Voluntarios con la Palabra

Voluntarios con la Palabra

El pasado 2 de diciembre se celebró el Día internacional del voluntario. Los cristianos hemos sido llamados y capacitados para servir —a Dios y unos a otros— y honrar a Dios.

El voluntariado es una expresión de la solidaridad organizada, que implica compromiso con las necesidades existentes y los objetivos colectivos. Allá donde existan estas necesidades podrán existir organizaciones de voluntariado que precisen de la participación activa, voluntaria y solidaria de todas las personas.

La Escritura dice:

“…el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos” (Mateo 20.26-28).

“… servíos por amor los unos a los otros” (Gál. 5.13)

De la misma manera que Jesús habló acerca de sí mismo respecto al servicio («no vine a ser servido, sino a servir»), permanentemente dejó en claro que los cristianos fuimos llamados a servir. El servicio cristiano está motivado por el principio del voluntariado. Todas las organizaciones no gubernamentales deben mucha de su tarea a la participación de voluntarios, que apoyan la misión y están dispuestos a dar tiempo y esfuerzo para la causa común.

Sociedades Bíblicas Unidas (SBU) tiene el privilegio de proveer los medios para alcanzar a muchos con la Palabra de Dios. Pero solos no podemos hacer toda la tarea. Día a día, las SBU enfrentan desafíos que ponen de manifiesto la clara necesidad de recibir ayuda de la Iglesia a la que sirve. Por lo tanto, es imprescindible que las SBU utilicen diferentes medios a su alcance. El voluntariado es uno de los más importantes.

Un voluntario que apoya a las SBU es «alguien que ama la Biblia y ha decidido ayudar a compartirla, sin retribución financiera, dentro de las actividades de distribución de Escrituras, promocionar a las SBU y animar al respaldo de la causa bíblica», todo esto dentro del contexto de la iglesia local a la que pertenece, sin descuido de sus tareas eclesiásticas usuales.

25 % de la población económicamente activa está involucrada en algún tipo de actividad voluntaria, y 40 % quiere hacerlo, pero no sabe cómo ni con quién.

Las organizaciones no gubernamentales deben saber que el programa de voluntarios es un esfuerzo constante, no un evento único o una venta especial. Las Sociedades Bíblicas deben comprometerse a proveer a los voluntarios de las herramientas necesarias para que sean embajadores efectivos de la Palabra de Dios ofrecidas en distintos formatos y necesidades, a través de la Fraternidad global. Es importante que animemos a nuestros voluntarios a establecer relaciones duraderas con aquellos a quienes ellos sirven para poder, de esta manera, servirles mejor.

Los voluntarios involucrados en la tarea bíblica son, por lo tanto, personas que sirven a la causa bíblica en y a través de las SBU, haciendo todo lo que puedan, en todos los lugares que puedan, mientras puedan.

En el corazón del trabajo de las SBU descansa el cuerpo de voluntarios que mantienen contacto con el público, hablando y sirviendo en nombre de la Fraternidad, y poniendo a disposición de la Iglesia la gran cantidad de materiales bíblicos que las SBU producen alrededor del mundo.

«Un mundo diferente no puede ser construido por gente indiferente». Las SBU necesitan gente que esté dispuesta a marcar una diferencia, dentro del marco donde el Señor los llamó a servir, y aún más allá.

La misión de las SBU es demasiado grande y no podrá ser cumplida cabalmente sin la intervención de los voluntarios, que dan su tiempo, talentos y esfuerzos para honrar a Dios a través de la obra bíblica.

Feliz día a todos los voluntarios alrededor del mundo realizando diversas tareas para el bien de otros seres humanos, y especialmente a aquellos con un corazón fértil para la obra bíblica.

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