serán el resultado de una espera activa de nuestra parte. Estarán directamente relacionadas con lo que hagamos en el proceso. ¡Busquemos a Dios, confiemos en él y, aunque tarde, recibiremos lo que nos prometió!
Sumérgete: En la vida habrá momentos en los que la gente que nos rodea nos alentará a dejar de confiar en Dios y en sus promesas. ¡No hagamos caso! Porque él jamás dejará de cumplir lo que prometió.
¿Qué es un cristiano según la Biblia?
Introducción
Hoy la palabra cristiano es muy común, pero hasta hace unos 2000 años era desconocida. Antes de Cristo, no se usaba.
Hoy hay religión cristiana, cultura cristiana, filosofía cristiana, y hasta ciencia cristiana, pero solo el origen de la palabra explica cabalmente el significado verdadero. Aparece solo tres veces en la Biblia y cada una es un complemento de la otra. Según la Biblia, ¿qué es un cristiano?
1. Un discípulo – Hechos 11.26
a. Una persona que aprende de su Maestro todo lo que él le enseña, para enseñar a otro. Un discípulo es una réplica del Maestro.
b. Es una persona de iglesia, «se congrega» (Heb 10.24-25)
- Para estimularnos al amor
- Para estimularnos a las buenas obras
- Para exhortarnos
c. Es una persona que se parece a Cristo — (1 Co 11.1)
2. Un persuadidor – Hechos 26.2-28
a. Tiene una misión y un mensaje (v. 19)
b. Su obsesión es comunicar a otros la experiencia de su vida
c.Proclama hasta el punto de provocar una reacción
3. Un testigo (mártir) – 1 Pedro 4.14-16
a. Está dispuesto a morir por su fe (iglesia subterránea en China)
b. Ha roto con los valores del mundo y sus sistemas – Hay una línea que lo separa
c. Lleva las marcas de Cristo en su vida – Su relación con Cristo es evidente.
Cristiano es un discípulo que se parece a Cristo, que vive para persuadir y testificar. Está dispuesto a sufrir por amor a Cristo y llevar las marcas de su Señor estampadas en su vida.
Conclusión
Ser cristiano a la luz de la Biblia es difícil. Significa entrega, vida y misión. Pero es el camino que Dios ha elegido para todos aquellos que lo aman.
La imagen correcta
Una pregunta recurrente entre cristianos es: «¿Cómo llevar el mensaje de Cristo a un mundo necesitado?»
Tradicionalmente se mencionan tres elementos:
- La Palabra
- El Espíritu Santo
- El mensajero
Sin dudas, esos tres elementos están presentes en la proclamación del evangelio. Sin embargo, es importante añadir un factor no mencionado generalmente:
- La imagen que proyectamos
El impacto del evangelio en la iglesia primitiva no consistía solamente de los grandes conceptos de la gracia y del amor, aunque estos tienen un valor supremo… sino en el tipo de personas que proclamaban esas verdades.
Hasta entonces las voces que se escuchaban eran los pensamientos de los de grandes filósofos de las épocas anteriores. Pero todavía no habían visto a alguien que estuviera por encima de sus pensadores y moralistas.
Cuando en distintas épocas y circunstancias la imagen del cristiano se deterioró, la iglesia entera se debilitó, y el poder de alcanzar a la gente decreció.
La eficacia del ministerio depende más de la imagen del ministro, que de sus logros académicos o aun de sus experiencias.
El ministro representa a Cristo, pero no es un exponente, sino una exposición.
I. Algunas imágenes falsas del ministerio
- La imagen de la cultura teológica – Este tipo de imagen refleja solo hechos religiosos… mucho conocimiento, pero poca vida y experiencia. Somos grandes apologistas, pero tenemos poca vivencia de lo que decimos creer y enseñar.
- La imagen de la actualidad – Usamos todos los recursos naturales para hacer una obra que principalmente precisa la presencia continua de lo eterno.
- La imagen de la falsa santidad – Usamos una pose exterior que no se condice con nuestro interior… incluso podemos pedir prestada la imagen de algún hombre de Dios… pero es solo una imitación. No es santidad, sino santurronería.
Es importante que comprendamos que no llevamos un mensaje verbal —aunque proclamamos el evangelio—, ni tampoco escrito —aunque predicamos la Palabra… Cuando predicamos, en primer lugar, ¡nosotros somos el mensaje!
II. ¿Cuál debe ser la imagen correcta?
- Cualquiera que sea la tarea que realicemos en el ministerio, la imagen que transmitimos revelará la identificación que tenemos con el modelo original.
- En Juan el Bautista, la imagen que reflejaba llegó a producir cierta confusión: «¿Eres tú el que había de venir? ¿Eres tú el profeta?». En Pablo fue la comunicación de la misma persona de Cristo – Gálatas 4.14: «… me recibieron como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús» (RVC).
- Algo del mensaje y de la Persona que proclamamos debe estar impreso en nuestra vida y nuestra comunicación.
III. Rasgos de esa imagen como se ven en Cristo.
- Un profundo amor a Dios – Juan 14.31
Un hombre enamorado de Dios reproduce el amor de Dios.
No somos profesionales… somos profetas que proclaman la Palabra de Dios. - Un profundo amor a las Escrituras – Juan 5.39
Los sentimientos con los cuales la Biblia fue escrita deben prevalecer en nuestros ministerios. - Un profundo amor a la tarea recibida – Juan 6.38
No somos especialista… somos hombres especialmente llamados para una tarea eterna.
Lo que Jesús hacía en cualquier momento era la cosa más importante en ese momento.
Algunos sueñan con acciones heroicas, pero cada acción debe ser heroica.
Conclusión
El hombre de Dios no lleva simplemente un mensaje, lleva una Persona: Cristo. Y esa Persona debe verse en todas las áreas de su vida y ministerio.
¿Dónde está la clave, el secreto, de ese ministerio? – 2 Corintios 3.18: «Todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor» (RVC).
Es imprescindible que contemplemos siempre a Cristo, y desde su perspectiva, interpretar el ministerio y la conducta cristiana.
Nuestra vida debe reflejar la vida de Cristo, para comunicar el mensaje y llevar honor y gloria a nuestro Señor a través de lo que predicamos y, especialmente, de lo que somos.